Se terminan las palometas, investigando las plumas

Adiós palometas
Hay cosas que en mi querido pueblucho se repiten todos los años con mayor o menor intensidad. Por ejemplo la bajada del río San José y las lluvias estivales en el altiplano marcan la llegada del Evento de El Niño, uno de los fenómenos climáticos más importantes del planeta que se produce en Arica con la exactitud de un reloj suizo todos los años en el mes de enero o frebrero.

Esto marca el cénit de el verano, mi estación favorita y aunque les aburra, cada año comento cuando baja el río o si es que caen algunas escasas gotas de lluvia en la ciudad donde jamás llueve de verdad.

El nombre completo de este raro fenómeno es El Niño Oscilación del Sur (ENOS) y tiene una importancia enorme en el clima del planeta. La mayoría de los fenómenos climáticos que la prensa basura le atribuye al calentamiento global o cambio climático -como le pusieron ahora- no son otra cosa que el efecto de estas oscilaciones, que se conocen desde que los exploradores españoles llegaron a establecerse en nuestras costas.

El Niño, que es cuando la corriente de Humboldt se calienta y produce las inundaciones, o La Niña que es cuando se enfría y produce sequías produce efectos en todo el mundo, en Etiopía, Indonesia, Somalia y todo el Cuerno de África etc. Esto que ocurre frente a mi casa puede tener consecuencias gravísimas, con miles de muertos en el mundo, como ocurrió en los años 1997-98.: 

En Arica también causa grandes estropicios cuando nos toca fuerte, la extinción de gran parte de la fauna pesquera -que era una de las más ricas del mundo- se debió principalmente a unos años en que El Niño fue particularmente fuerte y biomasas enormes de peces y mariscos literalmente se cocinaron. En el Perú precolombino desaparecieron civilizaciones completas a causa de las sequías causadas por una niña caprichosa.

Pero hay otra consecuencia más amable que ocurre al acercarse las fiestas de fin de año, y es que aparece una abundancia de la palometa, también conocida como dorado y un montón de nombres más, un pez muy grande y delicioso que cuando llega en mucha abundancia se puede conseguir a precios bajísimos, porque solo dura un par de meses y desaparece hasta el año siguiente. Por eso normalmente yo compro palometa para esas fiestas y preparo mi espectacular receta de pescado con queso a la parrilla.

Pero todo lo bueno tiene un final -no lo sabré yo- Justamente por estos días ya se terminó la temporada de la palometa en Arica y esto supone un fuerte golpe, sentimental y anímico para mi, como saben yo cuento mis años en veranos. Se termina el verano y Zeus nos regalará un par de meses de gracia en otoño. Todavía me queda marzo y abril, con suerte un poquito de mayo. Después empieza el infierno otra vez, hasta noviembre.

Buscando la pluma
El asunto del ADN amerindio que encontraron en mi test me dejó pensando, yo soy curioso y estoy tratando de encontrar por donde me viene la pluma. Al principio pensé que era una equivocación, pero creo que ya entiendo más o menos bien cómo se hace la estimación de etnicidad y aunque no es exacto, con un porcentaje de dos dígitos yo le tengo mucha confianza, porque ha funcionado muy bien con las otras estimaciones.

Entonces me puse a buscar y encontré muy poco. Por ejemplo soy sobrino nieto -lejano- de Francisca Pizarro Huaylas Yupanqui, pero no por la rama inca sino por la de su padre el conquistador Francisco Pizarro. 

Encontré a tres presidentes de Bolivia que también son primos lejanos: Hernán Siles Suazo, su madre  Isabel Zuazo Cusicanqui y Luis Adolfo Siles Salinas, me encontré con la sorpresa que también tengo parentesco con un presidente boliviano que admiro mucho, don Victor Paz Estenssoro nada menos.

Bueno, pero la cosa es que estoy buscando mis ancestros amerindios y la familia Cusicanqui es el primer nexo claro que encuentro con caciques de Bolivia, cosa que me alegra mucho. Encontré también por casualidad que tengo parentesco con Simón Bolivar, que en mi opinión fue un rufian, una de las figuras más ruines del proceso de independencia, pero que hacer, a los parientes uno no los escoge.

Poco he encontrado hasta ahora aunque tengo mucho para investigar porque hay dos ramas completas de mi familia que están en total oscuridad: la de mi abuela paterna Clorinda Diaz y la de mi bisabuela materna Luisa Pérez Grez, es casi seguro que miADN amerindio proviene de alguna de esas ramas -o de ambas- y me encantaría poder trazarlas.

Pero como saben yo no me limito a registrar la parentela sino que me gusta investigar las historias, creo que esa es la mejor parte. 

Y aunque no he avanzado mucho con mis parientes amerindios si he aprendido sobre un fenómeno rarísimo y que recién se está dando a concocer, que es el de los indios hispanistas, el abuso y despojo que sufrieron mils de indios a partir de la independencia, cuando fueron nuestros padres de la patria, no los españoles, los que les robaron tierras, posesiones y les impusieron tributos. Lindos "libertadores" fueron, al menos muchos de ellos