Regionalismo

En Tacna los dueños de bus y combis están tratando -por enésima vez- de subir el valor del pasaje, que se mentiene fijo en medio sol (unos 18 centavos de dólar) desde 1991. Sigo regularmente lo que pasa en la ciudad vecina leyendo Penetra Cultura de Miguel y El Takana de César que me mantienen al día con las noticias al otro lado de la frontera.

Es muy divertido, cuando yo trabajaba allá el año 2008 también trataron de subir el pasaje y la gente simplemente pasaba la moneda de medio sol (una "china") y decía al cobrador no tengo mas pe, y no había modo de bajarlos.

Recuerdo que la primera vez que subí a una combi con el nuevo pasaje pagué obedientemente los 70 céntimos, pero después pensé que diablos, adonde fueres haz lo que vieres y volví a acumular chinas de medio sol en mi bolsillo, un par de veces tuve que decir que no tenía más y luego los cobradores se acostumbraron, ya ni reclamaban.

Hay cosas que me encantan del Perú y una de esas es como se organiza la economía informal de una manera casi perfecta, Adam Smith y David Ricardo se sentirían como en su casa en Tacna. A diferencia de Chile, la gente simplemente no paga cuando encuentra que algo es caro y los vendedores ajustan sus costos bajando la calidad hasta un punto en que se llega a un tácito acuerdo. Yo creo que todavía no está como para que suba el pasaje, pero si comparamos los precios con Arica, donde el combustible vale prácticamente lo mismo, tenemos:

Valor de pasaje en bus o combi: Arica US$ 0.71, Tacna US$ 0.18

Valor de carrera en taxi (promedio): Arica US$ 3.10, Tacna US$ 1.07

Uno podría pensar que con esos precios en Tacna se vive fantástico, pero no es tanto, como en todas partes los salarios también están ajustados y son mucho más bajos que en Chile. Mil dólares mensuales (unos tres mil soles) es un salario promedio para los profesionales con lo que pueden vivir bastante bien. La gente sin profesión tiene ingresos mucho menores pero igual se las arreglan, los peruanos son economistas natos. El mejor de los mundos posibles es tener un sueldo chileno y vivir en Tacna. Cuando necesiten a alguien para limpiar los baños del consulado chileno allá por favor avísenme. Me voy encantado.

En Magallanes estamos viendo lo que se podría llamar la maldición de las zonas extremas, que se encarna en el caudillismo local, demagogos y oportunistas que esperan su momento para levantar al pueblo en su favor. En Iquique tuvimos una de las muestras más notables con el loco Jorge Soria, en Arica hubo un conato de caudillo con Ivan Paredes, menos mal que no le resultó.

A medida que las ciudades se alejan del centro van siendo desatendidas y se crean los resentimientos contra el centralismo, ese es el caldo de cultivo donde engordan los caudillos locales. El peor problema es que la compra de votos en estas ciudades se materializa en forma de subsidios, los caudillos siempre están peleando por más y más subsidios porque así es como salen electos.

Ahora que habrá un cupo para dos nuevos senadores por Arica aparecerán los buitres exigiendo políticas de estado para sacar a Arica de su postración, léase más subsidios. Cuando pasan las elecciones estos subsidios se convierten en una carga permanente para el fisco y crean una serie de industrias cuya única ganancia es el subsidio fiscal. La ciudad queda atrapada en un estado de mendicidad e ineficiencia.

Miren lo que pasa en Punta Arenas por ejemplo. Alegando que hace mucho frio han conseguido que la empresa estatal ENAP les venda gas a un décimo del precio de mercado. Obviamente con esos precios a nadie le interesa ahorrar el gas y la empresa no puede funcionar sin grandes pérdidas, llega finalmente el momento en que la empresa queda al borde de la quiebra.

¿Debe el estado seguir subsidiandolos por siempre con el agravante de mantener una empresa con pérdidas permanentes? ¿Tiene algún sentido mantener funcionando una empresa con miles de trabajadores y ejecutivos espléndidamente pagados solo para subvencionarle el gas a la gente de la ciudad? Claro que no, porque llegará el momento en que la empresa no podrá seguir funcionando, tal como las minas de carbón de Lota y adivinen adonde trabaja la mayor parte de la gente que vive en Punta Arenas ¡en ENAP pues!.

Los estúpidos se están disparando en el pié sin darse cuenta, arrastrados como corderos por los ofrecimientos y resentimientos bien explotados por los caudillos locales en provecho propio. Cuando ENAP cierre y se queden todos cesantes y Punta Arenas se convierta en una segunda Lota las van a ver duras, y los caudillos tendrán caldo para seguir engordando y cosechando votos. Esa es la peor forma de regionalismo que existe, el regionalismo de los demagogos.