Un Douglas Tompkins para el altiplano

Ah diablos, pensar que hay tantas oportunidades flotando por ahí y nunca se concretan. Respecto de la muy estúpida decisión de aumentar la superficie del humedal como "zona de protección", eliminando la posibilidad de inversión privada, un amigo que sabe mucho de estas cosas me comenta:

"En mis viajes he visto mucho hoteles cerca de humedales y como tu bien dices son ellos los mas interesados en que se preserven en buen estado. Todo lo contrario a lo que pensaron los concejales. Tu visión es la misma que la de Luc Hoffman. Que lástima que no haya gente con un poco de visión en la Municipalidad de Arica.  

En Galápagos hay un hotel en medio de un humedal que esta cruzado por senderos y puentes de madera para caminarlo. Es uno de los lugares de aves mas lindos que he visitado en el mundo. Las especies de  pajaritos mas tímidos se colocaban mas lejos y los mas curiosos hasta te picotean cuando caminas por los senderos. En ese humedal convivían cientos de especies de animalitos en armonía con la gente.  A mi me toco ver varios grupos de flamencos rosados a no mas de dos metros de distancia, patitos silvestres caminando con sus crías por los caminitos y muchas  especies endémicas que se paseaba con total tranquilidad sin tomar en cuenta a las personas. Era un lugar muy tranquilo  que te invitaba a la observación de la belleza y la reflexión. Islas Galápagos es un Parque Nacional que solo se puede visitar acompañado por un biólogo o guía especializado en grupos pequeños. Como cuidan tanto las islas y sus animales, estos son muy inocentes y se acercan a las personas. De hecho hay normas de distancias mínimas que hay que mantener con ellos y está prohibido tocarlos."

Ese es el único camino factible, el estado, la municipalidad, etc. solamente deben controlar, y poner las condiciones dando todas las facilidades para que las empresas inviertan y ganen mucha plata cuidando la naturaleza, obviamente esto no cabe en el cerebelo reptiliano de los resentidos sociales, pero se ha mostrado hasta el cansancio -en todo el mundo- que esa mano invisible es lo único que realmente funciona,

Establecer prohibiciones y dejar a la Municipalidad a cargo equivale a convertir ese lugar en un basural, seco, feo y abandonado en corto plazo, tal como se ha convertido el Parque Ibañez, Parque Vicuña Mackena y muchos otros lugares de la ciudad, incluyendo monumentos nacionales y naturales que están a cargo el Señor de las Moscas y donde pululan los vagos, reina la basura y el descuido. ¿Que no tienen ojos para darse cuenta?

Bueno, pero mi amigo que vió el libro El Último Mallku, Paisaje Cultural de Tacora me comenta algo todavía más interesante, lean esto:

"Mira Tomás, tu visión sobre el potencial de la región de Arica como una  atracción turística de calidad es correcta 100%. No estas ni un ápice equivocado. 

Arica además está al lado del circuito turístico Perú - Bolivia por lo que tienen un flujo de turistas internacionales ahí mismo y que podrían atraerlos partiendo por la buena fama que tiene Chile afuera, muy superior a la de esos dos países.  Si hay tanto turista que baja hasta San Pedro de Atacama  - el cual en mi opinión es una atracción de inferior calidad al de la ruta del Altiplano Chileno - estoy  seguro que con un buen producto y trabajo de Marketing pueden atraer gente a un lugar mucho mas cercano y de mucho mejor calidad como lo es la zona del Altiplano de Arica.

 La verdad es que están todos los ingredientes, solo falta un catalizador que una las partes lo cual deberían ser las autoridades locales pero por lo que me cuentas están totalmente  perdidas en este asunto. Lo que le hicieron a ese humedal ocurre solo en el tercer mundo y no en países con un nivel de ingreso como el de Chile. 

Cuenta conmigo si quieres que le comente a alguien directamente mi opinión. Me parece que después visitar tantos de los lugares mas bellos del mundo y ser un buen cliente de la industria turística internacional creo que puedo hablar con cierto conocimiento al respecto. Estaré feliz de compartir lo que pienso con quien tu estimes conveniente."

