Picadillo del martes

Una divinidad maligna 
Un día de perros. Por esas cosas de la vida me tuve que levantar de madrugada en este horrible día de invierno, en lo que llevamos del año hemos tenido un día en que no apareció el sol en Arica, fue horroroso y hoy en la mañana pensé que eso se iba a repetir, afortunadamente alrededor de las 13 horas apareció tímidamente el sol a entibiar y traer un poco de luz ¿A quién diablos le importa el calentamiento global? A mi me tiene sin cuidado, si se tratase de una glaciación en cambio si que estaría aterrorizado.

Me acordé que en los años ochenta un gerente del Hotel Arica, que era el más caro de la ciudad en esa época, ofreció una promoción sorprendente para el mes de agosto: cada día que no apareciera el sol sería completamente gratis para los pasajeros, ni que decirles que el hotel se llenó. 

Pero Arica tiene una especie de divinidad maligna que echa a perder los mejores planes, la estadística del clima muestra que esta ciudad es una de las más soleadas del mundo y que muy pocos días del año el sol no aparece. Bueno, justo ese año hubo una anormalidad histórica y por primera vez desde que se tiene memoria casi todos los días de agosto estuvieron completamente nublados. Creo que fue cuando don Eugenio Celedón era gerente y desde entonces tuvo que buscar otro trabajo, no estoy seguro que fuese él pero me parece que sí. Es una buena historia para mi Diccionario de Curiosidades de Arica.

Yo solo espero que pasen rápido estos malditos días que me deprimen. Si de mi dependiese, me acostaría a invernar a finales de abril y despertaría a mediados de septiembre, igual que los osos, el invierno es para mi una estación nefasta e insoportable, yo solo cuento mis años en veranos

Hay un American Standard de los años 30, la canción de septiembre, que compara el año con la vida de una persona, claro que hay que tomar en cuenta que en gringolandia las estaciones están cambiadas y allá el verano es -equivocadamente por supuesto-  en los meses de junio, julio y agosto, en septiembre se termina y comienza el otoño. La letra de esta canción dice que cuando se termina el verano los días se hacen más cortos porque se acerca el invierno, o sea la decadencia y la muerte. Gran canción, la pueden ver en Youtube con la letra en este link, cantada por Frank Sinatra.

Jazz standards
A propósito de canciones, por alguna razón en el jazz a las canciones clásicas les llaman "standards", seguramente porque son parte del repertorio que todo músico o cantante debe dominar. Mis standard favoritos de jazz son muchos, solo pondré algunos: Autumm leaves, Blue Moon, As time goes by, On the sunny side of the street, Chatalloga chu chu, They cant take that away from me, My heart belongs to daddy, The lady is a tramp (casi todo lo de Cole Porter en realidad), y -como no- Stormy Weather. En fin son miles de canciones, solo puse las primeras que se me vinieron a la mente entre mis favoritas, con links a sus videos en las versiones que más me gustan, vale la pena escucharlas, cada una.  

Mocosos ridículos
Para terminar este picadillo medio desabrido -hace demasiado frío y estoy demasiado sobrio para escribir algo ocurrente- quería comentarles algo sobre la desagradable moda de endiosar a los niños, como si se tratara de unos pequeños Einstein. Por casualidad me topé en la tele con una propaganda donde unos mocosos ridículos hablando muy serios que hay que salvar el planeta, que los adultos no son modelos para ellos , que están haciendo un mundo mejor y todas esas estupideces muy al estilo Greta Thumberg ¡Qué pelmazos más insoportables! Y lo peor no son ellos, sino los padres que les enseñan a recitar esas idioteces tal como antiguamente les enseñaban a declamar poesías que ni siquiera entendían para impresionar a las visitas.

Es normal que un niño sea estúpido, es su estado natural debido a la falta de experiencia y de desarrollo cerebral que se forma a partir de esa experiencia. Esto los hace repetir como loros lo que escuchan, con la seguridad del completo ignorante que cree saberlo todo mejor que los demás. La ignorancia es atrevida ¡no lo sabré yo!.

Bueno, hace unos años, a partir de los setentas creo yo, empezó esa moda ridícula de endiosar, primero fue a los más jóvenes y a medida que pasaba el tiempo y los usos y costumbres se fueron descomponiendo, muchos adultos empezaron a alucinar que los niños eran unos malditos genios. Algún orate inventó eso que existían los "niños índigo", otros simplemente empezaron a comportarse como sirvientes de sus hijos para comprarles el cariño, con eso lo único que consiguieron fue crear pequeños monstruos petulantes que parieron por despreciar a sus padres, cobardes con Síndrome de Estocolmo.

Que ridiculez más grande, eso ha sido fruto de adultos que desarrollaron personalidades inseguras, incompletas, débiles y por eso necesitan de cariño incondicional, el amor incondicional no es amor sino servidumbre. Estas debilidades de carácter se expresan de varias maneras, algunos vuelcan su cariño hacia las mascotas al punto que llegan a creer que son personas, con los niños pasa algo parecido y en ambos casos, mascotas y niños, desarrollan a su vez personalidades enfermas e inseguras, es una especie de círculo vicioso. 

Por mi que se vayan al diablo todos esos pequeños Thumberg y sus estúpidos padres, sobre todo los padres y los giles que les avivan la cueca, al final están eternizando las persoalidades falladas, generación tras generación.