Inversión extranjera: cuando y por qué se congeló

Conocí a Jose Piñera en Iquique a principios de los años 2000, cuando daba en una serie de conferencias sobre los peligros que implicaba la ley del primer Royalty minero que se estaba discutiendo en ese tiempo.

Gabriel Abusleme era amigo de él y me dijo si quería acompañarlo a la conferencia y me anoté de inmediato, porque en ese tiempo ya era gran admirador de Piñera y su trabajo como arquitecto de las grandes reformas estructurales del Gobierno Militar.

Me lo presentó, conversamos un ratito y me regaló su libro sobre como se gestó la Ley Minera, pero lo más importante para mi fue la charla y lo que respondió a las preguntas del público, que me aclaró algunas dudas que yo tenía desde muchos años.

Por ejemplo eso de que "nos roban nuestros recursos naturales, se llevan el cobre y nos dejan el hoyo", o el concepto ese de que somos "unos mendigos sentados sobre una montaña de oro", la forma clara y sencilla como desmanteñó esas dos tonteras cambió completamente mi manera de ver esas cosas.

Lo primero que explicó es que los recursos naturales no valen nada mientras están en la tierra: existe una enorme diferencia entre las toneladas de tierra y piedras con contenido cuprífero y una barra de cobre o un cátodo al 99.95% de pureza.

La diferencia es la inversión y el trabajo que se necesitan para transformar las piedras en barras o cátodos de cobre. Las piedras no valen nada -cero- si no tenemos la inversión y no hacemos el enorme trabajo de mover toneladas de tierra y roca. molerlas, procesarlas para obtener concentrado y refinar, en fin, los miles de millones de dólares que se necesitan para convertir piedras en cobre puro.

La inversión es todo en la economía de cualquier país, sin inversión no hay riqueza y los que invierten corren riesgo, pueden ganar o perder su plata y por eso el inversionista busca sobre todo seguridades. 

Las enormes inversiones mineras que ocurrieron entre fines de los 80 y fines de los 90 fueron lo que transformó a nuestro país. Con esas inversiones pasamos de ser un país mediocre y pobre a un país rico en relación a nuestro entorno iberoamericano. 

Pero esas inversiones no llegaron por casualidad ni por simpatía, sino porque duranto el Gobierno Militar se estableció un sistema de apertura y garantías para los inversores extranjeros que, llegados los políticos en los noventas fueron desmantelando sistemáticamente.

El primer royalty minero, promovido por el excecrable senador Lavandero, fue un golpe a la reputación del gobierno, porque rompió un compromiso formal con los grandes inversores que tendrían invariabilidad tributaria por un determinado número de años.

Es decir el Gobierno Militar atrajo inversores comprometiendose que no iban a variar los impuestos y durante el gobierno de Ricardo Lagos establecen este nuevo y estúpido impuesto, que no agregó nada para el gobierno, porque desde entonces -tal como lo anunció José Piñera- nunca más se volvió a invertir en un proyecto minero importante.

Hubo inversiones para ampliación de plantas o cosas por el estilo, pero ni una sola nueva operación minera. ¿Acaso desapareció el cobre? Claro que no, el cobre sigue ahi mismo, enterrrado, pero ningún inversor quiere hacer tratos con sinverguenzas. Esa es la cruda verdad.

Volvimos a ser los mendigos sentados en un ilusorio cerro de oro, igual que Bolivia, Perú y el resto de los países de iberoamérica que esperan que caiga algún incauto a invertir su plata para después arrebatarle las ganancias. Pero los incautos en esto son cada vez menos.

Los ignorantes creen que "mejor no agotar el cobre" ¡Estúpidos! Los recursos naturales deben explotarse aceleradamente para convertirlos en recursos humanos, así lo han hecho todos los países que hoy son ricos, porque la riqueza debajo de la tierra no es riqueza: no existe si no hay inversión.

Hablando de pensamiento estúpido, veía un video de Landarretche donde hablaba de una disparatada teoría que llamaba "La paradoja de la inversión" donde decía que las inversiones siempre caen por culpa de la ley económica de los rendimientos decrecientes ¡que cantinflada!

La inversión no responde a los rendimientos sino a las oportunidades y la seguridad jurídica que da el entorno, esto último es jústamente lo que vienen destruyendo desde hace 24 años. Cuando una oportunidad se agota aparecen más, siempre y cuando el entorno sea favorable al inversor, obviamente.

La creencia de estos ignorantes que el gobierno puede hacer lo que quiera, romper sus compromisos, poner impuestos sobre impuestos y los inversionistas seguirán llegando, muestra que son una banda de cretinos obsecados. Incapaces de sumar dos más dos.

Y esto tiene una demostración práctica. A principios de este año nuestra tarada clase política, volvió a aprobar una nueva ley del Royalty poniendo todavía más impuestos a la gran minería. Como prácticamente no llega nueva inversión a Chile esta ley no solo es mala sinó inútil, como el perro del hortelano el fisco no ganará ni dejará ganar a los demás.

En fin, no quiero escribir mucho sobre esto porque me hierve la sangre. Mientras nuestra "clase política" y nuestros "analistas políticos" pierden días, meses y años hablando de los chats de Hermosilla y otras cosas igual de intrascendentes.

Ni siquiera los de mi Partido Republicano mueven un dedo para que Chile deje de ser el país leproso que es hoy ante los inversores extranjeros, que son los únicos que nos podrían sacar del pozo en que estamos metidos.