No me gustaría pasar esta noche en Coronel, Tomé o Quilicura, lo peor es que tengo amigos allá y es un poco como si lo estuviera pasando. Si hace pocos días una banda asaltó la casa del futuro ministro Cristian Larroulet, imagínense como estarán de felices esos tipos ahora y como estarán sus colegas de la región del Bio Bio sabiendo que pueden saquear y robar con bastante impunidad.
Lo que vemos ahora en Concepción y sus alrededores es la generación de flaites en acción, los que han crecido al amparo de leyes permisivas y con la cultura del mendigo insolente promovida en todos estos años. Yo lo veo como el efecto del cuidador de autos: si siempre estacionamos el auto donde mismo y empezamos a darle plata a un "cuidador" el día que dejemos de darle plata arrancará el espejo o rayará la pintura, porque ya adquirió el derecho a recibir. El desborde de los flaites ha sido peor que el terremoto, la indignación y la impotencia son más fuertes que el miedo a un desastre natural.
Con esa misma lógica los tipos arrasaron como ratas los supermercados, tenían derecho porque tenían sed y hambre, con eso bastaba. Algunos tontos los justificaron al comienzo y así se formó la bola de nieve. Si tiene derecho de robarse la leche ¿para que dejar los televisores, el whisky? era de toda lógica, robo es robo. Y como algunos les avivaron la cueca diciendo que "las grandes empresas tenían que ponerse" ¿que tiene de malo saquearlos y después incendiarlos? es lo más lógico, que se pongan los ricos que para eso tienen. Lo que no pensaron los muy estúpidos es que "los ricos" somos todos, incluso los pobres de la población del lado, incluso el vecino y ellos mismos son los ricos para otros flaites.
Carabineros, bomberos, FFAA han sido el pilar de estos días, cuando entraban las tanquetas Mowag a Concepción fueron recibidos con ovaciones y bocinas, por fin alguien que puede contener efectivamente a los flaites, no han dormido, han recibido ataques y amenazas de la turba pero ahí están, rescatando, patrullando y ayudando, nunca habíamos visto más clara cual es la principal función del estado.
Pero nada peor que sacar carabineros o militares a la calle si no se sienten seguros que podrán usar sus armas, la estupidez máxima del primer día fue sacar personal militar desarmado, esa fue una decisión criminal que explica los motines que se ven hoy en la región del Bio-Bio, militares y policías son personas igual que nosotros, si piensan que usar sus armas les traerá problemas los flaites lo notarán enseguida y les perderán el respeto, se sentirán invencibles. Recuerdo por lo menos cuatro terremotos desde 1965 a la fecha, nunca había visto a chilenos comportarse de esa manera, ese es el mérito exclusivo de los últimos 20 años.
Todas estas horas que el gobierno ha vacilado para dar orden de disparar, han sido la explicación de lo que está pasando, si hubieran decretado estado de sitio pocas horas después del terremoto -como solía hacerse- todo esto se habría evitado, tal vez sin necesidad de disparar un tiro. Las autoridades se han mostrado pusilánimes, más preocupadas de su imagen que de el desastre. No me puedo imaginar peor despedida para los gobiernos de la concertación, finalmente acorralados por lo que ellos mismos fomentaron durante años. Lo más dantesco fue ver al presidente brasileño Lula da Silva, en la visita más inútil de la historia. Mientras obligaba a las autoridades a perder el tiempo intercambiando la más absurda retórica, en Concepción las fuerzas de orden eran claramente sobrepasadas, todos nos preguntamos ¿y donde está el piloto?.
Pero en fin, de cosas malas siempre salen cosas buenas, seamos positivos. Creo que con esto una gran cantidad de chilenos se convencieron de lo importante que es dar un fuerte golpe de timón a la conducción del estado, en tiempos de tranquilidad y vacas gordas podíamos soportar autoridades incompetentes, ahora ya no. La tragedia presenta un montón de oportunidades para los años que vienen.
Creo que al revés de lo que sugería Ulschmidt sobre la cultura del saqueo, el espectáculo que estamos viendo ha provocando una indignación tal que permitirá implementar políticas que eran imposibles un mes atrás, estoy seguro que la mano viene muy dura para los longis y que habrá amplio apoyo para aplicarla, es algo que se siente, hay un punto que los chilenos no aguantamos y creo que hoy se llegó a ese punto.
También vendrá un tremendo programa de reconstrucción, Chile tiene el mejor y más barato crédito de su historia en estos momentos y, a diferencia de la receta keynessiana de enterrar basura en las minas y pagar a la gente para que la saque, tendremos una inversión enorme en infraestructura y espero que esta vez sea bien hecha ¿se fijaron como colapsaron las carreteras y edificios nuevos? con el shock que tuvimos creo que eso no volverá a pasar.
