Picadillo del miércoles

Sketchup y Sweet Home
Con los arreglos de la casa he estado volviendo a interesarme en las maquetas virtuales para probar colores y posibles diseños de la terraza. y por casualidad me encontré con unas maquetas que subí hace varios años a Data Warehouse, son tres maquetas y en particular esta maqueta  tuvo 98 descargas y alrededor de 1.000 vistas. 

Nada mal considerando que están pésimas, no seguí ningún tutorial, instrucciones ni cosas por el estilo, solo prueba y error. No quedó buena pero sirvió para darme una idea al menos de lo que tenía que hacer. Pensé que era hora de volver a la carga y en eso estoy, aprendiendo de nuevo el famoso programita.

De cualquier manera no me gusta usar Sketchup. Entiendo que a los arquituertos les guste tanto porque -como dice su nombre- es bueno para bocetear, por ejemplo ayer -refrescando lo poco que sabía- hice un boceto de los bloques respetando las medidas que se puede ver aquí. 

Al menos las isométricas salen muy buenas y rápidas pero tiene una forma de trabajar similar a los videojuegos, a diferencia de otras aplicaciones como Sweet Home, donde se parte dibujando las plantas y la aplicación las convierte en 3D, en Sketchup uno trabaja principalmente dibujando volúmenes que luego los deforma con extrusión y otras herramientas. 

No me parece nada intuitivo y es bastante complicado dibujar con las medidas correctas, hasta ahora prefiero Sweet Home, ya veremos más adelante. 

El portón frontal y arreglo de la vereda ya están praacticamente listos, ahora estoy terminando la cocina y baño de los departamentos de atrás, después creo que me tomaré un descanso por un tiempo, gastar tanta plata me provoca pesadillas.

Autoridades que abusan
Un viejo dicho chileno, que es gold standard de nuestro servicio público dice "autoridad que no abusa pierde prestigio". Nuestros altos funcionarios son muy conscientes de eso y no dejan pasar la oportinidad para abusar a partir del día uno en que son entronizados.

De acuerdo con eso, entre las autoridades más prestigiosas del país estarían en la Fiscalía y con tal nivel de corruptela y abusos, que yo siempre he pensado que es culpa del diseño institucional, los deja actuar sin ningún otro control que la simpatía o antipatía personal que les pueda tener el Fiscal Nacional

Se me ha ocurrido entonces que una forma de resolverlo es que queden sujetos al control disciplinario de las respectivas Cortes de Apelaciones y eventualmente de la Suprema.  

Pero estos supremos caballeros -a quienes tampoco nadie los manda ni los frena- también tienen sus yayitas y cada cierto tiempo aparece un escándalo que habitualmente termina impune.

El último escándalo ha sido con Grasiel Alejandra Muñoz Tapia, juez del 12° Juzgado de Garantía de Santiago, quien -aprovechando la epidemia de Covid-19- se largó para Italia y desde allá presidía las audiencias usando Zoom.

Y no fue solo una o dos veces, sino en muchas oportunidades en que estuvo "teletrabajando" desde Italia, una situación que se ha extendido hasta por siete meses, pese a que el Código Orgánico de Tribunales obliga a los jueces a residir a no más de 50 Km de su lugar de trabajo, a menos que existan razones excepcionales y fundadas.

¿Y qué tiene esto que ver con los supremos? Mucho, porque doña Graciel es hija del ministro Sergio Muñoz de la Tercera Sala de la Suprema, el más notable de nuestros jueces "activistas". 

Activismo judicial es  una manera amable de referirse a la prevaricación de aplicar la ley torcidamente para obtener beneficios para él o sus amigos, recuerden al juez Baltazar Garzón, por dar solo un ejemplo. 

Lo notable es que ni la Corte de Apelaciones de San Miguel ni menos la Suprema, osaron molestar a Usía durante estos meses de vacaciones pagadas. 

Y no es el único caso, leía en Twitter de otro juez (o jueza) que adquirió este exquisito hábito de trabajar en pantuflas y cuando presidía sus audiencias se entendía poco por los ruidos de las gaviotas en su casa en la playa.

