> On Fri, 23 Apr 2004 15:19:31 -0400, Leonardo Herrera
> <le...@epublish00.cl> wrote:
>> - Tomás Bradanovic es un esforzado trabajador en el Norte.
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> cuidate rechu"&·$%/··$$eso si que no te lo permito!!!
Jaja, es sólo un rumor... :-D
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nada, nada miserable!
no andis tirando la piedra y escondiendo la mano!
En fin, para conmemorar este día infame tengo el refrito perfecto que copio a continuación, además es un re-refrito, porque no pienso darme el trabajo de buscar otro.
El día de la infamia (publicado originalmente el 02 de mayo de 2014)
Karl Marx, sobre la alienación del trabajo:
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro.
Por si esto no los convence, pueden leer el ensayo Contra el Trabajo de Beltrand Russell, o bien El Derecho de la Pereza de Paul Lafarge, yerno de Carlos Marx -gracias a Pelícano por el dato- o mejor El Carácter del Ocioso de nuestro entrañable y muy citado doctor Samuel Johnson.
La cosa es que ayer fue El Día de la Infamia, celebrando el trabajo y los trabajadores. Yo no debí siquiera haberme levantado en señal de protesta, pero a mis amigos se les ocurrió hacer un asado de repudio al trabajo, y así fue como nos juntamos en la Parcela del Pueblo a comer costillares ahumados, perniles, fetuccinis al pomarolo y otras cuantas delicadezas bien regadas con vino y cerveza en abundancia.
En esa ocasión aproveché de cantar La Internacional, levantar el puño y protestar contra la explotación inmunda a que estoy siendo sometido. En reconocimiento a mi calidad de ocioso fui premiado por mi buen amigo, el profesor Viera con un exquisito puro Montecristo, que me fumé tranquilo en la casa de vuelta y me provocó muchos sueños inquietantes, en fin, conmemoramos como corresponde. Otro maldito y perfecto día en el paraíso, como dice Tom McDonnell. Algunas fotos pueden verlas aquí.
Como hoy no pienso trabajar mucho escribiendo, los dejaré con un par de videos del viaje al volcán Tacora, aquí van:
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro.
Por si esto no los convence, pueden leer el ensayo Contra el Trabajo de Beltrand Russell, o bien El Derecho de la Pereza de Paul Lafarge, yerno de Carlos Marx -gracias a Pelícano por el dato- o mejor El Carácter del Ocioso de nuestro entrañable y muy citado doctor Samuel Johnson.
La cosa es que ayer fue El Día de la Infamia, celebrando el trabajo y los trabajadores. Yo no debí siquiera haberme levantado en señal de protesta, pero a mis amigos se les ocurrió hacer un asado de repudio al trabajo, y así fue como nos juntamos en la Parcela del Pueblo a comer costillares ahumados, perniles, fetuccinis al pomarolo y otras cuantas delicadezas bien regadas con vino y cerveza en abundancia.
En esa ocasión aproveché de cantar La Internacional, levantar el puño y protestar contra la explotación inmunda a que estoy siendo sometido. En reconocimiento a mi calidad de ocioso fui premiado por mi buen amigo, el profesor Viera con un exquisito puro Montecristo, que me fumé tranquilo en la casa de vuelta y me provocó muchos sueños inquietantes, en fin, conmemoramos como corresponde. Otro maldito y perfecto día en el paraíso, como dice Tom McDonnell. Algunas fotos pueden verlas aquí.
Como hoy no pienso trabajar mucho escribiendo, los dejaré con un par de videos del viaje al volcán Tacora, aquí van:
Hubo un minero en la temprana Unión Soviética, que extrajo 102 toneladas de carbón en una jornada cuando la media productiva de un trabajador eran 7 toneladas. Lo entrevistaron y dio todas las respuestas correctas: lo hice por la Patria, por la Revolución, etc.. etc..
ResponderBorrarEntonces lo adecentaron, lo subieron al tren y lo pasearon por toda la Unión dando conferencias sobre cómo aumentar la productividad por propia iniciativa de los trabajadores, por adhesión a los principios revolucionarios, sin necesidad de controles o estímulos materiales.
Habló hasta en las Universidades. Cuando volvió la ascendieron, lo nombraron auxiliar del Ingeniero Jefe, y cada tanto salía en gira a dar conferenias.
Y así Stajanov, que sacó 102 toneladas de carbón un día, no tuvo que trabajar de verdad nunca más. Uls
Irónico, pero hoy me tocó trabajar. En la Salud, las enfermedades no se toman breaks, respiros, feriados o vacaciones y con esto de la pandemia ha sido peor. Al personal de salud, nos suspendieron las vacaciones y permisos administrativos, con el propósito de tener a más del 90% del personal presente para hacerle frente a este bicho, pero resulta que buena parte del personal activo está con licencia medica por distintas causales, mayoritariamente estrés.
ResponderBorrarUlschmidt, es una bonita metáfora de la idea que para no trabajar más primero hay que matarse trabajando, a veces es así, otras veces no.
ResponderBorrarJosé, al final la naturaleza humana encuentra su camino al ocio, en este caso a través del stress
EL texto de Carlitos, tratando de caracterizar el modo de produccion capitalista, es la recitacion mantrica de los camaradas que creen que cachan la cosa. No ven lo obvio, que se aplica a todas las formas de produccion, salvo la del cazador recolector, el artesano autosuficiente, y no mucho mas.
ResponderBorrarEs interesante, para mi al menos, ver como no se disputa al marxismo como el conjunto de tonterias que es, no muy lejos de los frente amplistas y los Jadues y Gutierrez, incluso los flancitos de derecha suelen diferenciar el"joven Marx" , al que pertenece el texto, y seria "humanista" del resto de su "trabajo".
La tolerancia con tonterias progres es parte de la clave del declive de chilito.
Seguire celebrando el 1 de mayo, como el 30 de abril y el 2 de mayo y etc etc, leyendo y elongando el escroto (con perdon)
EL google + , donde estaban esas fotos, murio hace un tiempo.
No me había fijado lo de Google+, buscare el link donde están ahora para arreglarlo
ResponderBorrarEl error ese no fue solo de Marx sino e todos los economistas clásicos: Malthus, Smith, Ricardo... hasta MArx
https://bradanovic.blogspot.com/2018/11/pobreza-y-desigualdad-segun-adam-smith.html
Claro, es como si la quimica se hubiese quedado pegada en la alquimia, o la astronomia en astrologia. Lo tragico es que esas tonterias fueron y aun son la base del "relato" conque las dictaduras zurdas se encubren.
ResponderBorrarEse es el poder de seducción de muchas ideas sencillas... y falsas
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