25 mayo 2012

Más metidos que mano de matrona

Ayer acompàñé a Tom McDonnell a Tacna, al Hospital de la Solidaridad para hacerse una biopsia. Como la consulta es muy barata (US$ 5) y yo estoy quedando prácticamente pelado, pensaba preguntarle al dermatólogo por algo que pare el problema. Pero ví que el doctor estaba más pelado que yo. Que desgracia, si el no pudo, entonces yo no tengo ningún remedio.

Alfredo Zamudio hace un interesante comentario donde dice "el meollo del asunto es si el Estado tiene responsabilidad social sobre el destino de la vida de sus ciudadanos". Creo que en pocas palabras eso describe muchas de las discusiones entre el pensamiento individualista y colectivista, es una buena forma de plantear el asunto.

¿Como puede estar alguien contra de que el estado se haga responsable sobre el destino de la vida de sus ciudadanos? Alfredo dio algunas razones a favor, entre ellas la Declaración Universal de los Derechos Humanos, justicia y sostenibilidad.

Yo daré solo dos argumentos en contra que me parece que son muy importantes: la naturaleza coercitiva del estado y la imposibilidad que este sea plenamente representativo, lo que hace que el grupo de poder que maneja el estado pueda actuar de manera idéntica a un dictador, en nombre del bien común o de los principios que se le antoje imponer. O sea, si el estado es responsable de como se desarrolla la vida de las personas, se convierte inevitablemente en un sistema de abuso y represión.

Los estados nacen como una necesidad social para evitar que individuos con más fuerza se aprovechen de esta para romper los contratos, robar, abusar, etc. Por eso sus funciones principales son dictar leyes y reforzarlas con policía, jueces y cárceles. O sea que el estado se apropia del uso "legítimo" de la fuerza para evitar los abusos.

Hasta aquí todo perfecto, nos agrupamos como sociedad para protegernos de los abusos ¿cierto? El problema aparece cuando se empieza a definir que son los abusos, allí es donde empieza todo.

Si yo soy pobre podría perfectamente decir que tener mucha plata es una abuso y exigir que el estado use su fuerza para "corregir" este abuso, arrebatando plata de los ricos para dársela a los pobres.

Si soy rico en cambio, me parecerá un abuso que el estado, usando la fuerza de policía, jueces y carcelero, financiados en parte con mis impuestos, las usen para arrebatarme la plata que he ganado sin cometer ningún delito, con el supuesto objeto de regalarla "solidariamente" a los pobres, quienes no mueven un dedo para ganársela.

Estas no son situaciones hipotéticas ni experimentos imaginarios. Todos los días vemos a gente reclamando contra las condiciones de vida "indignas" y exigiendo más impuestos a los que ganan cantidades "obscenas" para darle a los pobres. También es común ver que los empresarios se quejen por el fisco, un socio que no aporta prácticamente nada a su proceso productivo, pero le quita una gran tajada de sus ganacias en forma de impuestos. Es claro que no existe consenso entre lo que es abuso y lo que no lo es.

Y cuando no existe consenso ¿quien dirime? Si estamos en una democracia, la mayoría -o sea los pobres- deciden que cosas son abusivas. Esa es la teoría y si las mayorías realmente tuviesen poder de decisión viviríamos en una cadena de gobiernos demagógicos porque la gente pobre es -en promedio- la menos educada y la más visceral a la hora de decidir. Es lo que se puede ver por ejemplo en países como Bolivia y Haití, donde los pobres tienen un poder de decisión importante.

¿Que pasa en los países, digamos, "normales"? Allí existen las elites políticas que se encargan de amortiguar las exigencias demagógicas de los pobres, para evitar que ocurra como en Bolivia, Haití o muchos países africanos, estas elites supuestamente representan a los pobres y mediante una serie de coberturas y engaños hacen lo que ellos estiman más conveniente para el país en nombre de los pobres.

Pero volvamos al principio: el uso del aparato represivo del estado para evitar las injusticias. Como vemos, al final todo se reduce a que el que domina el aparato del estado decide que es justo y que es injusto, no solo para si, sino principalmente para obligar a la fuerza a los demás que no están de acuerdo.

Si bien las elites políticas pueden evitar la dictadura de la voluble mayoría demagógica, esas mismas elites terminan corrompiendose y usando el estado para sus propios intereses. El estado es principalmente una fuerza y el que tenga su control: pobres, ricos, políticos o quien sea, siempre terminarán usándolo en su propio provecho y en perjuicio de los demás. Es inevitable porque está en la naturaleza humana, ni el más grande de los santos resiste las tentaciones del poder.

Al final el dilema de ley de la selva o mano dura -cuando empiezan los motines y saqueos- siempre se define a favor de la mano dura. Recuerden que hasta el ex terrorista Vasili Carrillo salió a pedir las tropas durante los saqueos post terremoto. Esa es la razón de existir del estado.