Teletrabajo: cuando si y cuando no
Yo soy un abierto defensor del teletrabajo, especialmente para funciones menores como som las de administración, trabajos de oficina, atención a clientes y muchas otras. También puede ser en reuniones de directorio o muchas otras tareas donde es inútil el contacto físico.

 Pero lo de estos jueces barsudos es una aberración y mucho peor el caso de la hija del supremo, que "trabajaba" desde otro país. 

Como chanchitos cebados, muchos magistrados, señorías y excelencias se aprovecharon de sus cargos o relaciones que les permiten que los superiores hagan la vista gorda de este evidente abuso de confianza.

Porque estar presente en las audiencias no es el único trabajo del juez, el es el jefe del tribunal y debe asegurarse que los procedimientos y funcionarios trabajen de manera eficiente y honesta. Cuando el gato anda lejos los ratones salen de fiesta.

Y para qué hablar de los problemas de seguridad que trae resolver temas que pueden afectar la libertad de las personas, usando un medio inherentemente inseguro como es Internet. Las comunicaciones por web son siempre mucho más inseguras que las presenciales. Por eso existen los notarios y el "firmó ante mi"... al menos en teoría.

En fin, el señor Muñoz sigue acumulando puntos para su acusación constitucional, no es fácil juntar los votos requeridos pero todos los días sigue haciendo méritos. Los jueces son menos omnipotentes de lo que se creen y a cada pavo le puede llegar su Día de Acción de Gracias.

La importancia de la reputación
"SOBRE EL PRESTIGIO Y LA REPUTACION El prestigio hará cosas por ti mismo, es un aura que te precede. Si este aura es poderosa, ni siquiera hará falta que actúes. Debes defender tu prestigio, tu fama y tu reputación como si tu vida dependiera de ello, pues muchas personas han conservado o perdido su vida a causa de ello. Sin llegar a semejantes extremos, puedes ganar o perder mucho según sea tu reputación. Tu prestigio te precede, es tu tarjeta de visita. Todos clasificamos a las personas según su prestigio, bueno o malo. Tú también lo haces y a ti también te lo aplican."

Esto lo escribió Carlos Martin Pérez, no tengo idea quien será pero es muy cierto.Y ya que estamos en esto, yo también escribí algo sobre eso hace años, miren:

Reputación es lo que se dice o lo que se cree sobre nosotros, es obviamente una apariencia, pero una apariencia muy importante para bien o para mal. En Internet la reputación muchas veces se mide con ese sistema de 5 estrellitas (muy malo, malo, regular, bueno, muy bueno) y con eso podemos saber rápidamente lo que opinan los demás sobre un vendedor online, sobre un libro, película o sobre un curso online. La reputación en el mundo real es bastante más complicada y ambigua, no se puede medir con precisión (como se hace en Internet) pero igual existe y tiene importancia.

En Chile hace rato que estamos pasando por una crisis de reputación. a partir del gobierno de Ricardo Lagos y el asunto MOP-GATE, a la gente con poder le empezó a dejar de preocupar la mala reputación. Profesores universitarios metidos en desfalco, autoridades cobrando sueldos negros. Total, "podemos y lo hacemos". 

Y toda esa desverguenza se va colando hacia abajo. En el último gran terremoto el bajo pueblo salió -por primera vez desde que tengo memoria- a asaltar y saquear tiendas. 

En octubre de 2019, el llamado "estallido" fue simplemente otra muestra de esa indiferencia a ser considerado ladrón y flaite. La cueca en pelota que empezó en los políticos y jueces pasó al populacho.

Esas no fueron protestas como la "revolución de la chaucha" de 1949, donde la gente salía a reclamar por cuestiones políticas y a dar vuelta los vehículos. 

El "estallido" fue para la gran mayoría una oportunidad de negocio para afanarse electrodomésticos, celulares, notebook y de paso divertirse incendiando y destruyendo lo que se les atravesaba.

Yo creo que no hubo ningún motivo político en los que salieron a la calle y por eso se desinfló todo con la misma rapidez que se pasa una borrachera. 

Fue solo codicia e instintos animales, resentimientos y envidia de gente que ya no le preocupa tener mala reputación y se jactan de ser flaites, traficantes o usurpadores. 

Aprendieron con el ejemplo de los poderosos, tal como los niños aprenden del ejemplo de sus padres mucho más que de sus palabras..