26 julio 2013

Por que quiebran las empresas chicas



Cuando terminé este video con el comentario sobre planificación financiera y lo estaba revisando, me empecé a acordar cuando yo era flamante empresario al timón de la Importadora Montecarlo. Tenía cuatro vendedoras en dos locales y al revisar esta clase me di cuenta que estuve todo ese tiempo completamente a ciegas.

Nunca tuve idea -ni siquiera una estimación grosera- del costo de mis ventas, tampoco del valor de mi inventario. Apenas llevaba la cuenta de las ventas y mis gastos. Con la plata de las ventas pagaba todos mis gastos fijos, le pagaba a los proveedores y siempre me quedaba plata en el banco ¡era imposible que me estuviese yendo mal!.

Después de mi desastrosa aventura en Bolivia pensé que al menos el negocio de Arica me iba a salvar porque vendía y vendía. Pero estaba vendiendo a ciegas y, aunque el saldo en el banco no se achicaba porque hacía caja, la mercadería en bodega era cada vez más poca y cada vez más mala. No tenía plata para reponer.

El proceso de quiebra duró más o menos un año completo, pero no me di cuenta hasta el final, cuando llegó el momento en que no hubo malabarismo financiero que me salvara y enfrenté a mi peor pesadilla: con la venta del mes no me alcanzaba para pagar los sueldos. El día que pasó eso fue como un mazazo en la cabeza: no le dije nada a nadie y abrí los locales como siempre, todo normal solo que al otro día tenía que pagar los sueldos y no me alcanzaba. Me fui muy tranquilo para la casa, me llamaron por teléfono, empiezo a hablar y sentí como una picazón con sudor frio, una especie de ganas de vomitar y no me acuerdo más. Caí redondito al suelo, desvanecido.

La reunión con las niñas al día siguiente fue mucho más fácil de lo que había pensado, la Marisol que era la jefa y trabajaba conmigo desde el principio, tomó la vocería y dijo que no me preocupara, que les pagara cuando tuviera nomás. Poco tiempo antes una chica había renunciado porque había quedado embarazada y no quería perjudicarme. Yo no tenía ni para que hiciéramos un brindis final y mantenía algunas deudas urgentes, las chicas tuvieron la idea que saliéramos a vender en la calle, afuera del terminal agropecuario. Yo llevé la mercadería que íbamos a rematar en el auto y me mantuve mirando de lejos, porque me daba verguenza que me vieran de vendedor ambulante.

Al dueño de los locales también le debía plata, le alcancé a pagar el arriendo pero tenía deudas de luz y teléfono, también me dijo que no me preocupara. Me tomó más de un año pagarle a casi todos. Al que no le pagué fue a mi primo: eso habría sido la última de una cadena de decisiones estúpidas que me llevaron a la ruina. Lo único cuerdo que hice en todos esos años fue no pagarle.

Parece que el barrio estaba maldito, aunque pensándolo bien fuimos todos parte de un tremendo auge comercial que se terminó cuando llegó Fujimori y abrió la economía del Perú. Mi vecino Gastón, que tenía una ferretería, había pasado por el mismo proceso unos meses antes y muy afligido me había pedido consejo. Yo le dije "compadre, fúndete, no le pagues a nadie ni te preocupes por nada, cuando estés bien de nuevo paga tus cuentas pero cuando el barco se hunde hay que salvar el pellejo".

Pasaron los años y me encuentro en el café del centro con Gastón, era un alto ejecutivo de una compañía muy importante, a cargo de toda la zona norte, se puso muy contento, me abrazó y me dijo que mi consejo le había salvado la vida, que de no haber conversado conmigo no sabía que locura habría sido capaz de hacer, con lo desesperado que estaba.

Claro que yo no seguí al pie de la letra mi propio consejo, porque traté de pagar lo más posible. Pero esa vez me di cuenta que lo hago mejor dando consejos a otros que aplicando las cosas a mi mismo. Ahora que estaba revisando este video pensaba que nunca apliqué lo que ahora recomiendo y me reía solo.

Y esa fue la triste historia.

10 comentarios:

  1. Contaste con suerte. Pudiste haber terminado en un juzgado civil por el arriendo, y en la inspeccion del trabajo. Ademas de tener que seguir pagandole el sueldo por dos anos a la embarazada.

    Seguramente te encomendaste a "San Baco".

