Mi idea para repoblar el altiplano

"A nivel presidencial estamos desarrollando un programa que está especialmente diseñado para lograr un repoblamiento de la Provincia de Parinacota. Tiene una importancia crucial, porque es limítrofe, porque tiene una amplia frontera con Perú, pero además porque tiene una situación económica muy desmejorada"

Fueron las palabras del presidente Piñera en una visita hace pocos días a Arica, palabras huecas que se las lleva el viento, pensé yo al leerlo, en términos similares se había referido tiempo atrás el canciller Roberto Ampuero y distintas autoridades de gobierno. No es una idea nueva,  es algo que se viene repitiendo desde los años 50 y este anuncio del gobierno puede ser uno más de la serie de tonteras que se dicen cuando hay que salir del paso con un discurso.

Las probabilidades que todo esto quede en un simple discurso, o peor, que se malgasten millones de dólares en iniciativas inútiles es enorme, sin embargo trataré de pensar positivo, creo que conozco bien el problema y podría aportar con algunas ideas, así es que, sin más rodeos, aquí voy:

Todos los gobiernos, desde antes de 1950, han visto "con preocupación" el despoblamiento del Altiplano Chileno en la frontera norte. Pero esta es una situación que se ha venido agudzando desde el año 2000, cuando ocurrieron dos eventos desastrosos para la zona: la interrupción del servicio de Ferrocarril de Arica a La Paz y como consecuencia directa, el creciiento desmedido del tráfico de camiones bolivianos por la Ruta 11-CH, estos dos sucesos relacionados dieron un golpe mortal al desarrollo de las Provincias de Parinacota y General Lagos, siendo claves para acelerar un despoblamiento que venía desde hace mucho tiempo atrás.

La muerte del Lago Chungara como destino turístico
Todo ariqueño antiguo recuerda que hasta el año 2000 el Lago Chungara era el punto más visitado por turistas de larga distancia. Siendo uno de los lagos más altos del mundo, estaba en "la ruta del mochilero" que hacían los turistas de aventura entre San Pedro de Atacama, Lago Chungara, Lago Titicaca, Cusco y Macchu Picchu. Las agencias de turismo en calle Bolognesi se llenaban y salían buses y mini-buses todos los días con turistas a hacer el famoso tour por un día al Lago Chungara. También se hacían tour más largos pero "el lago en un día" era especialmente popular.

En esos años yo estaba interesado en el turismo y mantenía el blog Arica in a Nutshell con muchísimas visitas, también era activo participante en los foros de Lonely Planet y el South American Handbook, una vez se me ocurrió hacer una especie de "big data" pero de manera artesanal, contando la cantidad de menciones a Arica y Chungara en esos foros y encontré miles. En esos años Arica llegó a ser el segundo destino turístico de larga distancia en Chile. Hoy en esos foros apenas aparece alguna mención a Arica o al Lago Chungara, que dejó hace rato de ser destino turístico relevante.

¿Que pasó? Todo comenzó con una serie de accidentes, todos muy seguidos de buses turísticos con resultados de muertos y heridos, debido al alto tráfico de camiones y el mínimo cuidado de los conductores bolivianos, que han llegado a convertirse en una maldición en nuestra ciudad. Hoy la Ruta Internacional 11-CH se ha convertido en la más peligrosa del Norte Grande, cada viaje por ese camino representa un riesgo de muerte y con gran frecuencia ocurren volcamientos o vehículos que se desbarrancan, en suma, se ha convertido en La Carretera de la Muerte

No solo eso, todo el camino, que tiene escenarios impresionantes por su belleza natural, está flanqueado por un reguero de basura, botellas plásticas con orina, caca y papeles con que los choferes bolivianos se limpian el trasero y dejan botado. Esto flanquea todo el camino, el que antes era bellísimo Lago Chungara hoy está lleno de mini vertederos de basura, botada por cerdos a quienes les interesa un pepino mantener limpia esta maravilla natural. Silenciosamente, desde el año 2000 el Lago Chungará ha venido agonizando como destino turístico por culpa de los cerdos asquerosos ya mencionados.

La Junta de Adelanto y el Plan Andino
Esta preocupación por el despoblamiento del altiplano, como dije antes, viene desde hace muchos años, prácticamente todos los gobiernos se han preocupado y no hay presidente que no haya mencionado el asunto en un discurso. Pero hubo una sola vez en nuestra historia que un organismo fue más allá de los discursos y tomó acciones prácticas, que después resultarían muy valiosas. Este organismo fue -como no- la Junta de Adelanto de Arica. Leo en La Junta de Adelanto de Arica y John V. Murra, dos lecturas sobre el desarrollo andino en el norte de Chile

"El Plan Andino gestionó, para la zona de Arica, en coordinación con otras instituciones públicas, recursos importantes para obras de infraestructura y equipamiento urbano (agua potable, alcantarillado, baños públicos, sedes sociales, luz eléctrica), de conectividad (redes viales), de mejoramiento de condiciones productivas y tecnológicas (canalización, equipamiento). No resulta nítido, sin embargo, que el otorgamiento de estos recursos haya obedecido a una política pública consistente o si, simplemente, destinó recursos a medida que le eran solicitados por los pobladores del interior de Arica".

