Falsos consensos

Los falsos consensos han existido siempre, hubo una época en Europa -la Edad Media- en que "nadie" dudaba sobre la existencia de Dios, eso no significaba que nadie tuviera esas dudas, sino que se había establecido socialmente el falso consenso que Dios existía, objetivamente, y nadie normal podía poner eso en duda, El que lo hiciera era raro, indeseable y hasta podía ser física o moralmente castigado por no aceptarlo. 

El derecho divino de los reyes fue otro ejemplo de falso consenso y el que osara ponerlo en duda era un sedicioso, enemigo del estado y de la sociedad. Durante muchos años el consenso era que todos los astros giraban en torno a la tierra, que estaba inmóvil en el centro del universo y que el espacio tenía una geometría cúbica, euclidiana..

Y así hay miles de ejemplos de falsos consensos en la historia. En nuestra época, a partir con la hegemonía de la social democracia luego de la 2ª Guerra Mundial, han aparecido cientos de falsos consensos creados por los políticos con el interés de acceder y mantenerse en el poder. 

El primer falso consenso que instalaron los socialdemócratas fue que la única forma de gobierno aceptable es la democracia y todas las demás formas son inadmisibles. Este no es un consenso antiguo como hoy hacen creer, a principios del Siglo XX las democracias convivían con formas de gobierno absolutistas en igualdad de condiciones y nadie decía que una democracia, por el solo hecho de tener elecciones, era mejor que -pongamos el caso- una monarquía. Se aceptaba como cosa obvia que habían buenos y malos gobiernos, independiente de la forma: buenas y malas democracias así como buenas y malas monarquías.

Estos falsos consensos se imponen por miedo y amenaza. Tomemos por ejemplo esa famosa frase de Churchill "la democracia es el peor sistema político que existe, con excepción de todos los demás", que afirma que pese a sus defectos, las democracias son intrínsecamente mejores que cualquier otro sistema. Si alguien pone en duda esa idea es automáticamente calificado de fascista, comunista, lamebotas o cualquier otro adjetivo por el estilo para asesinarlo reputacionalmente. 

Me acuerdo que cuando Kaiser le preguntó tímidamente a Vargas Llosa si no creía posible que la dictadura militar chilena hubiese sido mejor a otros gobiernos democráticos, el Nobel le contestó indignado "¡esa pregunta no te la acepto!", el solo hecho de insinuar algo contra el falso consenso provocó la reacción estúpida y destemplada de mi escritor favorito, lo que muestra que aunque es un genio de la literatura, es también a su manera un perfecto idiota latinoamericano en asuntos políticos, tal como definió tan bien a los idiotas su hijo Álvaro. Los falsos consensos siempre tienen su ejército de tarados y fanáticos que los defienden, y estos son de todas las tendencias políticas, tanto liberales como colectivistas.

El objetivo de establecer falsos consensos es crear verdades indiscutibles, verdades oficiales, absolutas que no admitan ninguna duda y son la base del adoctrinamiento para dominar. Si alguien pone en duda un consenso pobre de él, a descalificarlo a tacharlo de terraplanista, negacionista, fanático, cualquier esfuerzo por ridiculizarlo y destruir su reputación es poco, no hay nada más peligroso para el sistema que alguien que piense y cuestiones los falsos consensos.

Con la epidemia de Covid-19 se han levantado multitud de falsos consensos que nadie puede discutir a riesgo de ser vilipendiado. El ejemplo más extraordinario son las vacunas, que todo el mundo repite como un mantra que tienen una efectividad del 70. 80 o 90 por ciento. Bueno, en Chile donde una parte enorme de la población ha sido vacunada -tengo entendido que más de la mitad- las muertes atribuidas a Covid no han bajado en un 35, 40 o 45 por ciento, la verdad es que se mantienen en niveles muy similares a la evolución que llevaban cuando nadie estaba vacunado ¿Qué clase de efectividad tienen entonces?

Las cuarentenas, distanciamiento social, y mascarillas no han mostrado ningún efecto en bajar los contagios y las muertes, existe mucha evidencia que permite comparar lugares donde ninguna de estas medidas existen con lugares donde son obligatorias y en verdad que los números muestran no solo que son medidas inútiles, sino que hasta puede que sean perjudiciales. Al final las propias personas terminan dándose cuenta y, hastiados, ya no le hacen caso. Nunca he visto tantas aglomeraciones de gente en Arica como durante las cuarentenas.

Que se vayan al diablo con sus falsos consensos, yo pienso las cosas, las evalúo y decido ¿Puedo equivocarme? Claro que si, por supuesto, pero me equivoco yo y no soy un maldito títere al servicio de algún grupo de sinvergüenzas que decidió que es lo que debo pensar y lo que debo hacer. Y al que me diga terraplanista le contesto que es un pobre diablo y chao. Quedamos a mano.

Índexación de Google
Desde hace unos dos o tres años atrás las visitas a este Templo del Ocio cayeron en picada. Antes lo normal eran unas 600 visitas únicas diarias con 100 de variación hacia arriba y abajo y de un día para otro cayeron a un promedio de 200 diarias y a veces menos. Resulta que esas 200 personas, o tal vez 150 y los otros 50 llegan por casualidad, son los regulares, amigos tan ociosos como yo mismo que leen mis aburridas ocurrencias día tras día, muchos desde hace años. En el fondo es muy parecido al grupo chile.soc.política que teníamos en las news desde fines de los noventa y muchos de esos aos también son regulares acá. Es como un pequeño club de amigos, donde unos pocos comentan y la mayoría permanecen como lurkers.

¿Por qué esta diferencia? Al principio pensé que muchos se habían aburrido de leer tanta tontera, la verdad es que hay algunos días que no estoy muy ocurrente que digamos y muchas veces repito los temas, pero no era eso. Me llegó un mail de Google diciendo que el blog tenía "problemas de cobertura" porque el archivo robots.txt estaba impidiendo que Google indexara mis páginas.

Es decir solo estaba recibiendo las visitas de los que ponían directamente mi URL o que ponían en Google palabras inconfundibles como "bradanovic" o cosas así. O sea a través de la indexación me llegaban 400 visitantes al día y los otros 200 eran los regulares que entraban directamente al Templo del Ocio. Dijeron que ya lo habían reparado y pensé que ayer tendría una avalancha de visitas.

Fue todo lo contrario, tuve apenas 118 visitas, solo lo regulares, inclusive mucho menos que de costumbre. Tendré que admitirlo entonces, parece que el Templo del Ocio se está poniendo cada día más aburrido, o definitivamente alguien en Google me tiene mala. En fin, es lo que hay.