Como conocí los blogs

Siempre tuve claro para que quería usar Internet. Bueno, no siempre porque cuando me conecté por primera vez en el año 1994 o 1995 -después de escuchar esos pitos que hacían los modems telefónicos- con una larga espera -aunque yo tenía uno de ¡2400 baudios!, probé Archie, Gopher, Netscape, en fin, todo muy bien. Podía por ejemplo leer libros gratis, pero descargarlos me salía una fortuna porque la llamada telefónica se pagaba por minutos, al final la única aplicación práctica que encontré fue el email, y ni tan práctica, porque muy poca gente usaba Internet y menos tenían mail

En muy poco tiempo la cosa empezó a avanzar y comencé a usar el cliente de correo estándar de esos años que era el Microsoft Outlook. A los pocos días de jugar con eso encontré que tenía una función para subscribirse a los grupos de Usenet, y yo que me creía pionero me dí cuenta que el asunto había partido como diez años antes.

Usenet en esos años ya era enorme, se trataba básicamente de miles de grupos de discusión organizados por los propios usuarios de una manera totalmente anárquica. Fueron la mejor demostración que la anarquía funciona y que la autoridad espontánea e informal produce un orden mucho más sofisticado que la existencia de una autoridad formal que garantice el orden.

Bueno, aprendí mucho en todos esos años porque publicaba varias veces cada día, entre 1988 y 2008 más o menos.Me subscribí a los grupos de temas que me interesaban, por ejemplo sexo (chile.rec.sexo), cocina (chile.rec.cocina), mecánica (chile.misc.vehiculos) y por supuesto política (chile.soc.politica). Hice gran cantidad de amigos, con muchos de ellos converso hasta hoy en este mismo Templo del Ocio: Wilson, Sigfridus, JMS, Nervio, Leus, Cherubini, entre varios otros. Recuerdo que para el año nuevo, bastante borrachos supongo, después de los abrazos reales nos íbamos a repartir abrazos virtuales a amigos y enemigos, porque discutíamos y nos insultábamos a muerte, pero habitualmente nos llevábamos bastante bien.

Era impresionante ver como los más charlatanes se iban haciendo cargo de cada grupo y adquirían cierta autoridad de facto, mientras que los que trataban de usar a prepotencia y abusaban de la completa libertad que había para imponerse, eran aplastados automáticamente por una enorme presión social. Era una especie de juego de roles donde cada uno representaba un personaje. Nadie discutía de mecánica con Eduardo Kaftanski por ejemplo, ni el liderazgo de Carmen Muller en el grupo de cocina ni de Pancha, Sonia, Vinka y Lesly en el grupo de sexo, eran el Tribunal Supremo que siempre decía la última palabra.

A mi me encantaba el sistema y con mi amigo JF se nos ocurrió dar un golpe de estado para adueñarnos del poder en el grupo chile.soc.política. Así lo hicimos y de la noche a la mañana se supo que el grupo de política tenía dos Amados Líderes, el golpe fue incruento porque tuvimos la precaución de sobornar  todos  los participantes ofreciéndoles honores y vendiéndoles ministerios, desde entonces la coima se convirtió, junto con el ocio, en uno de los valores fundamentales de nuestra cultura csp-iana. Además yo era derechista acérrimo y JF rompía lanzas por Ricardo Lagos, lo que garantizaba los equilibrios políticos en el gobierno.

El asunto es que en esos años me di cuenta que tenía una cierta necesidad de comunicar, expresarme, escuchar (leer más bien) a los demás, discutir y todo eso. No era solo una entretención sino una necesidad. Así fue como hice mi primer sitio web, que acabo de recatar del olvido infame y todavía lo vuelvo a leer porque tiene algunas secciones de literatura que me gustan mucho.

Pero no me dejaba satisfecho porque era como hablar solo ¿qué gracia tenía escribir sin saber lo que opinaban los demás? Me había acostumbrado a Usenet. Entonces empecé a conversar usando el "libro de visitas", el primer libro de visitas fue de 1999 y el segundo libro de vistas fue en 2001. En esos años me compré la Palm V y otra vez me ví enfrentado al mismo problema ¿Par qué diablos me podría servir?

Me había costado bien cara y no le encontraba utilidad, si bien se conectaba a Internet por USB no me quedaba claro que cosas interesantes podía descargar. Entonces encontré el Blog de Jason Pettus. Era extraordinario, Pettus era un diseñador gráfico, desempleado, y había adaptado su blog para hacerlo atractivo y leíble en una Palm. El material era muy bueno, contaba sus aventuras y desventuras con todo detalle, sus muchos problemas de plata, sentimentales y de toda clase. Tenía muchos lectores y se pasaba pidiendo plata todo el tiempo, pero no le iba bien con eso, le mandaban felicitaciones solamente.

En esos tiempos logró conmover a algunos lectores europeos que le juntaron plata para cumplir el sueño de su vida: conocer Europa, así estuvo viajando un par de meses, ahorrando cada centavo y escribiendo las peripecias de su aventura. Pettus era un promiscuo, bisexual y bueno para la droga pero cuando escribía de esos temas lo hacía con mucho tino, nunca leí una entrada chocante y en general me parecía un tipo simpático y bien centrado. Estuve siguiendo su blog un par de años y así fue como se me ocurrió hacer lo mismo. No es lo que creen, no se me ocurrió ser promiscuo y darme a la droga sino hacer mi propio blog.

A principios de 1993 dejé los libros de visitas y empecé a escribir un blog en blurty.com, que duró desde febrero del 2003 hasta junio de 2005, fecha en que me cambié a blogger inaugurando este Templo del Ocio, que ha visto tiempos buenos, regulares y malos. Igual yo sigo escribiendo todos los días, como si nada. Así fue como conocí los blogs.

¿Y qué pasó con Jason Pettus? Está mucho más viejo, sigue igual de prolífico que yo y desde esos años sigue publicando. Me encantaría contarles que hoy es un tipo millonario y famoso, pero nada de eso: aún es pobre como rata pese a ser bastante popular. Así como a mi me ha dado por escribir cada vez más de economía y política, Pettus se ha obsesiondo con la literatura, lleva muchos años en el circuito de los open mic de poesía y ha creado el Chicago Center for Literature and Photography, un one-man-show donde se juntan algunos bizarros entusiastas a hacer exposiciones y recitales poéticos.

A veces publica podcasts en This Blog Will change your Life, otra vez lo entrevistaron en el Chicago Tribune,  pero sigue siendo un artista del hambre. Nunca lo he contactado para decirle "hola" tal como probablemente muchos que me leen en este Templo del Ocio tampoco me han saludado, pero se que están ahí. En fin, ese es Jason Pettus, que me entusiasmó con el asunto de los blogs y ha tenido un destino parecido al mío. Con la diferencia eso si que yo no soy bisexual, menos mal.