Historietas de la inversión regional

Cinco años lleva la remodelación del Estadio Carlos Ditborrn en Arica. Probablemente es la remodelación más larga y costosa en la historia de la ciudad -habría sido más barato botarlo y hacer uno nuevo- y sirve como un estupendo ejemplo de malas prácticas y estupidez en el manejo de los gobiernos a nivel nacional y local.

Todo comenzó durante el frenesí de populismo que vino en el último año de gobierno de Bachelet, cuando se dedicaron a remodelar estadios en todo Chile a ver si con eso evitaban perder las presidenciales. Ni con eso pudieron, pero el daño que hicieron fue enorme, particularmente en Arica, donde la municipalidad era una máquina de robar montada por el ex-alcalde Sankan (PPD), actualmente tras las rejas por otro de los muchos escándalos ocurridos durante su gestión.

Para darles una idea de las chambonadas cometidas, la pista atlética les quedó 30 centímetros más corta, con lo que era inservible para cualquier competencia oficial. Ya se que parece un chiste pero es cierto, hubo que hacer todo de nuevo para que quedara con las medidas oficiales. Luego se les ocurrió la brillante idea de poner butacas, con lo que la capacidad original del estadio de 16.000 personas quedó en menos de 10.000 y así, suma y sigue, se convirtió a una de las joyas de arquitectura modernista en la ciudad, en un desastre feo y desprovisto de toda identidad.

¿Como es posible que pasen estas cosas? ¿Por qué en Arica? Bueno, hay varias explicaciones lógicas partiendo porque el escandaloso nombramiento del Consejo Regional donde los concejales municipales nombraron a sus familiares más cercanos y jefes de campaña: el alcalde Sankan colocó a quien entonces era su esposa y así suma y sigue: hijos, yernos y jefes de campaña formaron el peor consejo regional que ha tenido la ciudad en su corta historia.

Ellos permitieron y aprobaron cada una de las irregularidades del absurdo Parque Acuatico, muchos todavía lo defienden; también votaron y avalaron todo lo que se ha derrochado con la pésima "remodelación" del estadio entre muchos otros follones que se han mandado.

Es un problema humano. Con autoridades incapaces o corruptas, con consejeros nombrados a dedo por el papá o el amigo íntimo no hay reglamento ni medida de control posible. Con esto pasa igual que con la Ley de Control de Armas: solo sirve para perjudicar a la gente honesta porque a los delincuentes los controles no los afectan para nada. Y la gente sigue creyendo que con cambiar las leyes y ahora que los consejeros se elegirán se va a arreglar la cosa. Claro que no se va a arreglar, entre los noventa y tantos candidatos a CORE tenemos a lo más granado de la sinverguenzura local, un verdadero Hall de la Fama. Y los pocos que no son sinverguenzas no tienen las capacidades mínimas para ejercer el cargo, no saben donde están parados.

¿Que podemos esperar de todo esto? La respuesta obvia es que se nos vienen muchas nuevas "remodelaciones" como la del estadio en el futuro. Chile, la alegría ya viene...