Una de cal y otra de arena

Homosexual y genial
No se me ocurre otra forma para describir al español Marc Giró, y eso que tiene todas las condiciones para caerme mal: es catalán, homosexual y amanerado como una yegua suelta según decimos por acá. 

A mi me molestan un poco los catalanes que se creen dueños de la cultura y viven pontificando sobre lo humano y lo divino. No hay catalán que no tenga complejo de gurú, al menos yo no conozco a ninguno, son en su mayoría -como decirlo- muy asertivos y mayoritariamente progres.

Los homosexuales antes me caían muy mal pero en la medida que he ido conociendo y he llegado a tener un par de buenos amigos de esos, me he dado cuenta que son gente común y corriente, solo que prefieren hacer el delicioso con los de su mismo sexo. En principio no veo problema con eso, cada cual con su gusto.

Lo que nunca me ha gustado y hasta el día de hoy me molesta son los maricas que exageran su afeminamiento, las locas sueltas por así decirlo y para que hablar los activistas LGBT y pajarracos por el estilo, a esos no los paso. 

Hay una anécdota muy buena sobre esto que fue la vez que se juntaron los dos referentes del mariconismo en Chile: don Julio Prieto con el novelista Lemebel.

Cuenta la leyenda que Lemebel llegó vestido de señora, pintarrajeado y con tacos altos como solía ostentar su homosexualismo militante. Esto no le hizo maldita gracia a don Julio, que terminó muy enojado con el encuentro. Dicen que comentó "no me gustó nada ese señor vestido de mujer, en Iquique somos maricones pero con bototos".

A mi me hizo mucha gracia cuando me lo contaron y subió mucho mi admiración por el insigne don Julio.

Bueno, la cosa es que Marc Giró las tiene todas para caerme mal: es catalán, tiene complejo de gurú y se comporta como una yegua suelta, haciendo ostentación de su homosexualidad.

Sin embargo desde que empecé a ver sus video en Youtube me encantó. El tipo es divertidísimo, simpático y habla cosas con sentido. Aunque es del equipo de los progres no anda agitando banderas rojas ni llamando a la igualdad ni nada por el estilo. Le repelen los conservadores tal como a mi me repelen los progres, así es que estamos a mano en eso.

Bueno, la cosa que quería comentarles es este probrama donde Giró da algunos consejos para los padres que me parecieron acertadísimos y llenos de sabiduría. El video lo pueden ver aquí y se los re-recomiendo, es un imperdible.

Todo lo que dice es cierto. Primero, que los padres no deberían tener tanta confianza machista, porque el hijo bien podría ser de otro tipo. 

Segundo que es una estupidez andar diciñendole al niño que es muy bonito porque capaz que se lo crea. Yo agregaría que igual de dañino es andar diciéndoles o alardeando que el niño es inteligente, como si eso fuera gran cosa.

Tercero que es ridículo poner expectativas en los hijos e ilusionarse con que sean lo que ellos mismos no han sido capaces de ser. 

El consejo más importante de todos creo yo, es que se despreocupen de los hijos, o tratar de traspasarles su experiencia ni nada, ese es un gran consejo y a mi me consta. Que yo recuerde, a mi jamás trataron de enseñarme nada y creo que eso fue la mejor parte de mi crianza.

En fin, catalán afeminado pero un genio, me cayó tam bien que he visto varios de sus videos en Youtube, es un cague de la risa y un verdadero genio del cachondeo, como dicen los españoles. Un grande Marc Giró.

Un periodista miserable
Ahora pasemos al otro extremo. Un tipo que siempre me ha repugnado es Tomás Mosciatti. Sus "comentarios" tienen esa cualidad podrida, venenosa y mala leche que tienen las serpientes. En mi opinión es un pobre diablo muy ambicioso y sin ningún escrúpulo.

Tiiene eso si un olfato extraordinario para atacar -casualmente- a los personajes públicos  justo cuando empiezan a perder popularidad, esa es la clase más infame de periodismo o de opción política que existe, son gente que causa un daño enorme en los países, como esos que lideran a las multitudcdes de idiotas portando antorchas para crear enemigos públicos a su conveniencia.

En Perú está Hildebrand y el "Popy" Olivera, en todos los países hay pajarracos de esa pluma que posan de incorruptibles y son más ladrones que gatos de campo, gente miserable y ambiciosa. 

Ni Luis Hernández Parker, ni Raquel Correa ni ninguno de los grandes periodistas de antaño cayeron en eso, eran de otra raza. Mosciatti es un símbolo de la vileza del actual periodismo, prefiero a cualquiera de los otros, que están abiertamente vendidos al mejor postor, porque con ellos uno sabe a que atenerse.

Yo tengo buena memoria y recuerdo sus alabanzas a Ricardo Lagos cuando era ministro de educación y a Bachellet cuando era popular, para revolcarse contra ellos en el MOP Gate y en el caso Caval. Muchas cosas que ha dicho son ciertas y su estilo sibilino, repleto de insinuaciones y malicia es muy atractivo para la chusma, pero no es más que un ambicioso con cero integridad.

Jamás, nunca ha defendido una causa impopular, nunca se ha mojado el potito y cuando habla lo hace solo para deleitar a la chusma y ganar popularidad. Todo lo que habla hoy contra la izquierda, Boric, el Frente Amplio y todo eso es un fingido puritanismo, porque Mosciatti no conoce los escrúpulos. Es el típico periodista que vive para agradar a la chusma.

Una buena muestra de esto -hay muchas- puede verse en su comentario Terremoto en el Ejército de hace dos años atrás, donde quedó en evidencia su condición de miserable. Eso era a propósito de unas cuchufletas que hicieron algunos militares para compensar a los que habían perdido plata en una cutufa organizada por un grupo de funcionarios.

Con su mala leche de costumbre, Mosciatti anunciaba un enorme desfalco de miles de millones que implicaba a varios cientos de militares en una asociación ilícita para defraudar. Al final estaba haciendo de altavoz del fiscal Palma -el conocido sinverguenza del montaje "Huracán"- inventando un masivo fraude donde lo que realmente hubo fue unas pequeñas raterías particulares, cometidas por una solidaridad mal entendida.

Ese comentario de Mosciatti es de hace dos años. No eran muchos cientos de militares, sino que la fiscalía solo pudo formalizar a 43 funcionarios y -en vista que los antecedentes mostraban poco más que irregularidaes administrativas- para no hacer el ridículo en un juicio el propio fiscal propuso la suspensión condicional del proceso a todos los implicados, a cambio que se comprometan a devolver los dineros.

Para los que le prenden velitas a Mosciatti, les recomiendo que sigan este caso, armado por un fiscal sinverguenza, truculento y ambicioso y apoyado por un periodista idem que se encargó de elevarle la cambucha. 

Todo mal en Chile, los chorros en el poder y los estúpidos votando en las urnas, claro que no hay que olvidar que lo segundo es la causa de lo primero. Si hay que buscar una culpa es de los estúpidos.