12 enero 2009

Sobre la religión


Lo conversamos con Mila y Rudy el sábado pasado, también había leído sobre el asunto en el foro de expatriados allchile: los gringos que llegan acá se asombran por lo poco religiosos que somos los chilenos. Mila -que pertenece a la iglesia ortodoxa griega- me cuenta que cuando vivía en Buffalo viajaba con su hijo todos los fines de semana 3 horas y media de ida y otras 3 y media de vuelta para ir a la iglesia, cosa que a mi me pareció insólita ¿que motiva a alguien a viajar tanto y gastar toda esa bencina para ir a misa?, y conste que Mila es bien open mind en asuntos religiosos, nada que ver con esos fanáticos evangélicos del Medio Oeste, Me contaba que eso no tiene nada de raro allá y le asombraba lo cortas y sumarias que son las misas católicas. Una misa ortodoxa dura por lo menos tres horas y no hay sillas, todo ese tiempo estás de pié o de rodillas.

Dudo que exista en Chile alguien tan religioso como para hacer esa clase de devociones, nuestra relación con la iglesia es acá mucho más relajada y ni siquiera la gente más beata se toma demasiado en serio lo de la misa, los curas y todo eso. Creo que ya he escrito sobre esto antes, lo que pasa es que hay una diferencia en la forma en que enfrentamos la religión entre los latinos y sajones. Los sajones, normalmente pertenecen a iglesias minoritarias como las protestantes, evangélicas, ortodoxas, etc. donde muchas veces el predicador o pastor tiene un rol principal.

En general yo creo que los predicadores y las iglesias relativamente pequeñas trabajan más el miedo de los feligreses. En USA ser "temeroso de Dios" es una virtud muy apreciada, es casi sinónimo de ser una persona decente. Los católicos en cambio no le tienen ni pizca de miedo a Dios y -aparte de algunos que conocí en Chiloé- no he conocido a ningún católico que crea seriamente que existe el diablo y que si se porta mal después de muerto se va a ir al infierno, todos los católicos que conozco toman eso como una especie de chiste o leyenda, no así los Americanos, seguramente por eso se muestran -al menos en apariencia- tan preocupados de hacer lo correcto.

Nosotros en cambio somos milagreros, vemos a Dios, la Virgen y los santos como una especie de viejitos pascueros dispensadores de milagros y de buena suerte. Para obtener milagros la gente está dispuesta a hacer mandas y grandes sacrificios que horrorizan a los no-católicos. Yo pienso que son las dos formas fundamentales de ver la religión: como un asunto de miedo o como la búsqueda de milagros. ¿Cual de las dos formas es mejor? individualmente yo creo que es mucho más práctico creer en los milagros, porque podemos ver casi de inmediato las consecuencias de nuestra fe, los que temen a Dios y al infierno tienen que esperar a morirse para salir de dudas si su religión sirvió para algo. Sin embargo desde el punto de vista social, el miedo es mucho más útil porque obliga a la gente a comportarse de acuerdo a lo que le dictan sus predicadores durante toda su vida: luego tienen que esperar la muerte para saber -recién- si fueron premiados o castigados.

Lo que es yo, tengo una fe absolutamente milagrera y me importa un comino lo que me vaya a pasar después de muerto aunque rezo todos los días por las cosas que espero obtener:

-No tener que ir nunca a un matasanos, morirme de manera repentina e indolora
-Que no me falte un techo, una cama ni un poco de comida (no mucha, para no engordar)
-Que me vaya razonablemente bien en todo (al menos en los grandes números)
-Todo lo anterior para el resto de mi familia cercana

Pero también pido algunas cosas un poco más frívolas, aunque la mayoría son tan imposibles que probablemente ni San Expedito se la podría con eso:

-Que no me covierta en un pelado cabeza de rodilla (difícil, muy difícil)
-Tener más éxito con las minas (y no hablo de éxito sentimental ni de las minas de cobre)
-Tener los dos autos funcionando sin problemas (con los papeles al día y plata para gasolina)
-Terminar de construír la casa
-etc. etc. etc. ad infinitum

Debe ser por eso que los rezos se me alargan demasiado, son muchas las pedidas y como no se me puede dar todo -lo que tampoco tendría gracia- me conformo con lo más importante, encomendándome diariamente a Dios, que no creo que exista, a la Virgencita de las Peñas, que también dudo que haya existido y a San Cayetano, el que me pone las cosas en la mano, amén. Puede parecer absurdo encomendarse a alguien que uno duda mucho que exista, pero a mi al menos me ha funcionado OK durante todos estos años.

2 comentarios:

  1. A mí me importa mucho lo que me va a pasar cuando me muera; creo en el infierno, creo en el cielo y todas esas cosas (leer credo católico).
    Solo hace un par de días terminé de entender el sentido de "los dioses"antiguos (tras leer a Rimbaud).
    La cosa es atribuirle contenidos personales a todas estas cosas.

    De hecho, dentro de mis propias miserias (que todos tenemos las propias) juego al día de mi muerte, y, dentro de ese día, pongo atención en ese segundo final donde, según dicen, se hace el recuento de todo lo vivido.

    Qué le voy a hacer

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"