04 diciembre 2016

Domingos literarios: Enoch Soames


Y nos juntamos con mi buen amigo, viejo perro y fiel compañero de tantas aventuras desde los años de la universidad, Mario Ernesto Ramón, quien en buena parte evitó mi segundo viaje a Lima y que cayera en el vil fetiche del trabajo. Lo primero es lo primero, aquí nos estamos tomando el primer rocket, solo para despegar.

Día de encuentros, llamamos al Pato -bilingue- Iglesias y mientras estábamos en lo mejor tomando apareció mi amiguísima Maritza a quien no veía hace décadas, todo muy bien, después nos fuimos a comer deliciosas viandas y libar finísimos licores donde Eduardo, el hermano del Matute que es avezado chef. Volví a casa más doblado que un churro, hoy en la mañana fuimos a la playa para desintoxicarnos un poco.

Nadie dijo Nada, es a mi modo de ver la mejor película de Raúl Ruiz y la mejor que se ha filmado en el cine chieno, lejos. Revisando en Internet me entero que el guión fue basado en el cuento Enoch Soames de Max Beerbohm, que relata la historia de un poeta mediocre que hace un pacto con el diablo para ir al futuro, cien años después, convencido que su grandeza póstuma será reconocida y llega al archivo del Museo Británico a buscar lo que se ha escrito sobre su obra. Pero no encuentra nada, o casi nada, apenas encuentra una referencia de su nombre donde aparece, no como autor, sino como personaje ficticio de una novela mediocre que cuenta acerca de su pacto con el diablo.

Este cuento circular, perfectamente escrito es muy enriquecido por la película de Ruiz que narra muchas pequeñas historias alrededor de este tema principal. No se trata de un solo poeta sino de un grupo de intelectuales bohemios, de tercera fila, que van siendo seducidos por el diablo para viajar a conocer el futuro. La película es muy al estilo de Los Simpsons porque muestra una sucesión de sketchs divertidísimos que van mostrando la manera de ser de los chilenos de clase media baja en los años setenta, para los que vivimos y recordamos esa época es una delicia.

Al final, cuando el diablo viene a llevarse a uno de los protagonistas se produce un largo duelo de payadores, donde el diablo sale derrotado. todo el grupo termina en la sala común de un hospital adonde llega el diablo y se toma venganza incendiando el lugar donde no queda ni uno vivo. La película tiene esa virtud que puede verse "en capas" desde la sucesión de historias superficiales y divertidas, hasta los grandes temas subyacentes: la tentación, la lucha del bien y del mal, la curiosidad por nuestro futuro y cosas por el estilo recreadas por leyendas populares. En la capa que se vea es igual de buena.

No soy un fanático de Raúl Ruiz ni me gusta mucho el cine, pero creo que esta es una de las mejores películas que he visto en mi vida. Adicionalmente, sobre el cuento Enoch Soames leo los siguiente:

"En 1997 una gran cantidad de personas se reunió en el Museo Británico para esperar a Enoch Soames. Teller, integrante del dúo de comediantes e ilusionistas Penn y Teller, estuvo entre los presentes y cuenta la experiencia de aquel día (leer aquí –en inglés-)".


2 comentarios:

  1. El argumento parece muy ingenioso pero si el director le agrega una payada al cuento original, entonces se anima con un clásico sudamericano con respecto al Diablo: el directo desafío entre el poeta y el Malo, rimando versos. Que yo sepa no ocurre así en ninguna otra tradición.
    Muy original.

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  2. La paya es genial, se puede ver hacia el final de la película (aunque el sonido es muy malo). Es notable el personaje del diablo, que canta tangos y habla como argentino pese a que -según él- es chileno "de Antofagasta", en cualquier caso la paya es chilena versus argentina, muy divertida, donde a todos los defectos chilenos le echan la culpa "al aire volcánico". La paya contra en diablo está en todos nuestros folklores, en Chile hay una versión del ignorante Mulato Taguada contra don Juan de la Rosa, muy buena.

    Antes era muy popular acá es de chilenos que hablaban como porteños argentinos, una especie de moda, seguramente para levantar minas!.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"