NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
19 noviembre 2014
Un modelo político muy interesante
Que buenos son algunos análisis de George Friedman, el chairman de Stratfor, probablemente una de las mejores compañías del mundo en inteligencia global. En un artículo de este mes llamado "Sobre Obama y la naturaleza de las presidencias fallidas" construye un modelo simple e interesante que puede ser extendido a otros países con sistema de dos grandes partidos o coaliciones de gobierno, como ocurre por ejemplo en Chile. El modelo dice más o menos así:
Asumo que alrededor de un 40% del electorado está comprometido con cada uno de los dos partidos, demócrata o republicano, 20% no está comprometido, siendo la mitad de estos indiferente a los efectos de la política, mientras la otra mitad si está interesada pero no se decide por ninguno. En condiciones normales la batalla entre los partidos es por mantener su propia base electoral, tomando del centro (no comprometido) tanto como les sea posible.
Mientras un presidente esté peleando por el centro, su capacidad para gobernar permanece intacta. Así es normal para un presidente tener una aprobación menor del 60% pero mayor del 40%. Cuando la popularidad del presidente cae sustancialmente bajo el 40% y permanece allí por un período de tiempo extendido, cambia la dinámica de la política, el presidente no está batallando por capturar el centro sino por mantener a sus propios adherentes.
Cuando el apoyo al presidente se ha fragmentado al punto que está peleando por recobrar su base de apoyo, yo la considero una presidencia fallida, particularmente si el congreso está en manos de la oposición. Su energía no puede ser dirigida a crear nuevas iniciativas, sino a recuperar a sus adherentes.
Es un modelo interesante porque refleja algo que pasa casi siempre en países bipartidistas. Por ejemplo en los dos últimos gobiernos en Chile, Piñera y Bachelet, creo que se ven ejemplo de estas presidencias fallidas, que terminan gastando toda su energía tratando de no perder su base de apoyo. Piñera sufrió de esta pérdida de adherentes casi desde que llegó a la presidencia, Bachelet técnicamente no es una presidencia fallida (todavía), pero lo es en la práctica por la importante caída de popularidad que ha acumulado a siete meses de su gobierno.
Es interesante pensar que cada coalición en Chile tiene alrededor del 40% de los que votan y existe un 10% que no le interesa la política y otro 10% que le interesa pero su voto es indeciso. El concepto clave aquí es "de los que votan" porque la masa de votantes tuvo una baja importante en la última elección. Creo que es un buen modelo, sencillo, tiene conexión con la realidad y puede ser útil para hacer proyecciones.
Ahora bien, el 40% de cada coalición en Chile no es fijo, puede subir o bajar levemente. El gobierno de Piñera perdió muchos votantes de derecha, lo mismo que está pasando con el gobierno de Bachelet. La táctica del escarche a la derecha, que le funcionó a la concertación durante algunos años ahora se les está volviendo en contra, tal como le resultó desastrosa a Piñera. La derecha que no se siente representada por partidos políticos va creciendo y restándose de las elecciones lo que deja un mercado desatendido bastante importante.
¿Cuantos son? Si mal no recuerdo en una estimación de la revista "El Rebelde" del MIR se hablaba de "los pinochetistas" como un 38% del electorado, me parece una cifra exagerada pero creo que un 18% al 20% es un porcentaje realista. Los votantes de derecha que no nos sentimos representados ni nos identificamos con los partidos políticos tenemos algunas cosas en común, principalmente la admiración por el gobierno militar y al general Pinochet, en ese sentido se puede decir que somos la "derecha pinochetista" sin ningún complejo.
El equivalente en la izquierda serían los "allendistas" que se han mantenido estables alrededor del 7%-8% durante muchos años. Me refiero a los allendistas como aquellos que desean realmente una vuelta a las políticas del gobierno de la Unidad Popular y a los pinochetistas como los que desean una vuelta a las políticas del gobierno militar.
Mucha gente de seudo izquierda usa la figura de Allende, levanta el puño y todo eso pero le horrorizaría la idea de ver en Chile de vuelta al gobierno de la UP, esos son los izquierdistas de cartón, tal como la derecha también tiene sus propios adherentes de cartón. Estos adherentes de cartón son los que militan o participan activamente en los partidos políticos tanto de derecha como de izquierda, todos estos profesan una ideología parecida, que es robar y aprvecharse todo lo que puedan del sistema y están en el parlamento y el aparato público.
