A propósito de la muerte de un conscripto y la amputación de una mano de otro, estuve conversando anoche con dos hamigos que justamente hicieron su servicio militar en el Cuartel Pacollo del Regimiento Huamachuco y también con otro amigo que trabajó 39 años en el altiplano como explosivista de las mineras.
Yo también he estado a gran altura -mucho más alto de donde estaban los conscriptos- y he visto la variabilidad con que responde el cuerpo humano y la diferente forma en que afecta a distintas personas, incluso a una misma persona en distintas situaciones.
Yo soporto muy bien la altura, he estado en la mitad de la cumbre del Volcán Tacora a unos 5.400 metros, haciendo esfuerzo físico y sin sentir grandes molestias, pero recuerdo que una vez me pilló muy mal a menor altura que esa. El Tomás Jr. en cambio cayó como pollo una vez que fuimos al Lago Chungara, no soporta bien la altura, pese a que yo y la Pilar no tenemos problemas con eso.
Me contaba un amigo, que es nacido y criado en el pueblo de Tacora -a cerca de 5.000 metros- que ellos pueden hacer vida normal e incluso hacer deporte sin que la altura los afecte, pero si bajan a Arica se apunan al volver a subir, como si nunca hubiesen vivido allá, y les toma algunos días aclimatarse.
Los efectos de la puna son muy diferentes según la persona y no hay como saber si nos afectará o no hasta que uno llega allá.
También hay que tener en cuenta que por ese cuartel han pasado miles de reclutas desde los años sesenta, cuando se inauguró esa unidad como la compañía andina del Regimiento Rancagua.
Desde esos años pasó por varios cambios y alrededor de 1975, cuando estuvimos a punto de ir a la guerra con Perú, se llamaron a reclutamiento masivo a cuatro generaciones hacia atrás, los que tuvieron que servir durante cuatro años, en ese período solamente, fueron varios miles de reclutas y nunca hubo grandes problemas.
Los reclutas reciben allí instrucción militar de infantería y su principal prueba es la salida a campaña, donde marchan a campo traviesa entre Pacollo y Putre, que en carretera son como 35 km de distancia.
Es una marcha dura donde quedan con los pies hechos bolsa, pero nada de otro mundo, miles de reclutas la hacen sin problemas desde hace décadas.¿Qué pasó entonces que el asunto terminó tan mal?
Hay hermetismo sobre el asunto mientras lo investigan, pero al final varias cosas se han ido conociendo. Resulta que la campaña coincidió con una epidemia muy fuerte de influenza que -como sabemos- afecta directamente a las vías respiratorias.
A esa altura y por la exigencia física de la marcha, lo más lógico habría sido suspender la campaña hasta que estuvieran todos en condiciones, ya sabemos que no todas las personas reaccionan igual a la puna, aunque estén aclimatados igual les puede venir una embolia por el solo hecho de estar allí.
Es muy probable que el personal instructor a cargo: capitán, teniente y suboficiales, hayan evaluado mal la peligrosa situación, tal como pasó en Antuco el año 2005, en una campaña en la nieve, que terminó con la muerte de un suboficial y 44 reclutas.
Creo que la expulsión del comandante del cuartel y el general de la VI División fue una reacción exagerada, inútil y costosa para el Ejército, porque se trata de personas altamente especializadas durante años que costará reemplazar.
Además me parece que es una decisión muy injusta porque el general por ejemplo, seguramente no tuvo nada que ver con las decisiones que causaron la muerte del conscripto y la amputación de la mano de otro. Si hubo culpables de negligencia o mal criterio, lo lógico sería que se sancione a ellos en lugar de hacer una caza de brujas solo por quedar bien con los políticos.
No se puede opinar mucho con lo que se sabe, pero con el tiempo se conocerá el resultado de la autopsia, sobre el conscripto amputado dicen que tuvo una infección muy grave y para salvarle la vida le tuvieron que administrar un fármaco que provoca becropsia en las manos como efecto secundario.
Hasta ahora parece que el origen de todo fue ese virus de influenza muy violento, a medida que se den a conocer los resultados y peritajes podremos tener más claro que fue lo que pasó.
Yo he visto en el Chungará a un joven deportista pálido como el papel y vomitando hasta los bofes y al lado un sesentón, guata cervecera fumando como si nada.