Una de las obras principales fue el inicio de la construcción de lo que  hoy es la Ruta 11-CH, el camino internacional que une a Arica con Bolivia se construyó siguiendo la huella que usaban las caravanas de llamas que movían carga boliviana desde timpos precolombinos. Este camino originalmente no fue pensado como una ruta para transportar cargas bolivianas -nunca hubo esa intención- sino para integrar los diversos poblados del altiplano que tenían un grave problema de mala conectividad y aislamiento.

Después del golpe militar, en 1973, estuvimos a puno de entrar a una guerra con Perú, lo que motivó que por razones geopolíticas, el Plan Andino recibiera un nuevo impulso desde la misma Junta de Adelanto, que funcionó durante algunos años más.

"a partir de 1974 se crea la Comisión de Desarrollo del Interior como parte del Plan Andino. Aquí se continuó la inversión en infraestructura y en programas asistenciales, pero ahora de la mano de una visión geopolítica que mostraba preocupación por el espacio andino en su condición de espacio "limítrofe" con dos países considerados potencialmente hostiles".

El Plan Andino, iniciado por la Junta de Adelanto y continuado por los militares, fue la única iniciativa real para detener, al menos momentáneamente, el despoblamiento del altiplano, desde entonces nunca más se hizo nada importante, aparte de mostrar preocupación y anunciar diversos planes maestros como el que anunció S.E. en su última visita a Arica

¿Se puede hacer algo en realidad?
Es muy difícil, existen algunos fenómenos prácticamente irreversibles, en particular el cambio de uso que ha tenido la Ruta 11-CH y su deterioro como herramienta de desarrollo del altiplano, que fue su fin original.

Ya en los tiempos de la Junta de Adelanto, es decir en los años 60 se consideraba un problema grave la migración hacia la ciudad de Arica y el despoblamiento. La verdad es que el despoblamiento se produce porque es cada día más difícil ganarse la vida allá, y el principal límite al desarrollo económico es la falta de conectividad, la dificultad de llegar a los lugares. La Ruta 11-CH que había sido pensada como la espina dorsal de conectividad, se ve hoy sobreutilizada y peligrosa.

Cualquier negocio que se haga en la zona, cualquier cosa que se produzca, debe pasar por ese camino, que es la única conexión con los mercados. Otro inconveniente es la altura y la geografía, que aumenta los tiempos de transporte y hace peligroso desplazarse por los caminos rurales. Existe además un círculo vicioso porque el despoblamiento hace que la rentabilidad social de los proyectos sea de muy baja a nula, por el escaso número de beneficiados.

Pensar en ganadería, agricultura, o cualquier otra industria tradicional como negocio que produzca desarrollo y evite el despoblamiento es una ilusión. Poca gente conoce la zona, yo he recorrido pueblos con cinco a diez habitantes, aparte del retén de Carabineros y la escuela de ladrillos, horrible e incongruente con el paisaje, con capacidad para cien alumnos pero tiene solo dos o tres. Esa es la realidad del altiplano, son localidades fantasmas donde se han hecho inversiones totalmente incongruentes.

Si a mi me preguntan que clase de actividad podría evitar el despoblamiento y aún podría repoblar el altiplano se me ocurre solo una: la gran minería. No existe otra actividad rentable y capaz de llevar un par de miles de personas a vivir allá, además la minería genera una serie de negocios, vida económica y social alrededor, es cosa de ver la mina de oro y plata de Pucamarca, que está prácticamente al frente del camino al Volcán Tacora, pero en el lado peruano. El altiplano peruano, a diferencia del chileno está poblado porque tiene actividad económica, entre ellas la gran minería de cobre, oro y plata.

Puede existir perfectamente minería con mínima contaminación, en el territorio del Yukon en Alaska está lleno de minas sin ninguna catástrofe ecológica porque cumplen razonablemente con los requisitos de cuidado al medio ambiente, En plena Costa Azul de Francia existe fuerte acitividad minera, se extrae bauxita en Baux y Brignoles, ocre en Roussillon, lignito en Fuveau, baritina en Borres y fluorita en Font-sante. Eso de que la minería siempre contamina es un mito de los chiflados que solo lo compran en Chile y otros países donde la gente está poco educada. Claro que para que se inicie un gran proyecto minero no solo hacen falta las ganas -probablemente ni siquiera eso existe- sino una serie de otros requisitos que, como país, dejamos de cumplir hace tiempo, así es que para qué ilusionarse.

