Solo pueden destruir

Todos los presidentes tienen una especie de obsesión por lo que llaman "el legado". De manera simple el se trata de el recuerdo colectivo que deja el gobierno, màs allà de lo que queda en los libros formales de historia.

A mi me parece que esta obsesión por el legado es más o menos nueva y partió con Ricardo Lagos. quien tuvo desde siempre una obsesión de ser recordado como el estadista del crecimiento con igualdad. En realidad por lo que hoy todos lo recordamos es por el escándalo y la corrupción del caso MOP-Gate.

Bachelet -entenada de Lagos- también vivió preocupada del legado: quiso ser recordada como la presidente que estableció el estado social de derechos en Chile. Pero las cosas no salieron como esperaba y hoy la recuerdan por el escándalo de Caval y la incompetencia abismante de su segundo gobierno

Piñera fue el otro pájaro de la misma pluma, él quiso ser recordado como el presidente modernizador, que transformaría el estado en una maquina eficiente y una locomotora del crecimiento. Tampoco le salieron las cosas como pensaba, porque el legado de Piñera fue indiscutiblemente su cobardía al haber entregado la Constitución de 1980, un verdadero Kerenski chileno.

Con Boric y el lote con que llegó al poder se produjo un cambio importante, llegaron casi por accidente y de pronto se vieron en el Palacio de La Moneda sin tener un ideario, sin plan de gobierno ni una estrategia clara para lograr los objetivos que ni siquiera tenían claros. .

Entonces sus metas fueron por otro lado, no sabían bien que querían construir pero si tenían muy claro lo que soñaban destruir, por ejemplo: 

Carabineros y las Fuerzas Armadas eran su principal objetivo. La meta era debilitarlos al punto de conseguir un control  político total, para tenerlos dominados y poderlos usar como una guardia pretoriana en caso de necesidad.

El segundo objetivo era la Fiscalía y el Poder Judicial, teniéndolos sometidos con el amplio poder del gobierno en los nombramientos, complemetaría el poder de unas FFAA y policia sumisas con la legitimidad legar para usarlas a discreción.

Destruir la Constitución de 1980 no estaba entre las prioridades, pero el sorprendente giro de Sebastián Piñera les ofreció en bandeja esa oportunidad, con la que podrían tener una constitución para afianzarlos en el poder y así ampliar su base de apoyo popular.

La característica común de sus objetivos era destruir las instituciones que consideraban perjudiciales para adquirir un poder más estable y no sujeto al solo capricho de las elecciones. Pero igual que a Lagos Bachelet y Piñera, nada les resultó como lo esperaban. 

Hoy están atrapados a una dependencia fuerte de las FFAA y OO para controlar la criminalidad disparada y las amenazas que llegan desde Venezuela, hoy es el gobierno el que depende de las FFAA y de OO y no al revés, como querían.

En el primer plebiscito constitucional se farrearon la oportunidad de su vida, la única que les hubiese dado ventajas para afianzarse en el poder manipulando la democracia.  La cantidad de payasos que aparecieron como "constituyentes" generó un horror tal en la gente, que el plebiscito lo perdieron por paliza.

Pero en fin, para qué los aburro conando cosas que -al menos los chilenos- conocemos perfectamente bien.Lo que quería en esta entrada era comentarles algo preciso: que nuestro actual gobierno es un eunuco político sin ideas ni capacidad para construir nada.

Su único objetivo es mantenerse en el poder todo el tiempo que  puedan. Como si esto fuera poco, hace rato que se corrompieron a un nivel que haría palidecer a Lagos y Bachelet; todo un record Ginness.  

No es raro que pasara esto, porque la gente que llegó a gobernar van de mediocre hacia abajo. Ex dirigentes estudiantiles, pésimos estudiantes que sacaron apenas sus carreras a punta de protestas, presiones y huelgas. El propio presidente Boric ni siquiera fue capaz de titularse.

Entonces no es difícil suponer cual es el legado con que sueñan: destruir todas las instituciones exitosas del sistema que odian, con la más amarga de las envidias.. 

La joya de la corona por supuesto, sería que consiguieran destruir el sistema previsional de capitalización individual -las AFP- que han sido probablemente la política pública más exitosa de nuestra historia, por algo ha sido copiada en tantos países del mundo. 

Si hay algo que un resentido odia con toda su alma es el éxito de alguien que detesta, los que son incapaces de crerar algo valioso hacen como objetivo de su vida destruir lo que ellos no fueron capaces de igualar, y mucho menos superar. 

Yo veo muy difícil que lo consigan porque desde hace tiempo la gente está despertando y ahora les tocará remar contra la corriente. Como diría un cura que Dios se apiade de sus almas resentidas.