Amigos, acidez y una pesadilla

 

Creo que les conté que el Tomás Jr está estudiando en el programa de MBA que lo tiene muy entusiasmado, me parece que es la primera plata que gasta bien en su vida. Ojalá cuando tome el módulo de finanzas se avive y se de cuenta de lo estúpido que resulta ponerse a gastar plata como loco.

Bueno, la cosa es que ayer terminó ayer el módulo de dirección estratégica, donde le hizo clases Patricio Bastián, el primer amigo que hice en la universidad, con el que emprendimos nuestras primeros pasitos en el mundo de los negocios, cuando todos los demás se dedicaban a la vulgar tarea de estudiar y prepararse para las pruebas.

No podía perder la oportunidad de saludarlo y recordar por un ratito algunos de los innumerables chascarros y aventuras que pasamos en 1978, cuando armamos un instituto pre universitario usando -a la mala- el nombre y las instalaciones de la Universidad, esa gracia casi nos cuesta la expulsión, pero nadie nos quitó lo bailado.

Todavía recuerdo la propaganda que hacíanos en folletos mimeografiados: "Estudiar es una llave que le abrirá muchas puertas, no confíe en la suerte, prepárese"

Después de ese feliz momento, el Tomás Jr. me llevó al hotel Puerto Arrecife, que es de Hernán Abarca, un antiguo compañero de universidad de esos años. Allí nos juntamos un pequeño grupo a celebrar los 65 años de mi viejo y fiel amigo Luis Ortega. Desde el año nuevo que no tomaba tanto.

Ahora que estoy viejuco, empecé a anotar todo lo que tomo y como cada día, así es que esa noche comí dos chuletas a la parrilla, un chorizo, un pollo y ensalada de tomate con ajo. Me tomé 3 cubas libres bien cargadas, una copa de vino y dos vasos grandes de melón con vino. Todo esto me dejó bien maharishi.

En los buenos viejos tiempos me habría ido y vuelto manejando porque -como todos saben- yo manejo mejor y más seguro mientras más borracho estoy. Pero ya nada es como antes, ahora que el Tomás Jr. maneja me pasó a dejar y a buscar con su polola, Como si yo fuese un niño chico, Nada es como antes, nada.

Bueno, caí dormido enseguida y desperté como a las 6 AM con un dolor de garganta muy fuerte, ni siquiera las resacas son como antes, ese dolor de garganta me viene por la acidez, así es que  fui a la cocina y me tomé un vaso de agua tibia con vinagre, es asqueroso pero eso me calma la acidez rápidamente: combatir el fuego con fuego.

Me volví a quedar dormido y desperté como a las 11 AM en medio de una fea pesadilla: estaba en Santiago tomando un avión; en mis sueños, el aeropuerto estaba en plena Alameda y de pronto anunciaron que el vuelo se suspendía por la lluvia y había que desocupar el aparato,. Entonces empezó mi pesadilla de siempre.

Era de madrugada y casi no había gente en la calle, todo se veía medio peligroso. Traté de tomar un taxi pero no pasaba nada, ni un vehículo en la calle así es que decidí cruzar el Río Mapocho. 

Pero ho habían puentes así es que había que vadearlo a pie. Después de intentar vadearlo sin éxito, encontré una red de túneles que pasaban debajo del río. Me empecé a meter en los túneles y escaleras hasta que me perdí completamente.

En eso estaba cuando me desperté. Que sueño más absurdo y desagradable, supongo que no significa nada, y si significa algo ni me interesa saberlo. 

En fin, ya me levanté y sigo tratando de olvidarme de ese estúpido sueño. Hacía tiempo que no tenía una pesadilla ¿por qué no sueño mejor con Ornella Mutti o Sonia Braga en sus mejores años? Creo que sería mucho más productivo.

Nada interesante que contar hoy, hasta mañana,