Crisis

La responsabilidad en una crisis
Recuerdo 1990 como uno de los peores años de mi vida cuando mi negocio en Arica se fue a pique. Casi siempre había sido pobre y eso no me preocupaba en lo más mínimo, pero ese año por primera vez tenía una montaña de deudas y responsabilidades, motivo más que suficientes para aterrorizarme.

Le debía al dueño de los dos locales no solo el arriendo sino una abultada cuenta de teléfonos, era una buena persona y me desesperaba la idea de defraudarlo. Debía impuestos -de esas deudas que no prescriben- y tenía sobregiro en el banco, además un enorme saldo al debe con mi primo que era mi proveedor de mercadería. Pero lo peor de todo era que tendría que pagar los sueldos de las seis vendedoras a fin del mes que se acercaba y no había plata en la caja.

Los que nunca han tenido negocio no se imaginan lo horrible que es cuando se acerca el fin de mes y no hay caja para pagar los sueldos, especialmente cuando los empleados han sido leales y se han convertido en amigos con el paso del tiempo. Conoces a las familias y sabes que su almuerzo depende de lo que tienes que pagarles, es un sentimiento de responsabilidad espantoso.

En fin, al final todas esas cosas se terminan arreglando de una u otra manera, pero en el momento no hay un sentimiento más horrible que ese. Recuerdo que una noche estaba hablando por teléfono con mi primo y de pronto -sin ningún motivo- sentí que se me helaba la sangre una especie de vértigo y me fui de boca al suelo, desvanecido. No era nada, solo los nervios.

Bueno, recordando eso pienso en los dueños de restaurantes, bares, discos  y un montón de otros negocios que llevan meses cerrados sin poder funcionar. Pienso en lo mal que lo deben estar pasando y en especial pienso en los dueños que arriendan un local. Creo que son los que están en la peor posición porque los trabajadores que se quedan sin un sueldo pueden ver otras formas de ganarse la vida, incluso pueden pasar hambre, lo que no es gran cosa, porque lo peor de lo peor es tener responsabilidades y no poderlas cumplir.

Los políticos que decidieron estos confinamientos y prohibiciones, pensando primero que todo en su popularidad nunca podrán imaginarse el daño que han hecho, yo conocí ese daño en persona. Ellos nunca han tenido responsabilidad ninguna por sus errores. Están acostumbrados a cometer equivocaciones y bajezas horribles sin que les pase absolutamente nada, eso es parte de las mieles del poder.

Es muy delicado cuando el estado empieza a obligar de esa manera a las personas. Nunca debió prohibirse el funcionamiento de ningún negocio y las personas libremente debieron tomar las decisiones que estimaran convenientes para cuidarse del contagio, ese es un derecho de cada uno, no una obligación. Si alguien tiene mucho miedo que se encierre en su casa, nadie se lo va a impedir, si a alguien no le preocupa que se exponga todo lo que quiera, tampoco nadie se lo debería poder impedir.

Los argumentos "sociales" y del "bien común" son una basura hipócrita, un engaño usado típicamente por los políticos y los idiotas que saben que no van a ser afectados por las prohibiciones, ellos jamás deberían poder obligar a los que si van a ser afectados. Y estos últimos deberían decidir por si mismos cuanto riesgo están dispuestos a correr, como ocurre siempre en muchos otros aspectos de la vida.

VTR en problemas
Hoy fue el Tomás Jr. a VTR a cancelar nuestro contrato de conexión a Internet con la compañía. Años atrás yo estuve usando ese servicio de ISP que técnicamente respondía bien. Pero me aburrí de una seguidilla de cobros indebidos que era una pesadilla reclamarlos, parece que alguien se estaba haciendo un segundo sueldo con mi conexión. Como mi servicio era pagado por la empresa donde yo simulaba trabajar, durante varios años lo dejé pasar. Pero cuando tuve que pagar yo los mandé al diablo.

Con el tiempo tuve contrato con Entel y Claro, en general servicios estables y finalmente -no recuerdo por qué razón, volvimos a VTR, con quienes tuvimos servicio por unos 5 años más o menos. Como yo no juego ni descargo películas, estaba conforme con los 40 Mbs de bajada y los 7 Mbs de subida y aunque estaban lejos de los 100 contratados yo pensaba, que diablos, así es Internet. Conociendo la tecnología ADSL, la necesidad de segmentación y todo eso, sabía que nunca iba a obtener la velocidad que publicitaban, de ninguna empresa.

Desde hace un par de meses la conexión VTR empezó a fallar con micro-cortes, que provocaban retardos y a veces el molesto error "su conexión de red ha cambiado". Yo soy electrónico con mención en teleco así es que entiendo y miro con simpatía esa clase de errores, se que mil cosas pueden fallar y que es un milagro mantener una comunicación fluida y con adecuada calidad de servicio. Pero cuando las fallas se hacen habituales la paciencia es la que empieza a fallar.

Creo que a VTR se le está presentando una tormenta perfecta. Una serie de problemas técnicos que no han sido capaces de explicar con honestidad tienen enfurecidos a los clientes, para remate aparece una entrevista del gerente general de la empresa, un señor Ponce que declaraba:

"Siempre uso el anglicismo spoiled, que es como decir un niño malcriado. Hoy el consumidor va en un avión conectado a internet a 30 mil pies de altura mirando videos, haciendo transacciones con su banco, y si esa conexión falla diez segundos, el tipo se enoja. No tiene diez segundos de tolerancia, a nada. Y dispone de información perfecta o casi perfecta" 

Es la declaración más torpe que pudo haber hecho un ejecutivo, especialmente cuando está enfrentando una crisis como la que atraviesa la compañía. La empresa debió poner a este señor en la calle a buscar otro trabajo, porque es inaudito que declare esas cosas en estos momentos.

Pero no es raro, esas declaraciones muestran como el síndrome de Hubris se apodera de los que suben demasiado rápido. He escuchado a políticos quejase de manera parecida acerca de sus votantes: que son reclamones, no hay como darles el gusto, son ignorantes, etc. Lo que no entienden estas pulgas hinchadas, es que el cuantioso sueldo, que les permite vivir en una linda casa y comprar lujosos autos, es pagado por esos niños malcriados que ellos miran hacia abajo con suficiencia, son los que se meten la mano al bolsillo bien sea para pagar las cuentas o los impuestos.

Así es que chao VTR. y para rematar, Movistar-Telefónica instaló recién fibra óptica para todo el barrio y pueden llegar con fibra hasta el router de mi casa. No me demoré 10 minutos en contratarlos porque entiendo que la fibra es una tecnología que el ADSL jamás podrá alcanzar, si la calidad de servicio es decente, entonces habré hecho el mejor cambio de los últimos años. La fibra hasta la casa es una tecnología imbatible.

Cuando el Tomás Jr. fue a darse de baja en el servicio de Internet lo atendió el propio supervisor y trató de convencerlo que se quedara, le ofreció una rebaja y enviar al técnico en el mismo momento a aumentar la velocidad de la conexión, pero frente a la fibra óptica no hay como. En fin, vamos a ver como nos va y espero no tener el servicio interrumpido mientras hagamos el cambio.