Comamos y bebamos, que mañana moriremos

Esto sale en la Biblia señores y la Biblia se respeta. Por eso abrí hace un ratito una botella de champaña para celebrar una buena noticia como a mi me gusta, solo y encerrado en mi oficina. 

Hay cosas que no me gusta celebrarlas acompañado, las fiestas con los amigos y todo eso están muy bioen pero cuando la celebración es por algo superficial, las celebraciones importantes deben hacerse solo, al menos así yo lo entiendo, para poder pensar en el asunto, darle vueltas y agradecer a la Diosa Fortuna o al Pulento como corresponde.

Ya me estan cayendo encima los achaques de la edad, ando medio mal del estómago y con la presión alta, entre varios otros estropicios  que se me van acumulando, pero eso no obsta que me vaya a tomar la botella completa de una sentada ¡salud! (glu glu glu)

Ah la champaña, cada día me gusta más, es la cerveza de los ricos. Yo no soy rico pero tengo gustos caros y como no tengo plata me los doy muy pocas veces y con productos de calidad inferior, total, nunca he sido un aficionado a las marcas. Por eso fumo cigarros puros baratos y champaña Valdivieso, que no es Cristal ni Dom Perignon, pero cumple igual con el requisito de emborracharme.

Pasan las burbujas por mi pescuezo y llegan con una velocidad increíble a mi cerebro, ya estoy un poco maharishi y eso me permite verlo todo un poco más claro. Todo es ilusión, las ideas que nos hemos ido formando a lo largo de toda la vida se pueden reventar en un minito, nada es permanente.

Ahora que me pasó algo bueno me acordé de mi gran amigo Ivan Seisdedos, una bellísim,a persona con quien estuve conversando pocos días antes de su muerte. Venía recién saliendo de un pozo oscuro de mala suerte y le estaba empezando a ir bien, me invitó a un sandwich con un café en el paseo 21 de Mayo y me decía "estoy asustado, me está yendo tan bien que temo que algo horrible me puede pasar".

Ivan era muy inteligente y en efecto, a los pocos días se murió, el sabía de los ciclos y que después de algo bueno viene la temporada negra. Yo también he visto eso muchas veces pero no estoy asustado. No demasiado al menos.

Me tomo otro largo sorbo de champaña y se me desvanecen los pensamientos pesimistas, nada malo puede pasarme, si me muero mañana feliz porque me iré derecho al cielo y El Pulento saldrá a la puerta a recibirme con un abrazo, no tengo dudas de eso "¡Tomasito compadre, pasa, pasa, estás en tu casa!"

Bueno, disculpen las incoherencias pero ya casi me bajé la botella completa, mi presión debe andar por la estratósfera y quien sabe que más.

La cosa es que estba recordando mis años en el agujero negro, fueron entre 1968 y 1978, tuve diez años de la más horrible mala suerte y la cosa me afecto muchísimo. Ahora recuerdo de una cosa que me decía mi amiga Sonia de Colombia "¡no te dejes Tomás, nunca te dejes!" y yo nunca me dejé, incluso cuando el asunto se puso desesperado.

Me acuerdo que en esos años dificilísimos yo me puse supersticioso. Empecé a rezar todos los días y trataba de ver señales que todo iba a mejorar y cosas por el esilo. Me acuerdo que pensaba "estoy haciendo todo bien, tengo que seguir en lo mismo y en algún momento las cosas se van a arreglar".

Efectivamente, eso fue lo que pasó, pero después de 10 años de palos y flechas de la aviesa fortuna. Ahora me doy cuenta de la suerte que tuve, pienso en el Tomás Jr. que a los 31 años  nunca se ha visto apretado por el cogote y lo compadezco, tal vez algún día le toque, es muy probable, ojalá que no se deje cuando le toque.

Ahoras pienso "tuve suerte" pero entonces no pensaba lo mismo,es muy distinto ver las cosas cuando está lloviendo que verlas después que salió el sol.

No se, ya me empine toda la botella y estoy totalmente maharishi, solo quería compartirlo con ustedes, mis amigos, que tienen la paciencia de leer todas las tonteras qe se me ocurren día a día. Y no podía dejar de compartirles esta micro celebración porque en verdad los considero mis amigos.

Y como pueden ver, ya estoy en la etapa del borracho cariñoso, y la prudencia aconseja que termine aquí, antes de pasar a la eapa de borracho odioso.

La cosa es que todo esto es muy raro, tremendamente raro. Estoy solo en mi cuchitril, bastante ebrio a estas alturas y es como si estuviera celebrando con todos mis mejores amigos, los regulares de este Templo del Ocio ¡que maravilla!.

Amigos, no les puedo comentar mucho los detalles pero la verdad es que tengo motivos para celebrar. Todos tenemos motivos para celebrar, siempre, no importa cuan cagados estemos. Yo en 1977 también tenía motivos para celebrar, aunque estaba más cagado que el palo de un gallinero, No hay que dejarse, nunca.

De todas las entradas incoherentes, que no son pocas, esta debe ser la peor. Pero que importa, porque in vino veritas. Conozco amigos que tienen enfermedades muy serias, amigos que probablementye se van a morir, a ellos les digo: que importa. No se dejen, todos nos vamos a morir así es que las enfermedades y la muetre  no son problemas reales.

Ah queridos amigos, me estoy tomando los últimos sorbos de la botella y se que me voy a arrepentir de haber escrito todas estas estupideces, pero recuerden in vino veritas, en el vino está la verdad. No se dejen, nunca se dejen porque todo es ilusorio y al final nada importa .

Que diablos, esta celebración si que estuvo buena, con mis mejores amigos, aunque físicamente estoy más solo que un dedo. En fin así es la cosa, mis disculpas por haber escrito tantas estupieces y prometo que no lo volveré a ahacer... hasta la próxima celebración, al menos