Pobre Perú: el miedo al éxito

Que deprimente lo que está pasando en Perú. La división del fujimorismo y los problemas del presidente PPK, a quien muchos están presionado para que renuncie por "incapacidad moral" me hacen pensar que los países también pueden sufrir del miedo al éxito. Leo sobre el "Síndrome de Jonás":

Abraham Maslow postuló así la existencia de una condición psicológica inherente al ser humano, que sabotea sus sueños de grandeza y lo relega a vivir en la mediocridad y el conformismo. Llamó a esta condición el Complejo Jonás inspirándose en el personaje bíblico Jonás que trató de huir del destino que Dios había decretado contra él.

Después de los años horribles del terrorismo en el primer gobierno de Alan García, Perú se levantó de manera espectacular con el gobierno de Fujimori a partir de 1990, hasta que el escándalo de los vladi-videos terminó con Fujimori arrancado en Japón. Siguieron muchas peripecias y en el segundo gobierno de Alan García todo se volvió a normalizar llegando al Perú una avalancha de inversión extranjera y crecimiento. En enero del año 2013 escribí la entrada ¿Nos alcanzará Perú en el futuro? donde comentaba el objetivo de Garcia en esos años, de alcanzar a Chile y pocos días después escribí Perú alcanzó a Chile hace rato, donde hablaba del gran peso que tiene la economía informal en ese país.

El año pasado, cuando estuve en Lima me impresionó el tremendo avance económico en la ciudad y sobre todo el cambio de ánimo de las personas con que conversé, respecto de mi anterior viaje en los años ochenta. Bueno, parece que se terminó el optimismo y ahora se está empezando a escuchar de nuevo ¡pobre Perú! esa frase maldita que fue tan popular en los años malos.  Parece que algunos lo dicen hasta con deleite ¡pobre Perú!

¿De donde viene ese maldito hábito de dispararse en el pié justo cuando un país está a punto de alcanzar algo grande? El Síndrome de Jonás parece que está más extendido de lo que creemos, en Chile pasa lo mismo, cuando estamos casi-casi empiezan a aparecer escándalos, indignados o falsos profetas que ponen a todo el país a remar para atrás. En nuestro país llevamos varios años en ese proceso, que en Perú pareciera estar empezando de nuevo.

No hay que olvidarse que la prosperidad de un país no es algo que le conviene a todos. La prosperidad y creación de riqueza es algo que irrita a toda la gente con pensamiento de izquierda. Cuando Karl Marx pronosticó el colapso del capitalismo por culpa de sus contradicciones internas, expresó un deseo, más que una observación, que sigue estando presente en todos los colectivistas y progresistas del mundo: sueñan con que el capitalismo se derrumbe y se sienten furiosos cuando, por el contrario, los países crecen y las personas se enriquecen. Es algo que les refriega en la cara el fracaso de sus ideas.

Porque en todas partes donde el colectivismo anti capitalista se ha tomado el poder la cosa termina en caos y miseria, mientras que desde la Revolución Industrial la creación de prosperidad del capitalismo ha sido explosiva, solo miren

Esa es la curva que aborrece la izquierda y por eso vivirán trabajando para que el capitalismo fracase. Como ya está claro que no se va a derrumbar por sus propias contradicciones entonces tienen que ayudarlo a caerse.

¿Pero como lo pueden hacer? El colectivismo no tiene nada que ofrecer, porque en todas las partes donde se ha instalado, después de la borrachera inicialde los justicieros sociales empieza el declive, que termina en miseria, descomposición y tiranía, solo miren a Cuba o Venezuela. Eso es lo que ofrece el socialismo.

Como no pueden ofrecer algo mejor, entonces se concentran en destruir desde adentro lo que hay y tratan por todos los medios posibles de frenar el desarrollo en los países y arruinarlos, para echarle la culpa "al capitalismo", claro.

Una forma de sabotaje que ahora es muy popular es la histeria del moralismo hipócrita, que consiste en convencer a la gente. No es fácil de explicar, pero la cosa se sostiene, creo yo, en dos pilares: uno es la ignorancia de la opinión pública, que los hace adoptar de manera ciega, fanática y superficial las ideas que les colocan, de este modo resulta muy fácil manipular y sobre todo indignar a grandes masas de ignorantes. Esos son los que salen a la calle a gritar "que se vayan todos", "son todos narcos" o estupideces por el estilo.

El otro pilar es la incapacidad de la gente para distinguir entre delitos grandes y pequeños,eso tiene su base en la naturaleza hipócrita de nuestra cultura. Prácticamente todos somos ladrones, en distinto grado, pero tenemos esa tendencia de las putas jubiladas a convertirse en puritanas: la más pequeña deshonestidad nos parece igualmente grave que las más grandes. Somos muy comprensivos con nuestras propias debilidades pero jueces ifnlexibles para condenar duramente cualquier pecado ajeno.

Y eso nos tiene fregados creo yo, al Perú, a Chile y a todos los demás. Cuando un gobierno lo ha hecho bien y empieza a tener éxito, aparecen las críticas y la indignación moral de la izquierda para botarlo. Así han vendido la idea que Pinochet y Fujimori fueron dictadores malvados que hundieron a sus países, pese a que cuentan hasta hoy con una masa enorme de seguidores y los números muestran que en realidad transformaron y crearon riqueza a montones.

Descubrir por qué muchos sucumbimos a una extraña atracción innata o tendencia a la mediocridad es esencial para el cumplimiento de nuestra autorrealización, y de este modo cultivar una vida de éxito y crecimiento personal (...). La resistencia es un auto-sabotaje interno que impide a uno alcanzar el éxito. Maslow vio esencialmente el miedo al éxito como la parálisis de la polaridad entre el éxito y el fracaso

La negación de los colectivistas, la ceguera ante su propio fracaso, repetido cientos de veces, sus ataques de indignación moral igualando cosas menores con la corrupción más extrema, es un trabajo que ellos hacen todos los días, poner trabas en el camino, escandalizarse por todo, minar al sistema desde adentro vendiendo cuentos de "buenismo" destinados a mentes débiles y superficiales. Así funcionan y cada cierto tiempo crecen, llegan al poder, arruinan al país y caen. Es la historia de nunca acabar, lo que va a pasar en Mexico, país arruinado políticamente como pocos y lo que puede pasar a nuestros vecinos, que iban tan bien. En fin ¡pobre Perú!