30 julio 2022

Refrito del sábado ¡Por favor no destruyan la marca!

 

Escribí esto hace casi 16 años. A veces releo estas cosas y preferiría mil veces haberme equivocado, pero no, ocurrió tal como escribí hace tanto tiempo, palabra por palabra. La marca Chile la hicieron pebre, que diablos. Aquí va de nuevo.

¡Por favor, no destruyan la marca! (escrito origialmente el 23 de noviembre de 2006)
Chile tiene buena prensa desde hace muchos años, y esto no es solo una anecdóta como el buen vino, lindas mujeres y todos esos clichés que se repiten a veces, sino que tiene efectos prácticos importantes sobre todos nosotros. Me ha tocado al viajar y ver cuando paso por extranjería que el trámite siempre ha sido expedito mientras viajeros de otros países de América Latina son minuciosamente interrogados y revisados, por el solo delito de venir de un país "sospechoso".

Pero hay mucho más que eso, yo he ganado mis buenas lucas en los últimos años gracias a la imágen de país serio, ser titulado de una universidad chilena es -con o sin razón- una buena carta de presentación en los países vecinos y es algo que he podido comprobar personalmente muchas veces.

Años atrás hice unos proyectos para el Concurso de Promoción de Exportaciones de Prochile (no me pagaron los honorarios, malditos sinverguenzas) para que la Universidad de Tarapacá promocionara cursos de posgrado, y hasta el día de hoy el programa de internacionalización que tienen les da importantes ingresos y sigue promocionando la "marca Chile" en Perú, Ecuador y Bolivia.

Hay muchos ejemplos de como esta buena reputación ha significado plata contante y sonante para muchos de nosostros. Las enormes inversiones mineras de principios de los noventas permiten un confortable nivel de vida a mucha gente acá en el norte, incluyendo a mi vecino que es mecánico, amigos que son explosivistas, etc. y que sin esas inversiones probablemente hoy estarían manejando taxis.

En fin, hay innumerables ejemplos de los beneficios que nos ha traído esta buena prensa que consiste en unos pocos conceptos que son aceptados como verdad en gran parte del mundo: Chile es un país serio, para hacer negocios basta cumplir los requisitos legales, las coimas no son necesarias, tampoco se necesita tener padrinos políticos como en casi todo el resto de América Latina, los policías son correctos y es muy peligroso ofrecerles un soborno, los impuestos son bajos y parejos, el que cumple con las normas no tiene de que preocuparse, las leyes se respetan y las reglas no cambian ni se hacen leyes retroactivas. Otra parte de nuestra buena prensa que ya no es tán válida es que la economía anda bien, hay poco desempleo y escasas protestas sociales. Lo que se terminó hace tiempo es el alto crecimiento: cuando Chile era un país con tasas sobre el 8% sostenidas durante años eso lo hacía un lugar muy atractivo para venir a invertir.

Estuve viendo una entrevista a Andrés Bianchi, que fue presidente del Banco Central y encargado de negociar el tratado de libre comercio con USA, y cuenta como en esos día tenían una batería impresionante de estadísticas que les permitió cerrar el tratado sin necesidad de contratar a ninguna empresa de lobby. Decía que al mostrar a Chile entre los países con menos corrupción en el mundo, un lugar por encima de Alemania era el killer-argumento frente a los congresistas más escépticos.

Todavía conservamos gran parte de esa buena prensa, por la inercia y porque la reputación no se construye ni se pierde de un día para otro. Pero después del gobierno del presidente Lagos estamos enfrentados a un terrible problema: que los asesores de imagen y la propaganda está sustituyendo a la realidad. Y existen dos países: Chile como es y Chile como se ve (todavía) desde el exterior.