El círculo se estrecha
Y así vemos como el círculo de posibilidades se estrecha, la posibilidad que el discurso de S.E. de "detener el despoblamiento de Parinacota" sean solo palabras al viento, que no significan nada porque no hay absolutamente nada que se puede hacer para arreglar un problema que viene desde hace más de sesenta años, desde que se planteó por primera vez.

Pero, como yo soy optimista creo que -aunque es un problema que parece no tener solución- siempre hay algo que se puede intentar, y ya que parece que a S.E. le sobran los millones yo le recomendaría que, en lugar de persistir en proyectos absurdos como subsidios a la agricltura, represas y estupideces por el estilo, lo mejor que podrían hacer es apostar fuerte por:

Revivir el turismo de aventura
Y digo "revivir" porque  el turismo de aventura tuvo su pequeño boom entre 1980 y 2000, porque tenemos recursos turísticos muy valiosos y creo que se podría hacer cierta actividad turística lo suficientemente sustentable como para que empiece a aparecer gente dispuesta a irse a vivir a esos lados.

Primero que todo el negocio del turismo de aventura debe ser rentable y autosustentable, pero también debe recibir fuertes subsidios a lo menos durante los primeros cinco años, hasta que los negocios se afianzen. Segundo, muy poca gente arriesgará dinero para invertir en localidades con potencial turístico, la inversión inicial (refugios, hostales, etc.) debe ser hecha por el estado, dada en concesión y con opción de compra al cabo de cierta cantidad de años. Si han hecho inútiles escuelas en verdaderos pueblos fantasma, como Alcérreca ¿que les costaría construir buenos albergues, mas si podrían recuperar la plata con el tiempo?

Hay que identificar los lugares con más potencial para esta clase de tursimo de manera que puedan convertirse en pequeños polos de desarrollo que animen a invertir en otras partes una vez que el flujo de turistas esté establecido. Pongo por ejemplo al pueblo y el volcán Tacora, uno de los lugres más aislados y poco conocidos de Chile que, sin embargo tienen un enorme potencial turístico con las ruinas de la antigua oficina azufrera y el que fue el ferrocarril más alto del mundo en su época.

El Volcán Tacora es el mejor ejemplo de destino soñado para el turista que, sin ser explorador profesional, quiere vivir una aventura hasta cierto punto extrema en uno de los lugares más aislados del planeta. Se puede llegar hasta el cono, o muy cerca de él a 5.800 metros de altura en un vehículo 4x4, yo he llegado a unos 200 metros del cono y les aseguro que es una experiencia maravillosa, cualquiera con una salud razonablemente buena puede hacerlo y es algo que en muy pocos lugares del mundo se puede hacer con relativa seguridad.

Para eso se necesita una red de hostales, concesionados y una infraestructura que se dedique a vender paquetes turísticos de aventura y organizar los tours usando a los agregados comerciales en todas las embajadas del mundo. Un servicio de transporte de mayor frecuencia es indispensable y amplios subsidios en forma de exenciones tributarias confinadas a esa zona también serían indispensables para convencer a empresarios que se hagan cargo de las consesiones. Además del apoyo a los tour operadores dispuestos a llevar a los turistas a esos destinos.

Estos subsidios y facilidades se deberían extender a los dueños de hostales y restaurantes que están "haciendo patria" en Putre, en Copaquilla (mi buen amigo Alexis) y en otros lugares donde están estabecidos. En lugar de los enormes subsidios que significan las obras de riego -la mayoría inútiles y dañinas- que reciben los agricultores de Azapa, esa plata estaría muchísimo mejor gastada ofreciendo subsidio a los empresarios turísticos que acepten hacerse cargo de lso hostales o a los que ya se encuentran trabajando en ellos.

En fin, esa es mi idea, hay muy pocas posibilidades de hacer alguna actividad económica real en el altiplano, yo creo que son solo dos. Una es la gran minería y la otra el turismo de aventuras, como veo difícil que a las grandes mineras les interese invertir en la zona, creo que el second best es volver a reflotar el turismo de aventura, que lguna vez fue floreciente y hoy está por los suelos.

Ahora ustedes me dirán ¿y como van a llegar los turistas, si la única vía es la peligrosísima y sucia ruta 11-CH? Bueno, ya que hablamos de inversiones, esto se tendría que complementar con la implementación de un tren ligero (deficitario sin duda) entre Arica y Visviri, usando la línea del Ferrocarril Arica La Paz, que hoy no sirve para ninguna maldita cosa. Creo que no habría mejor destino que ese para los fondos espejo del Transantiago. Con eso el plan quedaría completo. Subsidiado hasta ls orejas, pero no se me ocurre otra forma. De calquier manera se están malgastando billones en puras estupideces y esto podría tener un impacto positivo después de todo