Con el agua al cuello

Con el agua al cuello
Las inundaciones en Arica, Iquique y especialmente los pueblos interiores de la pre cordillera son el tema del día en Chile. Las lluvias estivales han estado más fuertes que otros años, anoche en Arica lloviznó por más de 9 horas sin parar, lo que pasa muy rara vez. Anoche estuvimos despiertos tratando de mantener el agua fuera de la casa, nada grave. En Iquique la situación es muchísimo peor.

Hoy salió un sol esplendoroso y ya está casi todo seco, en la noche probablemente volverá a llover, aproveché de revisar si la casa no tenía problema en la estructura, tenemos fragilidad en los cimientos porque estamos sobre suelo salino, además atrás de la casa hay una gran cantdad de piedras sueltas que si se produce un torrente de agua bajando por el cerro, que es lo que pasará si las lluvias arrecian. van a golpear y botar la muralla del dormitorio de mi querida suegra ¿y quien me va a hacer la cama si se muere? También los cimientos podrían tener problema porque el terreno es muy salobre, pero en fin, nada es para siempre y mientras la estructura aguante, todo bien.

La aventura de Mila en Codpa
Nuestra amiga Mila Bulic, que estuvo en mi casa justo el día en que empezaron las lluvias, tiene su casa en plena zona de desastre, en una ladera de Cerro Blanco, a pocos kilómetros de Codpa y me cuenta lo siguiente:

Anoche la lluvia cayó en torrentes. Pude notar que el agua y el barro se estaban escurriendo entre el piso y el borde de la montaña, donde se apoya la casa, así es que me fuí, le tengo terror a las avalanchas de barro así es que me cambié, con mis perros, a mi chacra, que está abajo al borde del río. El agua en el camino estaba más arriba de las rodillas y tuve que llevar a Oso (el perro labrador), pero el tiempo ya estaba mejorando.

Esta mañana, yo quería chequear mi casa y los gatos pero no pude porque el puente que conecta la propiedad con el camino estaba destruido y la mitad de el colgaba sobre el río. Estoy atrapada. Ahora estoy en la casa de mis vecinos, podré estar atrapada pero estoy segura. Al menos la parte rota del puente está para el lado del camino y los ingenieros del Ejército pudieron recuperarla. Los perros, gatos y yo tenemos suficiente comida y agua para un buen tiempo, una semana al menos si soy cuidadosa. Comida para un mes o más, menos mal que me gustan las legumbres, también tengo latas de atun y una bandeja de huevos, mantequilla y queso, así como un poco de verduras frescas, un jarro de café unstantáneo (ugh) y montones de té, estoy bien.

Solo me gustaría tener mi ropa, zapatos, calcetines, cepillo de dientes y un baño que no esté inundado de barro para poder bañarme y lavar la ropa, ya pertenezco oficialmente al club de los sucios. El Ejército ha estado en nuestra área hace más de una semana, estoy esperando mi turno y al menos no estpy entre los muertos o heridos.

Tienes razón en la necesidad de revisar si mi casa tiene problemas estructurales. tu sabes que yo estaba enojada por no haber instalado todavía el piso permanente... ahora me alegro de no haberlo instalado, necesito sellar y colocar bolsas de arena para sellar algunas áreas antes.

 

Vuelta a casa
¿Puedes creer que crucé por aquí? Con la ayuda de dos soldados, arneses, cuerdas y dos largas ramas de árbol, gracias a Dios Fani fue entrenada para ir en arnés conmigo, cuando subía los cerros, Milo casi me rompió la espalda a  arañazos ... Oso hizo bien todo mientras estaba enganchado a mi pecho. Tres viajes fueron suficientes.

Estoy de vuelta y la casa está bien. Un poco de agua estancada y barro, pero no está tan mal. Anticipaba algo mucho peor. El piso del baño está completamente cubierto de agua y barro, pero es de cemento y dejaré que se seque.

