Con los monos

Que mes de porquería es agosto, si se puede odiar un mes es este. Por si no se ha notado, otra vez ando con los monos, deprimido, enojado. Mientras tanto me persigue la canción de Cool Mc Cool

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No tengo suerte soy fatal, pues a mi todo me sale mal

El resfrío amenaza con volver y tengo un viaje para Visviri en un par de días más. Ayer se me fue al diablo un negocio que tenía casi-casi, en fin, nada parece estar funcionando bien.

Me pone de  peor humor ver las noticias, me entristece saber que los idiotas que hicieron el atentado en España no hayan sido "abatidos", se merecían una muerte lenta, o al menos dolorosa, en cambio si no los mataron en el lugar les espera una confortable cárcel española, que rabia. Al menos veo que la policía abatió a otros que intentaron repetir el chiste.

Lo que no se puede negar es la creatividad de atacar atropellando en un auto a los transeuntes, eso muestra como casi cualquier cosa puede usarse como un arma mortal, un auto, al alcance de cualquiera. Obviamente que de ahora en adelante arrendar un auto va a ser mucho más difícil, pero siempre hay alguna forma, por ejemplo robar uno no cuesta mucho. En fin, los terroristas consiguieron lo que querían: atención.

A todo esto, frente a tanto mono políticamente correcto, en mi opinión la religión y la cultura musulmana me parecen despreciables, más allá de si sean o no terroristas creo que son de lo peor y debiesen estar prohibidos de practicar cualquier tradición religiosa o cultural en los países occidentales. En su tierra que se saquen los ojos entre ellos, si gustan, pero no en la nuestra.

Lo que irrita es ver a los hipócritas de la tolerancia justificando a gente que es claramente perversa y despreciable, solo por quedar bien, aparecer como modernos y políticamente correctos. Entonces los criminales actúan en la impunidad y sobre seguro, no solo pasa con los musulmanes y terroristas, algo muy parecido ocurre con los criminales infantiles y juveniles, a los que no se pueden tocar no con el pétalo de una rosa.

Todos los días aparece "un menor" o varios que se roban un auto y protagonizan persecuciones, poniendo en peligro la vida de todo el que se les atraviesa, esas persecuciones, generalmente precedidas de un asalto a mano armada, en vehículo robado que queda hecho pedazos, termina con el "menor" detenido, se les leen sus derechos, al otro día van a un tribunal para que un juez los deje libres.En el peor de los casos el juez dicta una "medida de protección" en favor del menor para que vaya a alguno de los centros del SENAME a hacer de las suyas.

Recuerdo que un juez muy amigo, me decía en los años noventa, cuando empezaba la Reforma Procesal Penal "nadie se imagina lo que va a pasar cuando esto se aplique, el crimen se va a desbocar completamente". Profético, nadie se lo imaginó entonces y todavía hay tontos que siguen defendiendo es espantoso diseño y la ideología retorcida que hubo detrás de la reforma. La gente común, como normalmente es incapaz de relacionar causas y efectos, habla y se escandaliza por la delincuencia, pero no tienen ni la menor idea de donde nace el problema y lo que hay que hacer para solucionarlo.

A mi modo de ver, el actual auge del terrorismo y la delincuencia tiene que ver con que muchos políticos han sido terroristas y delincuentes, así es que tienen una simpatía inevitable por sus antiguos colegas. Dilma Rouseff fue asaltante de bancos, Bachelet militó en el Frente Patriótico Manuel Rodriguez cuando era una organización terrorista ¿como llegó esta gente a ser presidentes? Bueno, esa es la pregunta del millón. En Chile los políticos con antecedentes terroristas, encumbrados en puestos poderosos son demasiados, manejan plata y poder ¿como se puede esperar que baje el crimen? Si los criminales están mandando, hoy son "honorables" y "excelencias".