Una pesadilla

Vengo llegando de Tacna city adonde fuimos al oculista con Tom McDonnell, aprovechamos de comprar un par de botellas de Something Special y de comernos unos platos de chicharrones que tenían una capa de grasa del grueso de mi dedo meñique, con el colesterol de un solo chicharron alcanza para taponar la aorta y sobra un poco para la yugular, pero que diablos, de algo hay que morirse.

Tacna como siempre nos recibió con un lindo día de sol, caminamos para todos lados y aproveché de conversar los chismes de la política local con los taxistas, que siguen indignados contra el alcalde Fidel Carita. Yo no lo conocí cuando estuve en la Municipalidad de Tacna, creo que el era concejal en esa época. Al que si recuerdo bien es al concejal Basadre, una vez estábamos celebrando no se que con los amigos y el -desde la mesa del lado- nos invitó una caja de cervezas. Me paré a saludarlo y le dije que iba a sacar inmediatamente mi DNI para votar por el: "mi voto y tres más"... un gran tipo como la mayoría de los tacneños que conozco.

Bueno, ir a Tacna es como ir a comprar pan a la esquina, es increíble como nos hemos ido complementando, acá hay peruanos por todas partes y Tacna está llena de chilenos, cuando tenga plata (ahhhh) me voy a arrendar una casa allá para las vacaciones.

A propósito de plata ando soñoliento porque anoche me desperté con una pesadilla, es muy raro que tenga pesadillas y mucho más raro que me acuerde de lo que sueño, jamás me recuerdo y todo lo que he soñado se me borra de la mente a los pocos segundos después de despertar. Pero esta vez me acordé un poco, no los aburriré con detalles pero según mi análisis onirico, la pesadilla tenía que ver con la inseguridad económica, con una serie de decisiones que me han ido cortando fuentes de ingreso y que hoy hacen mi perra vida sumamente precaria. Pero en fin, ese es el camino que he tomado y me lo tengo que bancar, con pesadillas incluídas.

Le comentaba de eso a MacDonnell en el bus y de algunas preocupaciones que tenía sobre cosas que creo que van a pasar y me dijo "Mira, lo que pasa es que esas preocupaciones estúpidas que tienes son como pagar intereses por un préstamo que todavía ni te han dado", lo encontré genial, nunca había escuchado esa frase, debe ser un cliché porque es muy buena para que a Tom se le haya ocurrido, pero tiene toda la razón: uno debe pagar los intereses después que recibió y se gastó la plata, no antes.

Mañana puede pasar cualquier cosa: puede que encuentre la forma de hacerme millonario sin mover un dedo, puede que -igual que al Pato Donald- me llegue una carta avisando que un pariente millonario que murió en oriente me heredó una tremenda fortuna, o puede que mañana me muera ¿quien sabe? Así es que en este mismo momento dejo de preocuparme y me voy a recuperar el sueño perdido por culpa de la maldita pesadilla, apuesto que esta vez dormiré como los angelitos.