Aluviones estivales para dummies
Poca gente entiende bien el fenómeno, incluso en Arica donde se repite frecuentemente, cada año nos asombra como si fuera algo muy raro o inusual. La verdad es que hemos tenido bastante tiempo (desde el año 2000) con lluvias estivales moderadas y ahora parece que estamos volviendo a un ciclo de lluvias fuertes. Claro que no se trata de un fenómeno cíclico, lo único que parece repetirse es que cuando ocurre lo hace de preferencia en el mes de febrero.

Las ciudades del Norte Grande de Chile: Antofagasta, Arica e Iquique, están ubicadas en la desembocadura costera de quebradas, que vienen desde Los Andes con un enorme declive, desde 5.000 a 0 metros de altura en apenas unos cientos de kilómetros, o sea estamos en "embudos" naturales al final de grandes toboganes. Si lloviese en esta zona como en todo el mundo, las ciudades probablemente no existirían porque el agua llenaría toda la cuenca de la desembocadura. Afortundamente nuestro clima de desierto costero es único, lo que nos conviete en el lugar más seco del mundo en términos de precipitaciones.

Pero durante un par de días cada año -aunque no siempre- la naturaleza se vuelve loca y empieza a llover. Lo más desastroso es en los pueblos de la precordillera, que están camino al gran embudo, todos en quebradas estrechas al borde de un río: Codpa,  Guañacagua, Chocalla, Pachica, Esquiña y tantos otros, esos son los pueblitos que más sufren. En el altiplano -digamos sobre los 4.000 metros- el asunto no es tan grave porque están en grandes planicies y todos los años tienen estas tormentas electricas, nieve y lluvia.

El problema es en los pueblitos que están entre unos 1.000 y 4.000 metros, en quebradas estrechas y muy fértiles, más poblados que el altiplano. Cuando llueve a esa altura empiezan las crecidas de los ríos, los derrumbes, lechos antiguos de río por donde no ha bajado el agua hace 50 años se llenan y arrastran todo lo que se ha construido o plantado allí. Cuando llueve esas quebradas se convierten en una ratonera. En esa situación está nuestra amiga Mila ahora.

Los que vivimos en ls ciudades, en la costa, tenemos otra clase de problemas. Acá el agua desemboca con mucha más fuerza, trae toda la energía cinética de la pendiente y arrastra rocas enormes, árboles, autos y lo que encuentra a su paso. Las quebradas secas -está lleno- se vuelven a inundar y los caminos se cortan. Como el suelo es muy salino, el agua lo diseuelve y las construcciones se empiezan a quebrar al fallar sus cimientos, también está el peligro de avalancha para los que vivimos en cerros, algo que nunca ha pasado, pero está allí presente. Quienes viven en los valles como nuestros amigos Marlene y Phillipe, están al borde del Río San José, que en estos días se enloquece, rompe sus cauces y abre nuevos cauces arrasando a su paso. Tambien están en riesgo porque el río no avisa cuando va a crecer.

Lo bueno es que son cosas que duran un par e días solamente, nunca se ha visto acá que pase un par de semanas seguidas lloviendo y eso si que sería realmente peligroso. Mientras no sea así, hay que estar atento a las avalanchas y tomar las precauciones que se puedan.

Por alguna razón que no entiendo bien, las lluvias se producen principalmente al atardecer y en la noche, en el día como siempre brilla el sol como el que tenemos ahora que estoy escribiendo esto. Y asi estamos con los caminos cortados, aunque el Ejército ha habilitado pasos de emergencia que se pueden usar pos unas horas, juntando agua por si acaso ya que en estos casos normalmente se corta la energía eléctrica y poco después se corta el agua. Veremos que pasa esta noche, por ahora todo va muy bien.

Subiré esta entrada temprano por si tenemos problemas de corte de luz más tarde ¡mojados saludos desde Arica!

En fin, ya está empezando el olor a lluvia de nuevo así es que publicaré esto antes que se corte la luz. Dos baterías de auto full cargadas, linternas cargadas y todo lo demás. Yo le canto a mi querida suegra:

Que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva
los pajaritos cantan, la vieja se levanta