ResponderBorrarClaro, no tiene nada que ver con la edad y muy poco que ver con la condición física en general, yal como dices hay gente muy atlética que caen como pollos
BorrarEl fin de la conscripción obligatoria aquí, hace ya treinta años, fue por la muerte de un soldado. Mucho más culposa que un accidente: recibió palizas o castigos como la estaca, en alguna de esas quedó mal y para no llevarlo a enfermería, donde se iniciaría un proceso, lo dejaron en un galpón y lo mal cuidaron unas enfermeras amigas de los suboficiales/oficiales que hicieron la macana. A resultas de lo cual tuvo infecciones o derrames que lo llevaron a la muerte. Se fingió entonces una fuga y deserción, y al fin el encuentro de un cadáver en el bosque, pero todo tuvo fallas y el periodismo fue recibiendo soplos y fue un escándalo mayor. Menem lo eliminó de un plumazo. Los soldados voluntarios ingresan con otro criterio, cobran un sueldo si pero es probable que los ahorros en entrenamiento desde cero cada año y dejar a los civiles en sus trabajos o carreras sean mejor negocio. Uls
ResponderBorrarEn Chile la conscripción es obligatoria solo cuando no se llenan las plazas requeridas, así es que casi todos son voluntarios, me parece que los conscriptos de este caso eran todos voluntarios.
BorrarEn tantos miles de personas siempre aparecen algunos comportamientos malos, tanto de los instructores como de los reclutas, falta de criterio, acoso homosexual, reclutas quejumbrosos y reclamadores en excesp, eyc. todos esos deberían ser detectados y filtrados a tiempo, al menos esa es la teoría.
La carrera de soldado profesional también existe en Chile, pero yo creo que el servivio militar deniese ser universal y obligatorio, tal como en Israel, Suiza, etc.
Mi impresión es que en los abusos puntuales los responsables directos son los que deben responder, pero eso no puede terminar con un sistema que en general es muy bueno: todos deberían tener la oportunidad de formarse en manejo de armas, defensa personal, marchas y acondicionamiento físico, y lo digo como cobarde, porque cuando me todó hacerlo me arranqué. Ojala lo hubiese hecho.
Claro que no todos son aptos, hay tipos con problemas de carácter, mala formación familiar , mala leche, etc. Esos deberían servir un mes y ser expulsados, la milicia no debe ser reformatio ni bada por el estilo. Al menos así lo veo yo.
No hay que atribuir a maldad lo que puede explicarse por la simple estupidez, como dijo el tío Hanlon. Claro que llama la atención que personal preparado para estas cosas, como los oficiales a cargo, hayan podido cometer errores tan grotescos, pero vaya uno a saber qué otras cosas hay.
ResponderBorrarEso sí, el hecho ha sido asquerosamente aprovechado por la prensa sensacionalista, obviamente por los políticos (aunque, curiosamente, menos que lo que habría esperado) e incluso por el actual comandante en jefe del Ejército, que acusó públicamente que sus subordinanos lo habían informado mal y acto seguido relevó a un coronel y a un general que, como bien dices, es poco probable que hayan tenido algo que ver en el asunto.
Es un manejo bien desafortunado de su parte, dejando los flancos abiertos para que los aprovechadores pateen en el suelo a la institución. Parece ser una burda maniobra para quedar bien él solo, parecido a lo que en su momento hizo Cheyre con la tragedia de Antuco, pero qué más se puede esperar del mismo general que en su momento dijo ser "un hombre feliz" y que "no estaba en guerra con nadie"...
Saludos,
El Triministro.
Completamente de acuerdo Triministro, creo que la reacción del comandante en jefe fue muy típica de los tiempos que corren: salvarse personalmente dejando sin apoyo a los subordinados. La responsabilidad del mando debe ser siempre del mando directo, esas responsabilidades indirectas son una canallada.
BorrarParece que Iturriaga no aprendió del general Yañez de Carabineros, que dejó caer a un montón de subordinados para salvarse él y ahora mismo está siendo enjuiciado y perseguido por los políticos, un uniformado sin honor no vale nada. Los políticos han llenado de ladrones y oportunistas en los altos mandos, la limpieza al final se produce sola, van cayendo solitos nomás, igual que los políticos que los encumbraron, solo hay que darles tiempo.
Creo sin profundizar mucho es el tema, el tema Paramedicos militares, si hubieran los suficientes y bien preparados, podrían detectar a los que no completarían la marcha
ResponderBorrarMarcelo
Si Marcelo, en esto se juntaron dos cosas muy lamentables: uno fue el virus que agarraron los reclutas y el otro la mala reacción de paramédicos e instructores a cargo. Creo que ellos son los que tendrían que responder por el asunto, pero en fin, en el curso de la investigación se verán las verdaderas responsabilidades
Borrar