En fin, a partir de ahora las cosas solo pueden mejorar, ya tocamos fondo y los incapaces se están yendo para la casa, ahora le toca a Piñera demostrar si es tan bueno administrando un país como administrando sus empresas. El terremoto ha barrido con pesadas mochilas que estaba heredando, ahora se podrá escribir de cero en varias cosas. Ojalá que el nuevo gobierno aproveche la oportunidad que se está presentando.
Amigo, creo que estamos en desacuerdo. Tus observaciones son válidas, pero diferimos en las conclusiones. La asistencia humanitaria es SIEMPRE desigual. Nunca hay para todos. Lo que es crucial es la información y decirle a la gente qué sucede, y si no se sabe, a qué hora se le dará más información, y que asistencia tendrán, y dónde, y cómo, y quienes. Un ejemplo de las dimensiones que estamos hablando, se necesita agua, siete litros mínimo por día por persona en situaciones de emergencia. Se acepta como límite 1.100 calorías diarias. Para dar esta asistencia, hay que tener espacio humanitario. Este espacio, la dan las partes. Para que estas la den, hay que tener el respeto de estas partes por quienes dan la ayuda. Entiendo que estoy hablando talvez sandeces teóricas para muchos, pero para mí es mi profesión, lo que me hace hacer bien mi trabajo y salvar vidas, en ocasiones. Vital es para mí hablar con la verdad, cuando tengo la responsibilidad de distribuir asistencia humanitaria. Yo tengo la ilusión que cuando las cosas son díficiles nos permite también mover lo mejor del ser humano para mejorar nuestros proyectos comunes. Talvez, empezando por lo simple, ningún funcionario público ahora se va a quedar dormido cuando se hable de prevención de desastres o estandares Esfera, etc. Creo en que en momentos difíciles a la gente hay que decirle la verdad, toda la verdad, pero también darles un horizonte y un calendario. Y cumplirlo. Y si no se cumple, avisar. Y te juro que resulta, la cohesión social se reconstruye. Con la verdad.
ResponderBorrarLos flaites siempre han existido, la diferencia con lo 70s y 80s (años de dictadura) es que antes corrían balas hasta por leer un libro de marx o escuchar a Silvio Rodríguez y con esos antecedentes a nadie se le podría ocurrir saquear un supermercado.
ResponderBorrarCuando ocurrió lo del huracán Katrina en estados Unidos, el gobierno de Bush también tardó en llevar ayuda y comenzó el caos y los saqueos, y eso que ellos son “personas del primer mundo”.
Y no solamente los flaites han salido a las calles de Conce, también lo ha hecho la clase media que salió a robar la bencina de las bombas de bencina para arrancar en sus autos 4x4 que pagaron a mil cuotas.
Lo que quiero decir, es que si nos ponen en el mismo contexto, probablemente todos reaccionemos de la misma forma. Y estoy seguro que a ti te vería corriendo con una caja de whisky… y yo con barias bolsas de hielo jejej.
Otra cosa que me tiene preocupado es que el Colegio de Arquitectos de Chile aún no se ha pronunciado cuando su gremio ha quedado como las pelotas.
Los encargados en los Municipios que dan los permisos de construcción también están calladitos.
Y lo políticos que tienen acciones en inmboliriarias y constructoras están “calleuque el loro”.
vrebolledo: totalmente de acuerdo, los experimentos de sicología social, tan en boga en los sesentas y setentas (y hoy prohibidos por la ética) lo dijeron: todos podemos ser torturadores (experimento de Milgram), todos podemos ser carceleros brutales (experimento de la cárcel de stanford, de Zimbardo), todos podemos ser nazis (experimento de "la ola"), etc. en circunstancias especiales, bajo presiones especiales, cualquiera de nostros podría ser cualquiera de esas cosas. Es fácil pontificar desde afuera, así como es fácil ser generales después de la guerra. Y no quiero con eso relativizar la condena al saqueo, sólo decir que el "yo nunca" sólo demuestra lo incríblemente fatuos que podemos llegar a ser, y desastres cómo el ocurrido nos enseñan un poco de humildad rebajándonos a nuestra realidad
ResponderBorrarEstimado anónimo, de acuerdo contigo en lo del experimento de Milgram, la ola, todo eso. Claros ejemplos de que todos podemos elegir la peor opción. Pero, he visto que todo desastre y guerra donde he trabajado, se encuentran aquellos que dicen que no. Siempre recuerdo esos jóvenes croatas cruzando las lineas de fuego en Krajina para asistir a unos ancianos serbios abandonados durante la retirada. Recuerdo aquellas tribus en Darfur cuando distribuían cincuenta kilos de cereales entre doscientas personas no registradas. Todos podemos ser bestias, si claro, pero todos podemos también optar distinto. Si sabemos cómo. He ahí mi énfasis.
