El maestro constructor

Como la cosa iba un poco lenta, hoy en la mañana me puse a chicotear los caracoles junto con la empresa contratista MTA Ingeniería, es decir el chico Alfredo. Tengo que aprovechar que no le han salido contratos porque estoy en plena fiebre constructiva. Hoy fuimos a comprar pintura, lijas, cables, algunos accesorios eléctricos y en eso perdimos buena parte de la mañana. Además me conseguí un  par de luces led, con el alto auspicio de mi viejo amigo y compañero "el chicha" Ahumada, también conocido como Nortei, Soluciones Integrales de Energía Solar el Iluminación Led, hoy las dejamos instaladas ¡chas gracias Oscarini!

Bueno, como les contaba, eso nos llevó casi toda la mañana, así es que cerca de la hora de almuerzo empezamos a hacer algo útil por la vida. Mientras el Alfredo se dedicó a la parte eléctrica yo me puse a sacar la pintura vieja del cielo raso que estaba en mal estado, de no rasparse sería inútil pintar encima, porque se caería todo. 

Primero probé con una espátula y casi me rompí las muñecas, después traté con un chascón colocado en el taladro pero me cundía muy poco y la posición de trabajar con un taladro hacia arriba es muy peligrosa. Finalmente encontré una escobilla de acero que era la solución al asunto. No se imaginan lo sucio y cansador que resulta trabajar en un cielo raso desde abajo, me pasé todo el día en eso. Quedé increíblemente sucio, transpirado y con mi escaso pelo como estopa, pese al gorro medio gay y las gafas de seguridad que usé para evitar que me cayera la pintura. Heme aquí

Cerca de medianoche, llené la tina de agua hirviente y me puse a remojar por más de una hora, para sacarme las capas de mugre y sudor que tenía acumuladas, ahora son la 1:07 AM y recién salido de la tina, bien bañado y enjuagado me pongo a escribir la entrada para el día de hoy porque Nulla Dies Sine Linea.

Hasta el momento me he gastado como 750 mil pesos, unos 938 dólares y creo que tengo casi todos los materiales para terminar, al menos espero tener todo porque me he gastado hasta el último centavo de los subsidios IFE y otros que había juntado, además que rompí el chanchito de la Benemérita Fundación mi Billetera y el de mis magros ingresos por mis clases online, tiré toda la carne a la parrilla. Entre el techo de mi suegra, mi cuchitril y la cocina me he gastado -más o menos- unos 2.500 dólares.

Además de lo que he comprado, encontré entre los cachureos mucho material que me sirve: cañerías, enchufes, cajas, pvc, chapas, marmolina, becron, cerámicas, fitting, accesorios para el baño, etc. todos sobrantes de construcciones anteriores que por suerte tenía guardados. El chico Alfredo también me cooperó con insumos que él tenía sin ocupar y el chicha Ahumada me regaló dos lindas lámparas led, todo bien hasta ahora. Hasta mi querida suegra, que es campeona para criticar y encuentra todo malo está contenta, eso si que es un logro.

En unos días más creo que organizaré y publicaré fotos de los arreglos. Cansado como perro pero muy entretenido y listo para enfrentar el temporal que se nos viene, sin mucho más que decir, se despide de ustedes su seguro servidor. Hasta mañana.