La teoría de la relatividad

Domingo, fomingo. No para mi señores, porque estoy muy entretenido revisando un software, dando los toques finales al sistema de control del Rapa-Nui, viendo que se hace con la bentonita y varias otras cosas que me tienen ocupado. Todo se va a arreglando de nuevo y parece que en un tiempo estaré otra vez tranquilo haciendo las cosas que me interesan, creo que una vez más me libré de la horrorosa amenaza de tener que trabajar para vivir.

Hoy amaneció tibio y levemente soleado en Arica, ¡paso agosto! y el primer día de septiembre, como todos los años, los veteranos en Arica hacen una gran fiesta porque no se murieron. Existe la creencia popular que en agosto se mueren los viejos y cuando pasa ese mes maldito los viejos salen de fiesta celebrando que pasaron un año más.

Septiembre en cambio es mes de fiestas; empieza la primavera -aunque este años se ha atrasado- vienen las protestas del 11 de septiembre, cuando se conmemora el golpe militar de 1973 (que para mí es un día de fiesta), luego las fiestas patrias que este año van a ser como 5 días de feriado: sábado 15 al miércoles 19. Nada que hacer, vivimos en el Reino de la Flojera.

¿Que vas a hacer para el 18 de septiembre? es la pregunta típica en estos días, la gente de Santiago generalmente arranca al campo o a la costa, en las oficinas se organiza un almuerzo y muchos amigos acá en Arica se juntan para un asado. En Arica los pobletes van a las ramadas, donde se toca pura tecnocumbia peruana, es curiosa la inevitable mezcla en una ciudad tan nacionalista como es Arica con la cultura peruana y boliviana. Los más jóvenes se van al Club de Huasos. Yo que no estoy en ningún grupo económico definido hago un poco de todo, a veces me doy una vuelta por las ramadas y habitualmente nos juntamos en Azapa con los viejos amigos a comer un asado, o lo que sea.

En fin, poco a poco van pasando los malos tiempos, el sol se asoma tímidamente y tengo unas pocas lucas en el bolsillo para mis gastos más urgentes. El tiempo que anduve pato -sin un peso en el bolsillo- es decir desde febrero hasta julio, pude comprobar la teoría de la relatividad, en este caso el valor relativo del dinero. Cuando tenía mis gastos cubiertos un billete de 10 lucas no significaba nada para mí; los dejaba escondidos entre las páginas de los libros, o me compraba dos puros Romeo y Julieta, o compraba algo completamente inútil solo para hacer que el dinero circule.

Un día, a mediados de febrero, usé mi última plata para pagar Internet, llené el estanque del auto, gasté toda la plata que me quedaba y me quedó solo una moneda de 100 pesos en el bolsillo. Recuerdo perfectamente que fuí a estacionar el auto en calle 7 de junio, frente al edificio donde está la CORFO y le pasé mis últimos 100 pesos a un "cuidador" de la calle, me arrepentí en seguida porque nunca les doy plata a esos tipos y como soy algo supersticioso pensé que eso me iba a traer mala suerte. Efectivamente, mi billetera no volvió a ver un solo billete hasta agosto, pasé exactamente 6 meses en economía de guerra.

Cuando volví a ver 2 billetes de 10 lucas saltaba en una patita, le eche 10 de gasolina al auto y los otros 10 los doblé cuidadosamente y los guardé en el fondo de la billetera. Poco a poco se han ido multiplicando y paree que el próximo mes ya volveré a fumar Montecristos -ese va a ser mi primer gasto, la plata hay que quemarla- y podré también volver a despreciar el trabajo, como de costumbre.

Hace un par de años un tipo que tiene una tienda de repuestos de autos me pidió que le hiciera un programa de inventario, le dije que ya no trabajaba en eso, pero me dijo que cuanto cobraría por hacerlo de todos modos; mi respuesta fue que no lo haría por ningún precio. Un tiempo antes había hecho unos proyectos de Prochile y al tiempo de pagar me bajaron los honorarios, eso me puso furioso y cuando me pidieron las boletas para los nuevos honorarios no fui nunca más; eran como 5 millones de pesos (unos US$ 10.000) que no quise cobrar de pura pica. Es el valor relativo del dinero, un mismo billete de 10 lucas puede valer mucho o nada según cuantos más tengamos en la billetera. Habiendo enunciado la Teoría de la Relatividad del Dinero, los dejo, será entonces -mis amigos- hasta mañana.