ResponderBorrarefectivamente, creo que las lecciones de humildad van por esos lados. Ni el yo siempre ni el yo nunca, ni el creer que todo un grupo es lo peor ("ellos", los flaites, los cuicos, los fachos, los rojos) ni "nosotros" lo mejor. Dicen que las catástrofes sacan los mejor y lo peor de un pueblo, y creo que eso queda claro con lo vivido, y los ejemplos que pones
ResponderBorrarLo mejor es que surja algún tipo de liderazgo barrial, asambleas, disidente, clasista-combativo o lo que sea, pero que la gente siga a una estructura. En las crisis argentinas - que no tuvieron el disparador de un desastre como éste - los movimientos piqueteros hicieron el favor de aglutinar a la gente más carenciada y exponer un jefe con quien negociar entrega de cosas. Luego pasa el tiempo y estos jefes son comprados, coimeados e incorporados al sistema electoral, pero esa es otra historia. Cualquier comisión barrial cortando una calle y exigiendo ayuda es mejor que una turba asaltando un supermercado. Hay que aceptar formas de organización social atípicas y aún aparentemente anti-Estado, lo que sea, provisoriamente, como alternativa a la simple anarquía.
ResponderBorrarAlfredo, claro que la asistencia siempre va a ser desigual, claro que se necesita respeto de las partes y claro que hay que hablar con la verdad y proporcionar abundante información. Las personas como dijo el Anónimo, son potencialmente capaces de hacer las mejores o las peores cosas, todos somos capaces de ser muy cooperativos y altruistas o depredadores, como reacionemos depende completamente de si se crea o no la sensación de liderazgo y la confianza en los que están al mando, cuando esa sensación no existe una buena parte de la gente, la más inclinada a actuar como depredadores, simplemente sigue ese camino. Es cuestión de ir a un estadio y ver las barras del Colo y la U nomás, eso pasa cuando se pierde el control sobre la gente.
ResponderBorrarVictor hay un argumento muy sencillo en contra de lo que dices, yo tengo buena memoria desde mucho antes de los 80s y recuerdo muchas otras catástrofes naturales: NUNCA hasta donde yo recuerde se habían producido saqueos de esa clase en Chile, ni en el terremoto de Valdivia 1960, ni en Concepción 1961, ni Santiago 1967, Antofagasta 1970, ni el tsunami 1971, ni Santiago 1985, etc etc etc
Nunca la gente en Chile había reaccionado de esa manera, todo lo contrario ¿donde estuvo la diferencia esta vez? en que no hubo piloto, al menos así lo veo yo
Ulschmidt, yo creo que tenemos algunas de esas organizaciones de depredadores ahora mismo, las barras bravas son un buen ejemplo, no creo que la solución pase por tolerarlos y después comprarlos, me parece que eso es lo peor a largo plazo. Que se establezca un fenómeno como los piqueteros en Argentina creo que es lo que hay que evitar y -en mi opinión al menos- creo que es una idea que repele a la mayoría de los chilenos.
ResponderBorrarEn estos últimos años han aparecido grupos así e incluso dentro de la propia izquierda son fuertemente rechazados. Chile no es así, durante varios años para el "día del joven combatiente" un grupito salía a hacer grandes detrozos a la calle, pero cada vez tuvieron menos apoyo popular. Creo que la manera de ser de los chilenos es muy contraria a esos grupos y comportamientos.
Amigos .Como viejo semi -retirado, al momento me encuentro ocupado en buscar las estatisticas y racionales para el estimado del costo de reconstrucion del desastre Chileno.
ResponderBorrarSin embargo, meto mi curacha para decir, que cuando Zamudio habla , mejor que escuchen. El hombre, segun entiendo ,tiene una gran experiencia en las otrocidades cometidas en muchas partes del mundo. Siendo esto para el nada academico, pero algo que a visdto con sus ojos.
El no estar en Chile le da una oportunidad de ver las cosas con una mas amplia vision e intendimiento.
