Reclamos inútiles llevan a falsas soluciones

Lo hemos visto muchas veces, especialmente en políticas públicas. Muchas veces casi todo el mundo está de acuerdo en que existe un problema, entonces empiezan a reclamar y ofrecer sus soluciones. Resulta que la mayoría de esas soluciones, que salen de un supuesto sentido común, son puros exabruptos emocionales de gente tonta, incapaces de identificar el verdadero problema y -lo más importante- determinar cual es la mejor solución. Pero como son brutos están convencidos de estar en lo cierto: mientras más brutos, más firmemente convencidos.

No existe nada más común que los errores de diagnóstico, errores groseros que confunden causas y efectos, porque la mayor parte de los problemas no son tan sencillos como parecen, por eso hacen un análisis superficial y obtienen la solución que les parece simple, lógica y evidente, que en verdad es una estupidez. Y si por desgracia se llega a aplicar, termina causando problemas mucho peores que los que pretendían solucionarse.

Que mejor ejemplo que la "comisión constituyente", con multitud de gente estúpida, ignorante, payasitos asertivos de la escuela de Florcita Motuda y la Jiles, que fueron elegidos por gente tan idiota como ellos mismos "uno de los míos, cercano, como tu o como yo", no es muy difícil entender el circo pobre en que se ha convertido todo eso: si entra basura, sale basura, ese es el principio cero de la programación y vale para toda clase de situaciones.

Pero la constitución no es un tema que me interese, es apenas un mal chiste y será violada a la primera. Así es que esta vez quería escribir -muy brevemente- de un problema real y mucho más importante, que es la ola de criminalidad que ha aumentado en nuestro país con la llegada de inmigrantes, especialmente desde Colombia, Venezuela y Haití.

El problema es claro: han llegado millones de inmigrantes, ha crecido el crimen de manera explosiva no solo en el número de delitos, sino también en la violencia nunca antes vista. Hasta ahi todos estamos de acuerdo. Los malo es que a partir de un problema que es tan claro aparecen los genios analizando y proponiendo soluciones, y entonces empieza lo malo.

Como dije al principio, un mal diagnóstico lleva a malas soluciones y consecuencias que pueden ser mucho peores que el problema mismo. La gente simple sale indignada a la calle a protestar, pero la mayoría solo quieren que "las autoridades hagan algo" sin tener idea que cosa es lo que tienen que hacer. Claro, hay algunos con ideas, pero prácticamente todas son simples estupideces.

Veamos: piden estado de excepción constitucional, en un momento en que nadie respeta la constitución en lo más mínimo, piden militares resguardando el orden, cuando los militares apenas si pueden usar sus armas en riesgo inminete de muerte, y así y todo arriesgan su carrera, piden aumentar las dotaciones policiales, cuando hay criminales con más de 300 detenciones de las que han sido liberados sin juicio. Para colmo de la estupidez piden la expulsión de todos los inmigrantes que han entrado, cuando hasta un niño chico se puede dar cuenta que es imposible siquiera acercarse a eso.

¿Por qué hablan tantas brutalidades? Si no se les ocurre nada útil mejor que se callen y se queden en la casa, porque reclamar en base a ideas tontas, un diagnóstico superficial y equivocado, es lo peor que nos puede pasar. 

El problema real de la violencia es muy simple, y venía escalando desde muchos antes que llegaran las masas de inmigrantes. El verdadero problema es que la Reforma Procesal Penal ha consolidado un muy alto nivel de impunidad  hacia los criminales, en Chile la impunidad es tanta que llega a extremos ridículos, en muy pocos lugares del mundo los criminales y delincuentes gozan de las ventajas que tienen en Chile.

Cualquier solución que se proponga no servirá para nada, no cambiará absolutamente nada si no se parte por desmatelar la desatrosa Reforma Procesal Penal, que ha sido el conjunto de leyes más perjudicial que hemos tenido en toda nuestra historia, que ha consagrado la impunidad ante el delito y ha creado instituciones corruptas hasta la médula como es el Ministerio Público. Ese es el verdadero problema, la causa, todo lo demás son síntomas.

Gracias al Ministerio Público, con fiscales corruptos, discrecionales y que no rinden cuentas ante nadie, sumado a muchos jueces mediocres que han hecho carrera gracias a la política, es que Chile se ha convertido en un país donde el imperio de la ley es una ficción, donde nadie está protegido y la única ley que realmente funciona es la de la selva. 

Si a alguien se le ocurre protestar que proteste contra eso y no ande pidiendo estupideces que no tendrán el más mínimo resultado, al contrario, seguirán encubriendo el verdadero problema y la situación seguirá cada vez peor.