Me gustó el modelo de Friedman, creo que es interesante y da para pensar dentro de tanto humo, ruido y confusión causado por los políticos de la derecha y la izquierda de cartón.
Una reflexión final, los políticos de cartón de la concertación han hecho enormes concesiones al partido comunista que tiene apenas un 7% del electorado, gracias a eso están de nuevo en la Moneda y tienen mayoría en ambas cámaras. Los políticos de cartón de la derecha siempre han sido unos imbéciles en la táctica -la concertación los saca a pasear en eso- solo piensen lo que podría ser la derecha si se hicieran similares concesiones a los pinochetistas.
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Creo que la entrada explica bastante bien lo que he estado tratando de decir en algunos comentarios de otras entradas, me refiero a que hay mucha gente que comparte algunas ideas de la izquierda, sobretodo el culto a Salvador Allende, pero no se sienten representados por la Concertación. Incluso hay comunistas que no se sienten representados por el PC, aunque en algunos casos me pregunto si dicha gente que se dice comunista, sabe qué es eso realmente.
ResponderBorrarFriedman hace un análisis muy crudo y sin censura de la administración Obama, reforzando lo dicho por otros medios. y aplicable al 1000% a la realidad de estos dos ultimos gobiernos.
ResponderBorrarPiñera como es un gambler, quiso apostar a hacer una presidencia "inolvidable" y por eso estuvo en cuanto evento se podía hacer presente ¿estrategia de marketing político? a todas luces. usó la misma receta que ME-O, pero no le funcionó del todo. el problema de Piñera y la pérdida de votos de nuestro sector se debió principalmente a que abrazó las banderas de la concertacion, pretendiendo demostrar que lo podía hacer mejor que ellos (en algunos casos lo hizo, en otros falló garrafalmente) pero cuando los comunachos empezaron a agitar los movimientos sociales, este en vez de mantener su posición corrió precisamente a quien le estaba aportillando la pega.
El problema con Bachelet, es que también es un "producto de marketing político" pero defectuoso a todas luces, con un público objetivo más que reducido. la caída en la popularidad no ha sido culpa de "la campaña del terror de la neoderecha", sino que principalmente de sus propios errores debido a la prisa con la que todos en el gabinete han actuado. han caido en el error de creer tener la sarten por el mango y sentirse con cancha, tiro y lado para hacer y deshacer... craso error.
lo más curioso de esto es que casi todo el gabinete de bachelet (al menos los más visibles) han tenido un pasado oscuro. todos han formado parte de más de algun escandalo (Arenas en EFE y Eyzaguirre en codelco por ejemplo) con catastroficos resultados, que en un país normal serían condenados a presidio, pero acá en Chile ni siquiera les sale por curados.
¿pero Chile es bipartidista? Porqué no se fusionan, de una vez, a derecha o izquierda, esas eternas asociaciones de partidos?
ResponderBorrary esos numeros, de donde salieron? de un tarro de basura? una encuesta del instituto la polar?
ResponderBorrarUlschmidt , Chile no es bipartidista es tripartidista en todo caso. Lo que llamó Piñera la Nueva Derecha y que no pasó a ser una copia de la DC (la que pertenece a la izquierda ya que es socia del PC), la Izquierda con toda esa sarta de comunachos aburguesados, que no quieren desprenderse de los cargos públicos y finalmente los pinochetistas que siempre han sido de una línea, sin arrepentidos y sin decir que vivieron en "dictadura".
ResponderBorrarPienso que nueva derecha en un futuro podría fusionarse con la izquierda, son parecidos, wishy washies, culebrones, cobardes, arrepentidos, se liberalizan rápidamente, se pusieron pro aborto, pro matrimonio homosexual, y todas esas cosas que antes no eran.
Yo pertenezco a los pinochetistas y no me van a sobornar por unas tontas monedas, por un cargo, muero con los bototos puestos.
En Estados Unidos el porcentaje que no entiende nada de política es bastante alto y muchos se guían por tonteras tan banales como si el candidato es bonito, por si ofrece facilidades a los inmigrantes, por si frena a los inmigrantes. El elector no se ajusta verdaderamente a los principios de lo que significa ser un republicano o un demócrata.
Opino que la política es asquerosa, gente como Girardi, Andrade, por un lado; Ossandón, Lily Pérez, por el otro, no tienen principios, son basura.
Espero no haber herido a nadie con lo que opiné.