Solo por el gusto de discutir, en el terremoto del 60 si hubo toque de queda y no fue porque la gente se estaba portando de lo más bien. Si bien no fue como ahora, si hubo gente robando y haciendo disturbios:
ResponderBorrarAhí van los ejemplos de lo ocurrido en valdivia en los 60s:
“La primera noche, en circunstancias que la tierra aún se movía, o la gente creía sentir que se movía, sin agua, sin luz, sin radio en los hogares –no había otro medio de comunicación por entonces- nuevos cuentos transmitidos por aterradas personas que divulgaban sus impresiones llevarían al paroxismo a los niños que se aferraban de las faldas de sus madres. Se hablaba de muchas, cientos, miles de casas y edificios destruídos, de mucha gente muerta; de que los militares estaban fusilando en el acto a quienes eran sorprendidos robando, violando el toque de queda que se había instaurado, en fin. Las horas eran largas y de oración permanente. De expectación y de terror porque se suponía que vendría otro terremoto más letal aún. Al cuento de las grietas alguien le agregó el elemento de que se había visto surgir de ellas gigantescas y desconocidas bestias…”
Otro ejemplo:
“En medio de esta catástrofe, se produjeron pillajes y saqueos, ante los cuales se ordenó fusilar a quien se encontrara realizando dichos actos. Sin embargo, existe una controversia en torno a los excesos cometidos por estas medidas, pues se presume que un número importante de los fusilados no habría sido culpable de estos delitos.
El terremoto dejó un saldo de 3.000 muertos.”
http://pclinkcyber.blogspot.com/2009/09/terremoto-de-valdivia-1960.html
Otro más:
“al parecer esto no es nada nuevo, conversaba con mi suegra (tiene mas de 80 años) y me decía que tanto en el terremoto de Chillán de 1939 como en el terremoto de Valdivia de 1960 se produjeron saqueos y pillajes y los que controlaron la situación en aquella ocasion también fueron los militares.
y según me contaba (no se si sera cierto o no) que en el 60 a persona que pillaban saquean se les hacia un juicio sumario con ley marcial y se le fusilaba ahi mismo”
http://www.frogueros.com/showthread.php?p=3096954
También puedes leer:
http://www.revistamarina.cl/revistas/2000/3/soulodre.pdf
PEro hombre, si eso es exactamente lo que estoy diciendo: "si hubieran decretado estado de sitio pocas horas después del terremoto -como solía hacerse- todo esto se habría evitado, tal vez sin necesidad de disparar un tiro"
ResponderBorrarEl comportamiento depredador se dispara cuando no hay liderazgo y cuando la gente percibe que "nadie está a cargo".
Por eso siempre en estos casos se da el estado de sitio con la orden de disparar, con unos cuantos ejemplos basta para controlar a los delincuentes, pero si esos ejemplos no se dan desde el comienzo pasa lo que ocurrió ayer, el descontrol se masifica.
Se perdió la oportunidad de ordenar el naipe en el acto.
ResponderBorrarAhora el lumpen ya sabe que los milicos no son mas que los guardias de supermercado.
Nunca antes la población tuvo esta apreciación de los milicos. Simpre fueron respetados. Ahora los están obligando a que les tiemble la mano, con las consecuencias que se están viendo.
Y les aseguro que es mucha la gente que espera se les de un espaldarazo para que puedan ordenar el cumpleaño de monos que tienen
mmarq33, al final todo esto puede ser para mejor, tal vez la gente que vivimos lejos de los problemas puede teorizar más sobre el asunto, pero estoy seguro que de Santiago al sur las ideas de la gente sobre como enfrentar la delincuencia han cambiado en muy pocos días y en el futuro cercano la seguridad pública pasará ser mucho más apreciada.
ResponderBorrarToda moneda tiene dos caras y de lo malo también salen cosas buenas.
El problema principal es que cuando esta señora dice que "aplicaré todo el rigor de la ley" nadie le cree. Todos sabemos lo que ha ocurrido cuando ha hecho este tipo de amenazas. NADA.
ResponderBorrarSi, pero ya se está yendo, mejor mirar para adelante
ResponderBorrarComo dice mmarq33 dijo, se perdió la oportunidad de ordenar el naipe en el acto. Era importantísimo que las FFAA reprimieran de verdad los primeros saqueos, con balas. De lo contrario el flaiterío tiene la impresión de que sólo cambiaron las caras, pero que pueden seguir actuando con impunidad. Afortunadamente, el toque de queda resultó efectivo, pero cuando termina sigue el vandalismo.
ResponderBorrarVamos a ver cómo continúa evolucionando todo esto.
La tolerancia con los desmanes menores o esporadicos y "casi justificados" es lo que manda el mensaje equivoco: se puede hacer lo que se quiera.
ResponderBorrarEsa percepcion se va realimentando y se va extendiendo a diversas capas sociales, a personas con distinta educacion o diversos valores. Hasta que adquiere un grado de generalizacion que provoca una reaccion, que es lo que estamos viendo ahora, la gente aplaude la llegada de los milicos y el toque de queda.