Pero cada grupo de poder que se toma el estado, sea de los pobres, de los ricos, de los políticos o quien sea, termina usando el aparato represivo a su favor y aunque sean una mayoría eso termina arruinando todo, porque es una fuerza que deforma la distribución espontanea de la riqueza y lleva a un empobrecimiento general.

¿No debiera tener nada que ver el estado con el destino de las personas? No parece posible sin caer en la ley de la selva, especialmente ahora que es más fácil entrar en histerias colectivas con la mayor facilidad de comunicación que existe. En comunidades pequeñas la anarquía parece funcionar bien pero cuando el número de personas crece parece que no hay otra que recurrir a la policía, jueces y cárcel.

El problema fundamental es que los que manejan la fuerza de policías, jueces y gendarmes no la usen para beneficiarse a expensas de los demás y la única forma que veo de evitarlo es limitando el poder del estado a asuntos mínimos donde hay un consenso casí absoluto.

Por ejemplo pocos dudarán que el estado debiese castigar a los asaltantes, asesinos y violadores, pero ese consenso no existe sobre si debe asegurar o no ciertos asuntos del bienestar de las personas. Obviamente los que creen que posiblemente se beneficiarán estarán de acuerdo y los que creen que se perjudicarán van a estar en contra.

Pero como el estado tiene el aparato represivo, las cosas donde no hay consenso -yo creo- por ningún motivo se debería imponer medidas por la fuerza, aun cuando exista mayoría de acuerdo, porque eso siempre será un abuso y despojo para algunos.

Eso es lo complicado cuando el estado impone valores, lo que en verdad se está imponiendo son las preferencias de una mayoría accidental sobre otra y como en democracia las mayorías se alternan, esto lleva a un proceso eterno de marchas y contramarchas que al final nos dejan siempre donde mismo.

En fin, podría seguir mucho rato dando vuelta sobre las consecuencias de tratar de imponer valores que son discutidos. Hay casos extremos como fueron el de la Unidad Popular o el Gobierno Militar, ambos fracasaron desde el punto de vista valórico porque como dice la sabiduría popular "puedes llevar a un caballo al río, pero no puedes obligarlo a tomar agua".

La Unidad Popular fue un desastre económico y social para mucha gente mientras el Gobierno Militar trajo prosperidad a mucha gente, sin embargo ninguno de los dos proyectos valóricos cambió un milímetro los valores de muchas personas, podríamos decir que al contrario, a muchos los empecinó todavía más en sus posiciones.

Creo que esa es la mejor muestra de que los gobiernos deberían ser valoricamente neutros, salvo en cosas muy básicas en las que el 99% de las personas están de acuerdo. En todo lo demás, el gobierno no debería ni siquiera meterse y creo que todos los males que abominamos de los políticos se generan en que tienen facultades para meterse en lo que no les importa. Son más metidos que mano de matrona.

4 comentarios:

  1. En un principio el estado debia ser como tu (y nosotros los minarquistas en general :P) lo planteas. Esa era la idea de estado libera de tomas jefferson, todo basado en el rule of law, entendiendose como el principio de "las mayorias no tienen el derecho de violar los derechos de la minorias"

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  2. Claro, a diferencia de las fantasías del "contrato social" impuesto a la fuerza por un grupito de iluminados, Jefferson era mucho más realista y pensaba que el imperio de la ley era precisamente para defenderse de la tiranía de las mayorías accidentales.

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  3. Tomás: después de probar casi todo lo existente te puedo decir con certeza que el único remedio efectivo para la pelada es el finateride de 1 mg (hay montones de marcas y genéricos para el compuesto), todo lo demás cuentos chinos.
    lo malo es que a un porcentaje mínimo de la población le produce algún tipo de efectos secundarios, generalmente baja un poco el nivel de "desempeño" en la cama o te disminuye la libido (lo que me pasó a mí, que lo usé 3 años hasta que me apesté y preferí quedarme pelado, pero "con ganas").
    lo bueno es que aparte de ser notablemente efectivo para la pelada (te la detiene sin dudas, y en cierto porcentaje te hace salir algo de pelo nuevo) también te previene algún tipo de enfermedades a la próstata (así fue como lo descubrieron, era un medicamento para la próstata, y descubrieron que a los tratados les crecía pelo). Lo otro es que si no te gusta y dejas de tomarlo, a los 6 meses más o menos quedas igual que si nunca lo hubieras probado: se te cae el pelo que te había crecido, y se acaba cualquier otro efecto secundario.
    ah sí, lo otro malo es que hay que comprarlo, no lo regalan...
    Se supone que debes probarlo unos 3 meses para ver si a tí te hace efecto y si te da algún tipo de efecto secundario. Si te interesa, creo que me quedaron por ahí como 60 pastillas, te las regalo y puedes probar si te sirve o no. Si no, a aprender a hacerse parrón no más ;-)

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  4. ¡HECHO! maileame tus coordenadas y yo voy ipso facto a tomar posesión del finisteride, te los pago con shops, comistrajo o lo que sea, tu eliges. Tener amigos es mejor que plata en el banco.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
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Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"