¡Aleluya! Dólar versus UF

Mi buen y viejo amigo que yo se, tuvo la gentileza de hacer un generoso aporte a la Bemérita Fundación Mi Billetera con la siguiente advertencia "prohibido NO dilapidar este dinero" ¿Quien soy yo para llevarle la contra? El mandato era claro, la plata debía malgastarse y así se hizo. La más contenta con todo esto fue la señorita Pussy que vive con nosotros y a veces hasta duerme conmigo. Que cosas, ¡Chas gracias amigo!

¿Ahorrar en dólares o UF?
Para los que no son de Chile, acá tenemos desde los años sesenta un invento maravilloso llamado "Unidad de fomento" (UF), la UF es una cuota equivalente a cierta cantidad de pesos chilenos que cambia cada día de acuerdo al costo de la canasta de bienes que se usa para medir el costo de la vida. De este modo podemos pactar préstamos y pagos en UF en lugar de hacerlo en pesos, con lo que quedan protegidos de los efectos de la inflación en plazos tan cortos como de un mes a otro por ejemplo.

Durante el Gobierno militar cuando nuestra economía -que hasta entonces era tercermundista- se puso a la par con las del mundo civilizado, se empezaron a usar más y más los contratos pactados en UF en lugar de pesos, lo que trajo todas las ventajas de tener un sistema con menos incertidumbre: las tasas de interés de los préstamos bajaron porque ya no tenían que "suponer" la inflación futura y quienes pagaban las cuotas lo hacían en base a un índice objetivo, no en el capricho del acreedor. 

La aplicación masiva de la UF tuvo un efecto económico enorme y beneficioso para todos, pero nunca falta el burro ignorante que se quiere hacer el simpático frente a otros burros. Y no fue Ossandón, sino otro millonario idiota que partió su campaña política prometiendo que si lo elegían presidente iba a eliminar la UF "en cinco minutos", afortunadamente en esos años habían menos burros y mi primo lejano Francisco Javier Errázuriz Talavera, sacó una votación misérrima. 

Ahora que nos acecha el fantasma de la inflación y los locos se tomaron el manicomio, no sería nada raro que vuelvan a aparecer orates prometiendo lo mismo con el pretexto que eso solucionaría "en cinco minutos" el problema de los pobres. Y lo peor es que seguramente encontrará más giles que le crean.

Bueno, en todo caso como los regulares de este Templo del Ocio ya saben yo tengo el vicio de ahorrar, aunque sea las cantidades ínfimas que me sobran todos los meses y en mis abundantes ratos de ocio me hice la pregunta del millón ¿En qué me conviene más ahorrar, dólares o UF? Y para contestar esto hice un simple chequeo del último mes:

UF un mes atrás $ 31.697, UF hoy $ 31.995, variación $ 298 (0.9%)
Dólar un mes atrás $ 795.29,  dólar hoy $ 824.85, variación $ 29,56 (3,5%)

¡No hay donde perderse! Se ganó casi 3.5% por cada dólar versus 0.9% por cada UF, me voy enseguida a meter todo en dólares. ¡Pero un momento! Haciendo memoria recuerdo que en diciembre de 2021 compré mis primeros mil dólares para ahorrar en $ 841.06, es decir al día de hoy "perdí" $ 16.21 por cada dolar. O sea todavía estoy perdiendo 16 lucas por esos primeros mil dólares.

Este cálculo sencillo y un poco tonto nos muestra algo fundamental que hay que saber en las decisiones de ahorro y -en general- para cualquier decisión financiera. ¿Se fijan que coloqué la palabra "perdí" entre comillas? Porque ganar o perder dinero es un concepto de contabilidad, no de finanzas. La contabilidad es estática y compara entre dos ejercicios separados normalmmente por un año, mientras que las finanzas son dinámicas y no tienen puntos de corte definidos, los resultados solo se pueden evaluar cuando el inversor decide salir del juego.

Coloqué que el cálculo es un poco tonto porque muestra una realidad obvia, las decisiones financieras siempre deben balancear dos objetivos que van en sentido contrario: riesgo y seguridad, entonces ninguna de las dos decisiones (ahorrar en dólares o UF).es buena o mala por si misma. Las decisiones financieras siempre deben partir con la pregunta ¿qué es lo que quiero obtener? De manera increíble, mucha gente no se hace esa pregunta antes de decidirse por algo.

Por ejemplo, supongamos que yo tengo un millón de dólares para ahorrar, seguramente me interesará mucho más la seguridad que la rentabilidad, porque teniendo tanta plata tener un poco más (por ejemplo cien mil dólares) no será gran cosa, pero si arriesgo a perder la mitad o más no me haría ninguna maldita gracia, recordemos que el dolor de la pérdida es siempre muy superior a la alegría de una ganancia. En este caso yo invertiría en UF, porque aunque no gane nada en términos reales, me aseguro de no perder el valor original.

Pero si tengo mil dólares y puedo ganar cien o perder quinientos, para mi sería mucho más atractivo apostar, porque la pérdida de quinientos dólares no es ni por broma tan catastrófica como perder quinientos mil. En cambio ganar cien dólares o más, a esa escala es bastante atractivo. Entonces simplemente apuesto al dólar, aunque tenga riesgo de perder.

Claro que esto está estrechamente relacionado con nuestra manera de ser. Yo no soy apostador y me conformo con ahorrar con un riesgo bajo teniendo pequeñas ganancias, como tampoco soy ambicioso no me molñesta pensar en "lo que he perdido" por no arriesgarme. Al final vivir asustado o preocupado, aunque me haga rico, para mi no vale la pena, aunque igual me puedo dar el lujo de perder en pequeñas cantidades, por eso compro dólares y guardo una UF mensual en una libreta de ahorro para vivienda, es mi mezcla perfecta.

Muchas otras personas piensan que "el que no se arriesga no cruza el río", tienen grandes ambiciones y disfrutan la adrenalina del riesgo, tanto o más de lo que yo disfruto contando mis metódicas e infinitesimales ganancias. Son apostadores y eso no tiene nada de malo, al contrario, los apostadores son los que hacen todas las grandes cosas, todo lo que es importante. Yo prefiero no ser importante y dormir tranquilo, que como dijo una vez mi amigo Pablito -gran apostador- "es algo que no tiene precio"