Este segundo comentario si que me llamó la atención, tanto que me motivó a  bucar una cerveza que tenía por ahí para releerlo con calma ¿será tanto así el potencial del altiplano ariqueño? Yo había pensado siempre en el turismo mochilero, que un tiempo estuvo en auge cuando San Pedro de Atacama se convirtió en una especie de Valle de Elqui del Norte Grande.

Es cierto que San Pedro desde hace tiempo viene adquiriendo cierta mala reputación entre los visitantes extranjeros, ha crecido demasiado  la oferta de servicios y -como siempre pasa en estos casos-todo el lugar se empieza a echar a perder, es una especie de "Sindrome de Disneyworld" donde la experiencia se empieza a deteriorar, se ofrece mucho pero la gente se da cuenta que la maravilla no es tanta. Además los lugares atestados rara vez son agradables.

En lo que no había pensado es el turismo de lujo, poco volumen pero alto costo. Para que alguien viaje de tan lejos, la experiencia debe valer la pena, resultar única. Yo creo que el aislamiento y la altura extremas, los paisajes y la fauna pueden ofrecer esa experiencia. No hay que olvidarse que celebridades y billonarios vienen a Chile directo a algún riachuelo de Aysen, a pescar con mosca, un arte que apasiona a muchos. Bien podrían venir al Altiplano a observar pajaritos, o aficionados a los trenes a ver las ruinas de lo que fue el ferrocarril más alto del mundo, ya que son actividades apetecidas por gente de mucha plata.

El problema es que no existe ninguna dependencia del estado capaz de manejar algo así. La instalación de agencias de promoción en los destinos de lujo de Europa, Estados Unidos, Asia, no la hará ningún gobierno, mucho menos hacerse cargo de la hospitalidad necesaria, aunque la instalación del Hotel Antay, primero de 4 estrellas en nuestra ciudad, podría ayudar.

En el Altiplano no se necesitan lujos, pero si refugios sumamente confortables, con todo lo que se necesita partiendo por una buena conexión a Internet, calefacción, agua caliente, excelentes baños, servicios de cocina  adecuados, buenos vinos y todo eso.que hace más agradable sobrevivir en lugares remotos. La arquitectura de esos refugios debería ser de primerísima línea, totalmente incorporada al paisaje para comenzar, todo muy ecológico, tradicional, etc.

¿Quien podría hace algo así? Ni idea, pero a la mitad de la cerveza me acuerdo de Douglas Tompkins, que se enamoó del paisaje austral y compró enormes extensiones de tierra dedicadas a la conservación, las que fueron donadas luego de su muerte y hoy forman parte del Parque Nacional Pumalin. Recuerdo todo lo que tuvo que pelear Tompkins, lo acusaron de partir el país en dos, que iba a colonizar con judíos, que estaba preparando una estafa gigantesca al fisco y mil calumnas por el estilo. Todo era falso.

Mi amigo me cuenta de Luc Hoffman, dueño de los Laboratorios Roche, que se enamoró cuando joven del humedal .de Doñana en España y lo salvó de ser desecado por la construcción inmobiliaria barata que agregaba mínimo valor. Hoy ese humedal es un punto famoso de Europa para el turismo de lujo y para que decir de los observadores de aves.

Solo un privado pude hacer esas cosas, jamás el gobierno ni menos nuestras autoridades locales. No tienen la capacidad, la imaginación ni las ganas, solo quieren forrarse mientras estén en el cargo e idealmente hacer carrera política. En fin, termino mi botella de Malta Morenita con la esperanza que alguna vez pase por estos lados un Douglas Tompkins o un Luc Hoffman, se enamore del lugar y se decida a conservarlo. Claro que tendrá que batallar con una legión de resentidos sociales y con el regimiento de tontos que les creen, pero que diablos, todo lo bueno cuesta.