Carabineros delincuentes, bomberos incendiarios

En los últimos años se han visto cosas que nos parecían imposibles que ocurrieran en Chile: los motines callejeros, incendios y saqueos incontrolables; elegimos un presidente sin profesión, que había reprobado su exámen de grado dos veces seguidas; vimos jueces y fiscales procesados como delincuentes. Pero el colmo ha sido ver carabineros delincuentes y bomberos incendiarios.

Durante muchos años fuimos un país libre de la violencia callejera descontrolada. Para el gran terremoto de Valparaíso -en 1906- se produjeron conatos de saqueo que el almirante Gómez Carreño sofocó rápidamente con fusilamientos sumarios. 

Claro que habían revueltas, pero nunca superaron la capacidad de represión de la policía. Nunca vimos nada a la altura de El Bogotazo colombiano o cosas así. Hasta el 2019.

Los presidentes podían ser corruptos como Gonzalez Videla, o estúpidos como Allende, pero ninguno fue un tipo incapaz de terminar sus estudios. Bueno, tal vez la otra excepción es Bachelet.

Los presidentes radicales fueron todos abogados, Ibañez militar de carrera, Jorge Alessandri ingeniero Civil y director de empresas, Frei abogado, Allende médico, Pinochet general de división, Aylwin abogado, Frei ingeniero civil,  Lagos abogado, Bachelet hasta el día de hoy dice ser médico, Piñera con su doctorado en economía de Harvad, en fin, todos tuvieron una trayectoria y un título profesional, aunque fuese trucho como el caso de Bachelet.

No deja de ser chocante que un estudiante de derecho que reprobó su grado con nota vergonzosa llegara a ser presidente por la vía expresa. Se entendería si se tratara de un tipo genial, pero en este caso estuvimos a la altura de Bolivia cuando eligieron a Evo Morales. 

No hablaré sobre los jueces y fiscales corruptos porque sería una lista interminable. Recuerdo que recién implementarda la Reforma Procesal Penal cuando sorprendieron al defensor nacional retirando una coima en el banco en los primeros días de su trabajo, Alex Caroca se llamaba y sigue litigando en tribunales como si nada. Ese fue solo el comienzo de una seguidilla interminable de escándalos.

Pero nos quedaban las instituciones permanentes, que hasta el día de hoy son respetadas y consideradas las más confiables del país: Carabineros, las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Bomberos.

Aunque siguen conservando su prestigio, también han sido sacudidas por escándalos. Primero fue el "pacogate" de varios altos mandos de Carabineros que defraudaron cientos de millones ¿qué habrá sido de esos? Habían generales, coroneles, mayores, hace años que pasó y nunca supe su suerte ni sus condenas.

En el Ejército tuvimos el vergonzoso juicio al general Fuentealba, del que salió absuelto y reclamando porque habían manchado su honra. No olvidemos que salió absuelto solo porque el ministerio público -por incompetencia o complicidad- presentó pésimamente el caso, eso lo dijeron los propios jueces en el fallo.

Pocos días atrás una comisaría completa de carabineros del Barrio Meiggs estaba dedicada a recibir coimas, extorsionar, cobrar protección a comerciantes chinos (que en su mayoría ni siquiera pagan sus impuestos), pero fueron tan chantas y burdos que los descubrieron rápidamente.

Como si fuera poco, hace un par de días cae al lodo la institución históricamente más respetada: el Cuerpo de Bomberos de Chile. Resulta que el gigantesco incendio de Valparaíso, donde murieron más de 130 personas, fue provocado por un voluntario del Cuerpo de Bomberos de Placilla, en complicidad con un trabajador eventual de la Corporación Nacional Forestal CONAF.

Lo peor es que no se trataba de enfermos mentales, pirómanos ni nada por el estilo. Son tipos comunes y corrientes que explicaron su proceder alegando que la temporada de incendios estaba muy fome (aburrida), habían muy pocos incendios y necesitaban uno grande para ganar más horas extras.

Ellos no sufrían de una enfermedad mental sino que su problema es tener una mente estúpida, básica, egolatra e incapaz de medir las consecuencias de sus actos. Y esta estupidez funcional se repite en los que salieron a saquear en 2019, en los políticos que llegan a la presidencia, en los carabineros, jueces, fiscales y militares que han caído en actos de sinverguenzura.

Yo no creo que sea una descomposición moral ni nada de eso, simplemente son mentes básicas, tarados que se creen vivos y es algo que se da en todos los niveles, porque son productos de haber nacido y crecido dentro de un estado de bienestar. Eso los embruteció a tal punto que siguen siendo como niños hasta que se mueren de viejos.

Muchas de estas cosas inexplicables que estamos viendo son manifestaciones de una mentalidad infantil más que inmoralidad ¿a quien se le puede ocurrir hacer un incendio forestal para ganar más horas extras? ¿salir a incendiar y saquear o hacer robos burdos como lo de las fundaciones o los desfalcos? Son típicas actitudes de un niño chico, inacapaz de medir las consecuencias de lo que hacen.

Son los hijos y los nietos de los hippies. La socialdemocracia generó al estado de bienestar, este generó a los hippies y sus hijor y sus nietos son los que tienen la cagadita que estamos viendo ahora. 

Pero todo es ciclo y ahora se viene el péndulo para el otro lado. Paciencia.