Sí, hay varios vendidos no sólo en el parlamento, compañeros que tuve e incluso amigos cambiaron sus principios y coincidentemente les trajo beneficios como más facilidades y éxito en sus carreras, sólo por manifestar algo con lo que el resto comparte. Yo aunque me cueste más, prefiero llegar arriba usando otros métodos.
ResponderBorrarEs normal y deseable que haya dos grupos disputándose el poder, lo complicado aparece cuando el poder es muy grande.
ResponderBorrarDesde hace casi 100 años en USA viene creciendo el empoderamiento del gobierno federal en detrimento de los estados y de las comunidades reales (condados y ciudades) que lo ha transformado en un botín de valor gigantesco.
La recompensa para el ganador pasa a ser tan decisiva que a los contendientes no les queda otra que ponerse de acuerdo. Y es ahí cuando empieza a perder todo el mundo. El entendimiento entre "both sides of the aisle" está en el origen de la corrupción y del status quo. El país empieza a perder fuerza y las energías vitales de la economía real se van diluyendo por la capacidad funcionaria de alterar el mercado, dando origen al crecimiento desmesurado del negocio financiero y las burbujas.
El llamado bipartidismo es, en realidad, la expresión de una realidad natural en la sociedad. Los 3 tercios en Chile fueron una invención de los expertos del State Department que, para "parar al comunismo", a comienzos de los 60 ayudaron a que la DC se hiciera del control total del país. Pero "el centro" como fuerza política aislada de los otros dos es un mito dañino.
Necesitamos a la derecha y a la izquierda, pero debemos cuidar de que el botín sea pequeño y razonable... y que se hagan mierda en su disputa. Eso garantiza el progreso, porque permite que los políticos nos dejen producir en paz.
Amigos, muy interesantes todos los comentarios menos uno jaja, pero el troll es parte de los regulares así es que tranquilos.
ResponderBorrarCoinsido bastante con lo que dice Ciro (Cardenaldo), el centro fue un invento instrumental, para separar a los izquierdistas de derecha de los comunistas que en su tiempo tuviernon bastante poder en sindicatos y agitación callejera.
También creo que un partido de derecha y otro de izquierda son necesarios y naturales, y sobre todo concuerdo completamente en que el botín debe ser pequeñísimo, esa es la madre del cordero y por que fracasan las democracias: apenas llega un grupo al poder hace todo lo necesario para sgrsndar al infinito su acceso a la influencia y el poder, las fuerzas armadas son las únicas que pueden parar estos apetitos desmesurados y en Chile lo hacen de tiempo en tiempo, cada vez que la cosa hace crisis. Afortunadamente no ha habido en toda nuestra historia ningún gobierno militar tipo gorilas corporativistas como en Brasil o Argentina, hemos tenido mucha suerte en eso hasta ahora. Creo que el úñltimo intento fue del General LEigh pero afortunadamente no le resultó.
Yo también comparto el comentario de Ciro Cárdenas, sobretodo el último párrafo.
ResponderBorrarVolviendo a mis ex compañeros que cambiaron de ideas, recuerdo que uno fue presidente de curso y estaba metido en el centro de alumnos, por lo cual no me sorprendería que ande en las mismas en la U y que busque meterse a la clase política. El otro, artista y amigo mío le doy el beneficio de la duda, a lo mejor su cambio de ideas pudo ser genuino por cosas de la vida, pero el hecho es que desde que se puso a pregonar que la calle es la que manda y a tirarle mierda a la derecha, se ha vuelto muy popular.
Ulschmidt, bipartridismo ha existido siempre en Chile, desde los pipiolos y pelucones del siglo XIX hasta los dos conglomerados actuales. No hay dos grandes partidos porque el sistema electoral proporcional que hubo hasta 1973 propiciaba hacer multitus de partidos que gracias a la "cifra repartidora" podían elegir gente con muy pocos votos arrastrados por sus compañeros de lista, es un simple asunto de cálculo electoral. El sistema binominal trató de corregir eso, que llevaba a extremos ridículos de partidos de de una ocena de personas o menos, pero los políticos encontraron la manera de torcerle la mano con distintas modificaciones que fueron haciendo según su conveniencia, ahora algunos hablan de volver al sistema proporcional, pero a los que tienen la llave de la caja de fondos eso no les conviene para nada, así es que se ve difíxil un cambio sustmativo.
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