Sobre cuidarse la salud

Buenas noticias para mi amigo McDonnell, hoy en la mañana el doctor le confirmó que no tiene cáncer ni nada serio. Su real problema era hemorroides causadas por el extremo sedentarismo y sus pésimos hábitos alimenticios, ayer fuimos a una nutrióloga que se quedó con la boca abierta al ver de qué se estaba alimentando, y eso que ni le mencionó su principal alimento que no le falta nunca: el vodka. En fin, le dieron una dieta que sin duda no iba a cumplir, así es que vamos a ver si mi querida suegra, que sin saber nada prepara exactamente la misma dieta de la nutrióloga en la casa, acepta echarle más agua a la sopa y más espinacas a la ensalada, porque no encontramos a nadie dispuesto a prepararle la dieta que necesita.

Eso es un fenómeno que recién se está empezando a notar, mucha gente ya no quiera trabajar porque reciben bonos, retiros de AFP y todo eso, hoy en el centro vi dos carteles solicitando trabajadores -algo que jamás había visto en Arica- yo mismo estoy buscando alguien que me instale un techo en donde está mi querida suegra y nada, no he encontrado nadie interesado en trabajar. Y como Tacna está cerrado mucho peor, antes bastaba darse una vuelta por el terminal terrestre y encontrabas decenas de tipos ofreciendo trabajar, ahora ni uno. Es algo que va a explotar en poco tiempo más, cuando venga la inflación y se termine la plata dulce, ya verán.

Bueno, aprovechando que le dijeron que tenía que hacer ejercicio nos fuimos caminando a la clínica, y cuando veníamos de vuelta pasamos a la farmacia a comprar las medicinas que le habían recetado y yo aproveché de pesarme y medirme la presión.

Como ya les he contado antes, en enero de 2018 me había medido la presión y me dio 200/90 que era muy alto, a los pocos días volví a medir y había bajado a 160/103, llevaba un par de años con opresión y dolores al pecho. Pensaba que era normal porque todos en mi familia materna se han muerto de infarto, pero igual me preocupé un poco, me puse un tiempo a dieta y empecé a hacer algo de ejercicio.

Bueno, la dieta la mandé al diablo en un par de meses pero llevo tres años haciendo ejercicio y ahora me siento como un baby. Nunca más una molestia, dolor, opresión ni dificultad para respirar, hoy me medí la presión y todo en la farmacia, justo en medio de la caminata y los datos fueron así

De partida mantengo exactamente los mismos 79.2 kilos, que tengo desde que salí de la universidad, ni un gramo más ni menos, tengo apenas un poco menos de grasa y un poco más de masa muscular, pero la diferencia es bien poca, pero como dije me siento mejor, no me canso y puedo levantar cosas pesadas sin problemas que antes me habrían roto la espalda.

La verdad es que los beneficios del ejercicio fueron a los primeros tres meses, donde pasé de 81 kilos, 160/103 o más de presión y más de 80 de pulso hasta los actuales 79.2 kilos 128/73 de presión y 63 de pulso. ¿Por qué sigo siendo medio obeso? Tal vez tenga algo que ver que hice dieta durante un mes más o menos -dejé de comer pan y masas- pero después la mandé al diablo y volví a comer de todo como siempre. Creo que la moraleja es que el ejercicio no sirve para bajar de peso, pero si mejora mucho la salud y el bienestar en general. En los últimos tres años no me he resfriado ni una sola vez, cuando antes me resfriaba religiosamente todos los años.

 Claro que los ejercicios que yo hago son super moderados, jamás llego a quedar agotado, los hago en su mayoría acostado en la cama y con una pesa de solo 7 kilos, pero si hago muchas repeticiones. En fin, creo que lo más saludable es no pensar ni menos preocuparse por la salud, excepto cuando algo empieza a doler o los malestares son serios. Para mí sin síntomas no hay enfermedad..

Sobre los tratamientos médicos, siempre traté de mantenerme lo más alejado posible de todo eso, aún sabiendo que cualquier día voy a caer al hospital o a una consulta. Pero acompañando a McDonnell he aprendido bastante sobre el sistema. He notado por ejemplo, una especie de relación inversa entre lo que cobra el médico y su calidad profesional (y a veces humana, es difícil distinguir).

En Arica -y supongo que en todas partes es parecido- hay clínicas carísimas, otras para los pobres y finalmente el servicio público de atención de urgencia que -para casos graves- es gratis para todos. Las clínicas caras son máquinas para estafar y sacar plata: mucha maquinaria super moderna, buenas instalaciones y los médicos que he conocido son estafadores de cuello y estetoscopio, a los que les importa un comino la persona que están atendiendo. Extremadamente amables, simpáticos y buenos para contar chistes, iguales que el médico de los Simpsons: meter miedo y sacar plata son sus principales preocupaciones, es una verdadera industria.

Y cuando las cosas se ponen feas, mandan al "paciente" al hospital público, para no arriesgar su reputación si es que se muere, es increíble el desapego con que trabajan y la facilidad con que embaucan a la gente que mientras más les cobran mejor los encuentran. Eso es lo más chistoso, porque la gente piensa "si es caro tiene que ser bueno", cuando normalmente es todo lo contrario. Los especialistas son máquinas de pedir exámenes, que es la otra parte del negocio.

En contraste, hay buenas clínicas mucho más modestas, armadas por unos pocos médicos más o menos a pulso, sin grandes lujos pero honestas. Aquí si voy a dar nombres porque creo que se lo merecen. La Clínica Monte Sinaí, es una consulta relativamente pequeña y barata, nadie tiene problemas en trabajar con Fonasa, el dueño es un médico ecuatoriano y allí trabaja un doctor de apellido Pusha que es el que mejor ha atendido a McDonnell. No es simpático ni cuenta chistes, pero ha sido muy profesional y honesto, si no sabe algo lo dice y explica quien puede hacerlo, las alternativas, ventajas, riesgos y todo eso. Como es médico general tiene una visión mucho más completa de los problemas, en fin, me parece un lugar y un profesional confiable.

Cuando la gente se enferma obviamente que se asusta, y busca lo mejor en el entendido que lo más caro es mejor que lo barato. Mi impresión acompañando a McDonnell y viendo como han ido manejando sus numerosos achaques, es que lo mejor de lo mejor es el sistema público, especialmente en situaciones de emergencia los consultorios familiares que dependen de las municipalidades  son de primera, buenísimos. El Cesfam Iris Véliz Hume es mejor que cualquier clínica privada en caso de emergencia, comprobado varias veces cuando McDonnell tenía sus crisis respiratorias. Fueron mucho más efectivos que las clínicas más caras de la ciudad.

El hospital público también es de lujo, al menos en cuanto a instalaciones, porque afortunadamente ni mi amigo ni yo hemos llegado allá en camilla, pero si he tenido amigos que han estado muy mal -y mi querida suegra con su cáncer por cierto- y hablan maravillas. Tiendo a creerles.

La moraleja, para mi gusto, es que hay que despreocuparse de la salud hasta que estemos agonizando y -llegados a ese triste caso- la mejor opción en Chile es ir a un hospital público. Yo espero morirme antes que alcancen a entrame a un hospital, pero eso nunca se sabe.