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  2. Yo tengo un buen amigo, con mucha más plata que yo, que se fue a la quiebra con un par de millones de dólares. El había sido excelente persona con sus empleados pero al momento de quebrar lo demandaron y solo por hacer daño lograron que el juzgado le rematara una pequeña fortuna en acciones que tenía, solo para pagar una deuda ridícula. El que se forró con eso fue el síndico de uqiebras.

    Siempre me he preguntado por que lo hicieron y por que no me lo hicieron a mi. Creo que yo, aunque no fui especialmente bueno ni generoso con las niñas, si me hice muy amigo de ellas. Hasta el día de hoy cuando nos vemos nos saludamos con mucho cariño y nos acordamos de lo bien que lo pasamos esos años. Creo que la amistad personal a veces puede salvar la vida sin que uno se de ni cuenta.

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  3. No sabia de tu aventura zapatera. De no haber ocurrido en Bolivia, pudiste haber terminado "durmiendo con los peces".

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  4. Ah ya veo el problema con tus calculaciones que lleva al punto de quebra. Pagas los impuestos!? Que tal !?

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  5. Máximo... estuve cerca

    Kirill eso era...MAESTRO!!! debo borrar los impuestos del video, es una mala enseñanza jaja!

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  6. Y lo demas... Recuerda que siempre corres el riesgo de morosidad si operas tus negocios con deuda. A decir la verdad no puedes quiebrarse sin la deuda! La moraleja es

    1/ que empiezas tus negocios de tu propia cuenta. Es lo major para el empresario pequeno.

    2/ que bajas tus costos de inmediato cuando no te va bien. Que no esperas un milagro. Achica tu bodega, despide los empleados etc.

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  7. Si, es parecido a pagar en efectivo o con tarjeta de crédito. Cuando pagas con tarjeta es muy fácil perder la cuenta o entrar en una "bicicleta".

    Lo mejor para un nuevo negocio yo creo es el crecimiento orgánico y sobre base propia

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  8. El pequeño empresario está a merced del mercado, es un árbol en el bosque, y cuando llegan las hecatombes no tiene amparo. El cambio en el comercio fronterizo en su caso.
    El que se salva a menudo es el ya muy consolidado, solvente, con local propio, que puede aceptar pérdida por un buen tiempo o acierta a una maniobra de cambio de rubro si es posible.
    Aquí estoy viendo un ciclo parecido con el ciclo de la soja, entre mis clientes. Hace una década una serie de medianos agricultores se lanzaron a alquilar tierras y comprar maquinarias para hacer un negocio de excelente margen. El gobierno fue aumentando los impuestos para participar de la torta, los arriendos fueron in crecendo. Quien ya tiene un equipamiento en máquinas con su correspondiente deuda bancaria y personal fijo no puede quedarse trabajando pocas tierras así que sigue pagando alquileres caros. No puede fijar el precio de lo que vende porque produce commodities, la eficiencia alcanzable tiene un techo tecnológico. Cualquier baja temporal del precio, un par de años, cosecha un sinnúmero de quiebras. Las apuestas más audaces de negocios se van primero.
    Y como Ud. bien dijo el empresario controla mal sus pasivos. La deuda bancaria es una cosa, pero lo que le debe a su proveedor es otra, la deuda impositiva cuando se empieza a diferir impuestos, la laboral cuando se postergan vacaciones o aguinaldos. La descapitalización cuando se dejan avejentar equipos sin reponer ni reparar adecuadamente.
    Se tapan los agujeros, se incurre en créditos cortos y muy caros y al final un grupo perece en la hoguera.

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  9. Exactamente Ulschmidt, casi cualquier empresario está bastante a merced del mercado a menos que tenga alguna clase de monopolio, son tomadores de precios y eso es principlamente resultado de la competencia.

    Lo que yo he notado es que muere el que no se adapta. La empresa va cambiando a medida que pasa el tiempo y lo que al principio eran virtudes (porfía, perseverancia, locura) se van conviertiendo en defectos cuando la empresa va creciendo, la mayoría de los empresarios no cambian de acuerdo a esto y menos de acuerdo a los cambios de la situación de mercado. Acá en Arica he visto amigos perder millones de dólares por no saber cambiar su negocio a tiempo y mantenerse en lo que sabían hacer mejor.

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  10. Buenos consejos para tener presente si algún día me embarco en la actividad liebre empresarial (porque ni pa` micro me alcanza por ahora).

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"