Sobre el cierre de la sidelurgica de Huachipato

Un poco de historia

La Compañçia Minera del Pacífico CAP fue fundada en 1946 por el gobierno de Juan Antonio Rios, en 1950 inauguran la Planta Sidelurgica de Huachipato y recién en 1959 entró al negocio de la minería del hierro, adquiriendo la mina de "El Algarrobo" en Atacama y en 1971 adquiere la mina "El Romeral" en Coquimbo.

Algo que pocos saben es que la CAP fue creada en Chile por iniciativa del gobierno de Estados Unidos, quienes financiaron con el Eximbank e impusieron una serie de condiciones entre ellos la exigencia de contratar ingenieros y técnicos de ese país para el diseño y la implementación. 

Quien sabe a que se debió este interés del gobierno americano, pero hay que recordar que era la posguerra y seguramente hubo consideraciones geopolíticas. 

Los radicales se adjudican hasta hoy -falsamente- la "industrialización" del país, pero la realidad fue bien distinta. Además que con los recursos humanos y técnicos de Chile ese proyecto no podría haber prosperado.

Todo esto fue hasta 1973, mientras un porcentaje importante de la propiedad era de la Corporación de Fomento del estado de Chile CORFO, otra de una caja de ahorros y también accionistas particulares.

Obviamente durante el gobierno de la Unidad Popular la empresa estaba completamente quebrada, tal como el resto de las empresas donde CORFO tenía la mano.

La privatización
En 1987, durante el Gobierno Militar la compañía es privatizada y allí empieza su crecimiento vertiginoso. Hoy es la mayor productora de hierro y pellets en la Costa del Pacífico. Se trata de un grupo enorme dedicado a:

-Minería del hierro (varias minas)

-Producción de acero (sidelurgia)

-Procesamiento del acero (vigas, mallas, etc.)

Pero además tienen un puerto, una línea de transmisión eléctrica y una planta desalinizadora. Los controladores son el Grupo Invercap con Juan Rassmuss y Roberto de Andraca a la cabeza, ambos son hijos de antiguos inversores de la empresa, también la japonesa Mitsubishi tiene su tajada en la torta.

El año 2021 se ha calificado como el "momento estelar" del grupo empresarial. El 2021 sus acciones rentaron más del 30% y el  2020 más de un 70%, los que invirtieron sus lucas en acciones CAP se deben estar sobando las manos, la empresa no solo es próspera sino que parece muy bien dirigida, al punto que el propio Julio Ponce Lerou está comprando sus acciones.

El problema es la producción de acero
Todo esto se ve muy bonito pero también tiene su lado B, porque la producción de acero es escandalosamente deficitaria, he leído que pierden algo así como un millón de dólares todos los meses.

La razón de estas pérdidas es clara, resulta que la empresa no puede competir en precios con el acero chino y seguramente nunca podrá competir con ellos. Ni siquiera los gigantescos productores de Estados Unidos o Europa han podido por similares razones a las nuestras.

Chile es estructuralmente débil tanto para hacer metalurgia del cobre como sidelurgia del acero, es algo que no tiene solución, porque nuestras desventajas comparativas son inevitables, por eso todas las grandes fundiciones del país están condenadas a desaparecer.

Tenemos políticuchos geniales que han convertido nuestra matriz energética a las fuentes más ineficientes y caras que existen, con eso no podemos soñar ser competitivos con los chinos que queman carbón como locos apara obtener su energía.

La minería del cobre se dio cuenta de eso hace rato y se dedica principalmente a exportar concentrados y hacer separación de metales residuales. 

La producción de cobre fino en Chile es muy menor y se limita principalmente a producir cátodos, pero estos necesitan mineral de óxido de cobre que queda muy poco. La mayor parte del cobre chileno es sulfuro que se vende en concentrado, previa separación del molibdeno, oro y otras cositas.

Las ventajas de China son muchas, principalmente ellos no tienen normas restrictivas anti contaminación para las fundiciones, así es que pueden fundir con carbón sin ningún problema -mientras nos obligan a nosotros a pagar por "electricidad limpia" o "descarbonizada", a precio de oro. 

A mi me caen muy bien los chinos y tengo hartos amigos chinos, pero este abuso miserable que están haciendo con el tema ambiental es lo que provoca mi odio profundo al gobierno de Xi Jimping. 

Esa es solo una de las ventajas que tienen pero hay varias más, desde luego el dumping para vender a precios muchas veces bajo el costo de producción, el uso de las ventas de acero como arma para posicionar sus intereses geopoliticos pero sobre todo por la mala calidad del producto.

No es ninguna novedad, todos sabemos que en China no es delito estafar a los extranjeros o hacer actividades ilegales o maliciosas fuera de sus fronteras, el problema es que Chile es un país muy sísmico y desde hace algunos años se han venido construyendo edificios con acero chino barato que no tiene ninguna certificación en el país.

Y no es que nos falten institutos certificadores, al contrario, nos sobran, tenemos SIMET de la Universidad de Santiago, DICTUC de la Catolica, el Instituto Chileno del Acero, solo por nombrar algunos. Y tampoco nos faltan normas, tenemos la NCh 203, NCh 3518 y NCH 3578.

Sin embargo se permite la importación de acero chino sin ser certificado y que seguramente no cumple con ninguna de las normas chilenas. Esta es una actitud criminal del gobierno y que tiene -creo yo- una explicación muy simple.

Se puede resumir en una sola palabra: cobardía. Nuestro mserable gobierno tiembla de miedo enfrentado al panorama que ante cualquier restricción del acero China nos ponga restricciones a nuestras exportaciones de cobre.

Esta cobardía es una estupidez porque somos rehenes de un tigre de papel, que no tiene dientes. El cobre está en vías de convertirse en el nuevo metal semiprecioso, los chinos lo necesitan desesperadamente para su producción y si no lo compran se arriesgan a quedar sin insumos, otros países felices lo comprarán.

Nadie puede obligar o pretender que CAP trabaje a pérdida por no ofender al miserable gobierno chino, CAP no es una empresa de beneficencia que tenga como misión pagar sueldos e insumos para una operación deficitaria. 

Por otra parte la solución que dieron en CAP de poner una sobretasa de 25% al acero chino tal como lo hizo Trump es una estupidez, es la típica "solución" de los cepalianos, eso les puede funcionar por un tiempo a los americanos, pero a la larga están metiendo el cáncer al subsidiar la industria, eso siempre termina mal

 

Si operar altos hornos en Chile es antieconómico deben cerrarlos y ya, terminar de una vez con la producción de acero e importarlo tal como hacemos con todo lo que no resulta negocio de producir localmente, eso lo dijo David Ricardo hace mucho tiempo y los siglos le han dado la razón una y otra y otra vez.

Pero -y aquí debe venir un PERO con mayúsculas, negritas en rojo y subrayado- es completamente inaceptable, que digo, criminal, permitir el ingreso a Chile de aceros que no se certifiquen. 

Si nos quieren vender buen acero certificado a precios bajísimos ¡estupendo, bienvenido sea! pero cada gramo que ingrese debe ser examinado con microscopio electrónico: ni la puntita porque sabemos hace años lo sinverguenzas que son