La seguidilla de escándalos de corrupción que el actual gobierno ha heredado -hay que ser justos- no tiene precedentes, algunos desde la izquierda dirán "bueno ¿y los escándalos de las privatizaciones durante el Gobierno Militar?" pero resulta que no hubo secretos en eso y nunca fueron considerados como prácticas corruptas, al menos a nivel de negocios internacionales. Lo de ahora es rapiña -y lo que es peor- ilegalidad abierta.

Porque existen las formas, los funcionarios del estado pueden hacer cosas que se consideren inmorales, pero cada cual tiene su moral y lo que es moral para uno perfectamente puede ser inmoral para otro. Pero cuando las cosas son ilegales y el aparato del estado se dedica a ocultarlas, todo el sistema tiembla. En esto las formas son muy importantes: si aceptamos que un político puede hacer algo ilegal sin que le pase nada estamos fritos.

Solo para nombrar los dos últimos, las malversaciones en Chiledeportes son transformadas en "irregularidades" por el newspeak de la política. Un par de días atrás me tocó ver al ministro del trabajo supuestamente indignado, declarando que era "impresentable" (newspeak de nuevo) que dineros destinados a los cesantes se bubieran "desviado" (newspeak de nuevo) a campañas políticas.

La mínima lógica dice que los parlamentarios que salieron elegidos y malversaron fondos públicos para su campaña deben ser a) identificados y b) destituídos. Pero eso es "impensable" (otra vez el newspeak), en lugar de eso se hacen comisiones investigadoras donde la oposición tratará de sacar provecho haciéndose los santurrones y moralistas. Al final llegarán al "Gran Acuerdo" entre gobierno y oposición que consistirá en destituír algunos mandos medios, un intercambios de favores en votaciones y chao.

Ya sé que hay un montón de discurso por el estilo circulando en estos momentos, pero yo quiero aportar una idea adicional. Nos estamos transformando de un país donde convenía ser honesto en otro donde conviene ser sinverguenza, y como lo justo es lo que nos conviene nos estamos desplazando hacia el mismo hoyo donde están otros países de América Latina que por respeto no voy a nombrar.

Yo he hecho un montón de cosas incorrectas y una que otra ilegal en mi luenga vida, por eso no me voy a sumar al coro de hipócritas que se alzan a señalar con el dedo a "los corruptos". Pero yo creo en el valor de la buena reputación y es desesperante ver como se está perdiendo.

Yo cuido mi reputación, probablemente en estos días voy a perder plata porque no me voy a prestar a hacer sinverguenzuras por tan poco, no es un asunto moral, es un simple cálculo de costos y beneficios. ¿Cuanto vale una reputación?, tendré que pagar el costo y andar sin un peso por un tiempo, ya veré como me las arreglo, pero hasta el momento nadie puede decir que lo he estafado, eso me ha costado años y lo cuido, si hay que pagar un precio se paga callado nomás.

Y en este caso todos los políticos deberían estar haciendo precisamente ese cálculo ¿cuanto vale la reputación de Chile como un país correcto? Fueron muchos años que costó armar toda esa buena prensa y si siguen echando la tierra bajo la alfombra, haciendo arreglines cupulares y burlándose en la cara de todos los chilenos de a pie, llegaremos a la conclusión de que nos transformamos en un país de ladrones donde no conviene ser honrado. Y volveremos otra vez al montón de donde una vez salimos.

2 comentarios:

  1. Un contertulio de la epoca "Refor" opinaba en noviembre de 2006: "una movida estrategica es haber dejado a los grupos mas jovenes, aun fuera de las desiciones politicas, en estos dias realizara un congreso los dirigentes pinguinos, lo haran en valparaiso,pese a que el gob le prometio 30 pasajes por region, ovbio que les mintieron de nuevo, pero atento a sus conclusiones son los futuros politicos a si que tanto , hasta allamand comenzo igual."
    16 años detu post y lde a opinion que cito..nada mal. Mi mantra es del final de la primera vez de la Larva y recien el inicio de la ancha Comisionada II y su intento de revolucion.

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  2. Refor la olfateó en su momento jaja!

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"