Como dices, solo se evitan males mayores impidiendo que nazca el proceso. En todas partes es de manual cuidar primero la seguridad de las personas y las instalaciones en cada caso de conmocion social
Claudio, Wilson, eso es lo que pasó: señales equívocas, yo vi por televisión al principio de los saqueos como en todos los canales de televisión los justificaban, EN TODOS, los periodistas decía que era "explicable" por el hambre que la gente asaltara los locales comerciles, allí se empezó a prender la mecha. Claro que no es justificable asaltar un local, ni siquiera para robarse un pan, mucho menos después de una catástrofe. Por eso años atrás los fusilamientos sumarios y con un par de ejemplos al resto de la gente se les pasaba cualquier tentación de empezar a robar.
ResponderBorrarEl problema es que no solo los flaites, mucha gente normal y decente, decía que eso era normal y que los comerciantes deberían "regalar" sus mercaderías, sin darse cuenta de la inmensa estupidez que estaban diciendo, eso demuestra como a una generación completa les contaminaron el cerebro con basura que nunca fue aceptada en Chile, excepto por los delincuentes profesionales.
Insisto que no éramos así, tengo buena memoria y en 1965 a nadie normal se le habría ocurrido asaltar una tienda, eso era cosa de ladrones, y nadie se extrañaba porque a un ladrón en estas emergencias el Ejército lo cocía a balazos, era algo completamente aceptado. Ahora que llevamos muchos años de sembrar resentimientos, el resultado les está reventando en la cara.
Igual, creo que esto está sirviendo para que se de vuelta la tortilla, todas las personas con que he conversado están indignadas con lo que pasó y todos piden un cambio en la manera de tratar a el lumpen flaite, creo que con este concenso no la van a ver muy fácil en los años que vienen.
Estimado, permitir los saqueos fue una demostracion de la igualdad de oportunidades que nos ha dado la concertacion. Permitieron que la gente robara tal como los gobernantes. Pedirles a los gobernados una moral superior a la de sus gobernantes es pedirles peras al olmo. Ojala este sea el fin de la cleptocracia.
ResponderBorrarajaja, igualdad de oportunidades para el choreo, buen, buena. En realidad en EFE hicieron algo parecido, y no les salió ni por curados.
ResponderBorrarEn fin, menos mal que en unos pocos días más se van para la casa.
Mira esta este articulo de LUN (lo enmarcado en rojo es espeluznante):
ResponderBorrarhttp://img186.imageshack.us/img186/7528/aricatsunami.png
Pega la direccion de arriba en barra de titulo de tu navegador.
Si, es sabido que el próximo será acá y probablemente será más grande, pero nadie parece darle mayor importancia. Por algo me compré mi casa en altura y dejé de vivir en la playa hace 2 años.
ResponderBorrarEn realidad un tsunami no debiera matar a nadie, las muertes son completamente evitables, basta con tener un buen sistema de escape y no vivir en áreas de riesgo (y no tener demasiada mala suerte).
Respecto de coser la gente a balazo, cosa que evidentemente ya no puede hacerse (ah, los viejos tiempos!) le resultará extraño e inapropiado pero yo sigo recordando los saqueos aqui del 2001 por la crisis de la deuda: las balas de goma obraron milagros. Porque son, sicologicamente, un tipo que te está tirando. No importa que no sea plomo. Si pega bien duele muy mucho y si pega mal puede sacarte un ojo o matarte igual. Pero es legal. No estoy viendo que usen algo como eso, corren a los cacos y hasta cinco hombrones de la policia se ocupan de agarrar a una mujer robando, es muy civilizado pero así los van a sobrepasar siempre.
ResponderBorrarBalas de goma, remember.
Ah Ulschmidt en Chile la cosa es un poco distinta. Los militares están en la calle con fusiles SIG, nada de goma, es munición de guerra incluso con algunos impresionantes por el alto calibre, los están usando y tienen autorización para disparar, lo que queda a discreción del comandante según como evalúe la sitación. Hasta el momento solo han disparado sobre las cabezas pero todos los jefes de fuerza han dicho que no vacilarán en usar las armas si la situación así lo amerita. Las tienen y están legalmente autorizados a usarlas.
ResponderBorrarY como era previsible, después que dispersaron unos conatos de saqueo a balazos no se han vuelto a producir más asonadas ¡era fácil! si las autoridades los hubiesen desplegado desde el primer momento se habría evitado gran parte de los saqueos producidos cuando la ciudad quedó entregada a las turbas.
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