03 agosto 2008

Sábado en Tacna City

Nos fuimos el sábado a Tacna con Oscarini, en un almuerzo que se nos alargó un poquito, porque salimos a las 11 de la mañana y a las 7 AM del día siguiente llegamos de vuelta. Nada que decir, puede que en Perú se gane poco pero que se pasa bien es algo que nadie puede poner en duda.

En los buffet del Rancho San Antonio los fines de semana uno siempre se encuentra con conocidos ariqueños, es un poco como salir a dar una vuelta por el paseo 21 de Mayo porque es un buen lugar donde uno puede comer todo lo que quiera por 30 soles, unos US$ 12.- que es un cantidad astronómica para Tacna, aunque todavía un buen precio para los chilenos.

Alguno de mis amigos peruanos con que almorcé no conocían el lugar que es tan popular entre ariqueños. Me decían que está más orientado a los turístas, seguro que prefieren lugares más criollos. Sin embargo en el rancho se produce uno de los mejores piscos del Perú, el Don Cesar del que pude probar más tarde un poco de una producción no comercial, que hacen en el rancho solo para los amigos. Pero eso fue en otro lugar, mucho más avanzada la noche.

La cosa es que llegamos a eso de mediodía y nos quedamos hasta que oscureció, comiendo y tomando cervezas con los amigos, un muy buen almuerzo. El Rancho ha mejorado la calidad de su comida -que no era muy buena que digamos- y además de los cantantes en vivo ahora tiene unas parejas que bailan la música tradicional. Conozco el lugar desde los años 80 y se había mantenido sin muchas variaciones, el buffet y los bailes han ayudado a que no se convierta en una experiencia repetida después de tanto tiempo . Luego salimos a dar unas vueltas por ahí y finalmente terminamos en el restaurant Tacna Mía de mi amigo Héctor y su familia, el lugar todavía no se inaugura pero ya estaba el padre de Héctor disfrutando en compañía de un grupo de amigos, vernos e invitarnos fué una sola cosa y ahí se armó la fiesta.

Como de costumbre partí haciendo un brindis por esas delicias tan típicamente chilenas que son el pisco sour y el suspiro limeño, es un chiste que nunca me falla con los peruanos. Esta vez resultó beneficioso porque el dueño de casa, mosqueado, sacó de su reserva con llave una de las botellitas de pisco campeón don Cesar que le había regalado el productor, muy aromático y alcoholico como el diablo, aunque suave y frutoso en la boca, es uno de los mejores piscos que se producen en Perú.

Habíamos tomado innumerables cervezas para el almuerzo y pensé que el pisco me iba a dejar tumbado, pero nada de eso, así es que seguimos tomando vinito de chacra, hasta que apareció el productor del vino con otros amigos, el restaurant está al lado de una linda viña y desde la terraza tiene una vista espectacular, algún día voy a sacarle fotos para que lo vean bien, pero antes tengo que estar sobrio.

Una de las cosas más entretenidas fue conversar con el dueño de casa, el padre de mi amigo Héctor, que es uno de los mejores arquitectos de Tacna, el hombre es artista y muy culto, además nos dió una clase magistral de su filosofía, que consiste en vivir para divertirse, pasarlo bien, amigos, fiesta y mujeres ¡quien no va a admirar a alguien así!, creo que es una de las personas con más claridad mental que he conocido, se convirtió inmediatamente en nuestro gurú y cuando yo sea grande quiero ser como él.

Nos contaba que es de una familia pobre de Locumba de 14 hermanos, los que para estudiar tuvieron que hacer postas, primero trabajando como obreros, después estudiando y finalmente ayudando a los hermanos menores, así los 14 se convirtieron en profesionales todos muy destacados. Hoy tiene 64 años y dice que recién pasados los 50 quedó desocupado como para dedicarse a lo importante que es vivir a su manera, o sea que yo todavía tengo esperanzas.

Y como dice la canción "y nos dieron las nueve y las diez, las once y las doce..." y seguimos tomando vinito de chacra hasta que terminamos con dos garrafas, después aparecieron unas piscos Biondi que los seguimos tomando con CocaCola, hasta las cinco de la mañana, hora en que nos fuimos a tomar el auto de vuelta para el Terminal. Un viaje excelente, Oscar quedó muy impresionado con el cariño y la hospitalidad de los tacneños, yo ya la conozco de sobra.

Bueno, solo les puedo decir que después de tanto tomar toda la noche llegué sano y bueno a la casa y hoy no tengo ni el más mínimo malestar pese a la mezcla explosiva de cervezas, vino de chacra y pisco, nada, ni siquiera un ligero dolor de cabeza. Todo bien, ahora me voy a asimilar por un tiempo la sabiduría de nuestro nuevo Gurú de Tacna, gran valor sin duda.

2 comentarios:

  1. Hola Tomas--
    que manera de disfrutar; gracias por compartir los datos turisticos de Tacna. Estuve en Rancho San Antonio en Enero y me quede con las ganas de volver: lindo, excelente comida y ambiente. Y claro, almorzando ese dia en El Rancho me encontre con amigos ariquenhos que no veia en 20 anhos! Eso si, me parece un milagro irse de parranda toda la noche y estar fresco como lechuga al dia siguiente :)

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  2. Lilian, creo que hay dos posibles explicaciones: o el trago era muy bueno o yo estoy volviento a retomar el training. También podría ser una combinación de las dos :D

    Ir al Rancho San Antonio un fin de semana equivale más o menos a salir a dar una vuelta por 21 de Mayo cerca del mediodía

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