¿Es inviable el programa económico de Kast?

He escuchado la misma idea varias veces, y de "comentaristas serios": que el programa económico de Kast no es viable porque los números no cuadran, que Chile está endeudado hasta el cuello y solo para pagar los intereses de esa deuda el próximo gobierno necesitará salir a buscar 17 mil millones de dólares, que es una cifra enorme ¿de donde va a sacar esa plata si no es colocando nuevos impuestos y subiendo los ya existentes? Si el próximo gobierno baja o elimina impuestos, esto creará un déficit gigantesco que va a hundir la economía. 

Para los ignorantes, esto se ve cómo un planteamiento lógico y evidente, especialmente cuando desde rifleros como Mosciatti hasta muchos PhD en economía lo repiten con palabras muy serias y convincentes. Apelan al sentido común, sin saber que la economía es la cosa más contra intuitiva que existe.

El error de esto es común entre economistas y opinólogos mediocres: hacer una proyección lineal y asumir un ceteris paribus, es decir que se puede cambiar un factor y todos los demás permanecerán iguales. Es un error grosero y antiguo, que se comete casi siempre al proyectar en asuntos económicos.

Veamos primero el efecto de subir o crear nuevos impuestos para pagar las deudas. El efecto seguro de poner más carga de impuestos será que el fisco recaudará menos, la economía se contraerá, habrán menos empleos y más pobres. Eso se llama la Curva de Laffer y siempre se ha cumplido, porque más impuestos harán más rentable evadir y menos atractivo invertir. Doble efecto: más evasión y menos inversión. Hay evidencia histórica enorme, en Chile no tenemos que mirar muy lejos, basta con ver el resultado de la última reforma tributaria de Bachelet-Jorrat.

Si en cambio los impuestos bajan o se eliminan algunos, ocurre todo lo contrario. Al ser menor la carga impositiva menos gente estará dispuesta a correr el riesgo que lo pillen evadiendo. Por otra parte, para los que tienen capital les resultara mucho más atractivo invertir,. También parte de la plata que la gente pagaba en impuestos ahora queda en su bolsillo, consumen y eso crea riqueza.

Porque toda la riqueza nueva que se crea en un país, tiene su origen en que alguien invierte capital, arriesgándolo en algún negocio. No existe ninguna otra forma de producir riqueza que no sea la inversión, de allí nace todo.  

Recuerdo bien cuando en Chile se decretó el fin de los controles de precios para los artículos de primera necesidad, todo Chile se volvió loco y la "gente sensata del país" fue a hacer fila al Ministerio de Economía para pedir  que no aplicaran esa locura de los Chicago Boys porque iba a arruinar al país "¡precio libre para el pan, los panaderos subirán el precio al infinito y ningún pobre podrá comer un pedazo pan!". Ojo, que esto no lo decía solo la gente de izquierda o centro, sino principalmente los empresarios de derecha, especialmente molineros y panificadores que estaban muy cómodos con los precios fijados por el gobierno.

Decían indignados que eso no existía en ningún lugar del mundo, lo que era mentira porque la liberación de precios fue la que había causado el milagro económico alemán de la posguerra, pero igual lo repetían como un mantra. Lo mismo dijeron de cada una de las modernizaciones estructurales de nuestra economía que nos convirtieron en el país con mayor nivel de vida en América Latina.

El programa económico de Kast, de bajar impuestos, recortar el gasto público y fomentar la inversión no solo es factible, sino que es la única manera posible de arreglar los enormes problemas económicos en que estamos metidos. Y estos problemas han sido efecto de décadas subiendo el gasto público, subiendo impuestos y de políticas que han terminado espantando la inversión.

La única manera de arreglar la economía en Chile y volver a tener oportunidades es bajar el gasto público, bajr los impuestos y dar las condiciones para que llegue más inversión ¿Saben cuantos proyectos nuevos de la gran minería han llegado desde 2010, cuando se estableció el funesto "royalty minero?" Cero, desde esos años no ha abierto una sola operación minera nueva de envergadura. Así fue cómo empezó nuestro camino a la ruina.

Hay que bajar el gasto público, es urgente. La hemorragia de millones de dólares que nos cuesta el Transantiago debe parar ¿hasta cuando todo Chile va a pagar miles de millones de dólares cada año para subsidiar un servicio infame, cuyo único incentivo ha sido acostumbrar al lumpen a que viaje sin pagar? El Transantiago de Lagos marcó el comienzo de la argentinización de nuestra economía. Eso debe terminar.

También debe volver el orden a los proyectos de inversión pública, donde se roban también miles de millones de dólares todos los años. Las municipalidades son las instituciones más corruptas de nuestro país, donde ocurren los mayores escándalos financieros y se roba de manera impune. Eso tiene que parar. Que cada proyecto de inversión pública vuelva a ser examinado con microscopio electrónico por Serplac antes de soltar la plata. Y que los análisis de eficiencia en el gasto de la Dirección de presupuesto realmente decidan que programas permanecen y cuales se eliminan.

El problema económico de Chile es que llevamos más de 30 años con los políticos a cargo de la chequera fiscal. Antes, cuando fuimos un país decente, eso pasaba por el cedazo de los técnicos de Odeplan, Serplac y Dipres, hoy cualquier patán que se ha hecho elegir parlamentario, o nombrar "funcionario de confianza" tiene completa libertad para disponer de la chequera fiscal como se le antoje.

Los sueldos de locura que se han auto asignado los parlamentarios y altos funcionarios públicos, son el síntoma más claro de lo que ha venido pasando todos estos años. La fiebre de los alcaldes por abrir "farmacias populares", "venta de gas popular" y, hacer toda clase de actividades empresariales, pese a que está constitucionalmente prohibido para el estado, se explica por esa ansia de robar.

Claro que las "farmacias populares" venden remedios a precios muy bajos ¿Y saben por qué? Simplemente porque acumulan enormes déficit: compran a crédito, venden, se embuchan la plata y no pagan ¿Cómo no va a ser buen negocio? ¿Cómo no van a querer todos los alcaldes tener farmacias, distribuidoras de gas y hasta almacenes "populares"? 

Los idiotas dicen "a mi qué me importa, yo pagaba treinta mil pesos por el remedio xx y ahora pago cinco mil, viva la farmacia popular". Despierten giles. Eso es una ilusión porque al final del día, con la ruina del país que se está provocando van a pagar mucho más que las mugrosas lucas que creen que se están ahorrando.

El programa económico de Kast no solo es viable, sino que es el único viable. De no hacerlo y seguir igual vamos de cabeza a la ruina. Y mientras nuestro avión se va en picada los políticos que arruinaron todo flotarán felices en sus paracaídas dorados, encendiendo habanos con billetes de 100 dólares, al más puro estilo Fidel Castro.