Explorando la computadora del auto con Torque Pro

Un vehículo de combustión interna tiene algunas semejanzas con las personas. Por ejemplo un sistema para regular la temperatura igual que nosotros, que cuando hace calor transpiramos y cuando hace frío nos ponemos a tiritar.

De la misma manera, el auto no puede estar muy frío ni demasiado caliente y por eso tiene un sistema que hace circular el refrigerante con la bomba de agua para que el radiador la enfríe, pero también funciona más rápido que lo normal para "entrar en calor" cuando no tiene temperatura, porque no hay nada que gaste más un vehículo que cuando funciona frío.

En lugar de piernas tiene ruedas y estas son movidas por un motor que le proporciona la potencia. En los cilindros y pistones está el corazón del auto, que lo mantiene funcionando, y se alimenta igual que nosotros pero con combustible.

Lo mejor es que los autos modernos, a partir de 1999 más o menos, traen algo extraordinario que es la ECU o computador, que equivaldría a nuestro cerebro. ¿Se imaginan poder entrar al cerebro de una persona y registrarle todos sus recuerdos, monitorear sus pensamientos y ver como toma cada una de sus decisiones?

Bueno, estamos lejos de poder hacerlo con un cristiano, pero si lo podemos hacer con un auto y eso -créanme- es un asunto fascinante.

Por eso desde hace años he querido leer y descargar datos de la ECU de mi auto, ya que con eso se reunen dos de mis grandes pasatiempos: la mecánica y la computación. Es como leerle la mente al auto para conocer la mayoría de sus secretos.

Por ejemplo en la ECU se almacenan datos de funcionamiento instantáneo que no aparecen en el tablero, especialmente en los autos básicos como el mío que ni siquiera tiene tacómetro. 

Deben ser unos 200 o más datos instantáneos que podemos monitorear, algunos muestran directamente la lectura de los sensores como las revoluciones, la posición del acelerador, la temperatura del refrigerante, presión del combustible y muchísimos más.

Pero también -en base a combinar las lecturas de los sensores- la ECU nos dice la potencia instantánea, la carga del motor, el consumo de combustible -instantáneo y de largo plazo- y un interminable etc.

Yo recién estoy empezando a conocer esto, por eso mi video está pobre y mal grabado, este domingo fue el primer día que usé Torque Pro, la aplicación que lee los códigos y da toda esa información.

Así es que partí por algo facilito pero que nunca había podido hacer: ajustar el ralentí que es lo que muestra el primer video y chequear si el termo switch estaba o no dañado que lo muestro en este otro video. Son cosas simples, pero de atrás pica el indio.

Si entrar a la ECU no tenía como saber a cuantas revoluciones andaba el auto así es que lo ajustaba "a oído" hasta que sonara parejito según mi tufómetro. Ahora que pude ver exactamente las revoluciones en cada instante se me hizo mucho más fácil ajustarlas.

También me acabo de dar cuenta que los motores -el mío al menos- no giran en ralentí a una velocidad constante, tratando de fijar el ralentí terminé echando a perder todo, pero busqué los códigos de falla que me dieron una idea de por donde iba la cosa y así pude arreglarlo.

Tengo datos de cada uno de los recorridos que ha hecho el auto con el dongle puesto y lo puedo ver en Google Earth inclusive con la velocidad instantánea en cada punto, las paradas en semáforos y todo eso. Es impresionante,

¡Ah, y antes que se me olvide! También hice un videñito con los tres grandes errores que cometí al lavar el cuerpo de aceleración. Tal vez haya alguien que quiera hacerlo, los dejo ahí para que no les pase lo que me pasó a mí.

En fin, son muchas las cosas que me quedan por aprender, me lo tomaré con calma para disfrutarlo como se debe. Ahora a otra cosa.

Conversando con mis amigos de Washington, comentábamos el tremendo problema que enfrenta Estados Unidos en esta elección y las que vendrán por la pésima calidad de los principales políticos. Partiendo por Trump, claro, que tiene grandes posibilidades de ser el próximo presidente.

Pero es un asunto transversal, no es partisano. Hace un rato estaba viendo un discurso del viejuco Bernie Sanders en un evento en Iowa. Él también quiere ser candidato, pero es tan estúpido o más que el propio Trump, hablando como si estuviera dando un discurso a los obreros del carbón contra "las corporaciones", qué ridículo.

Ese pobre tipo se quedó pegado en el siglo pasado, es patético. Por otra parte el veterano Biden que está igual que Reagan en sus últimos años. Dicen que Trump es un peligro, es verdad, pero Biden también lo es porque no cuesta nada que nuos facinerosos lo empiecen a controlar y chao. El pobre tipo apenas sabe como se llama.

La falta de líderes políticos decentes y capaces es un problema enorme, no solo en la política americana sino que en todo el mundo. Por eso en las elecciones, nos vemos obligados a elegir entre el cáncer y el sida. como decía Vargas Llosa. 

En Estados Unidos recuerdo al doctor Ron Paul, un tremendo político al que el electorado americano nunca le dio la oportunidad de pasar una primaria, está su hijo Rand, claro, pero ya conocen ese dicho "nunca segundas partes fueron buenas".

En fin, esperemos que con la descomposición de la social democracia y su hijo bastardo, el progresismo, empiecen por fin a aparecer políticos decentes que sean capaces de botar a las oligarquías que se han atornillado en el poder en todo el mundo, veremos.