Esta entrada la escribí el 24 de mayo de 2008 y habla de un tema que siempre me ha interesado: el miedo. Personalmente tengo la tendencia a ser muy cobarde en casi todo, por temperamento soy poco osado así es que trato de controlarlo racionalmente, si fuera por mi verdadera naturaleza viviría paralizado de miedo todo el tiempo, creo que ese es uno de los pocos defectos que tengo que trato de controlar, a los demás defectos los dejo ser.
¿Como se controla la cobardía natural? Me imagino que tratando de vivir despreocupado, borrando de la cabeza todas las preocupaciones y corriendo algunos riesgos de manera consciente, uno puede controlar los miedos en la vida diaria, pero siguen por algún lado y de vez en cuando aparecen -por ejemplo- en una pesadilla. Yo que he elegido la inseguridad económica y vivir al día durante toda mi vida, a veces sueño que estoy en un lugar desconocido y me quedo sin plata. En la vida despierto, me gusta andar por lugares o meterme en situaciones que pueden ser peligrosas y manejo los nervios, pero igual a veces tengo la pesadilla que me asaltan. Otras veces -muy pocas- hasta he controlado el terror que le tengo a las inyecciones y he ido al dentista. Los miedos se pueden controlar, pero no se borran.
Siempre le tenemos miedo al miedo, yo he estado cerca de matarme tres o cuatro veces y en la situación no he sentido nada de miedo comparado a como lo imaginaba. Cuando me quedé colgando del Morro en la camioneta ni me acordé de mi fobia a las alturas, estaba totalmente enfocado en salir de ahí, no pensaba nada más. En fin, tengo muchos miedos que controlar: a las enfermedades, a la miseria, a que no pueda arreglar los gases del auto después de gastar inútilmente un montón de plata, ¡a quedarme pelado!, los voy a ir borrando de mi disco duro uno por uno: que pase lo que tenga que pasar y chao. En fin, aquí va el refrito:
Los valientes y los valentones
Leí una noticia muy curiosa sobre los toreros en España, que cada vez toman menos tiempo para volver a torear luego de recibir una corneada. Apenas los suturan ya se van a parar de nuevo delante de otro toro, para que no les falle el valor.
Pero lo extraño es que, mientras los toreros jóvenes no tienen problemas en colocarse la vacuna antitetánica, a medida que envejecen le van tomando miedo a las agujas, que se convierte en verdadero terror en muchos de los toreros más experimentados. Decían que casi ningún torero de carrera se ponía la inyección antitetánica y recurrían a mil trucos para evitar este trámite obligatorio; se esconden, sobornan al enfermero, etc.
Posiblemente ningún oficio requiere tanto valor físico como el toreo porque -como escribió Hemingway en Muerte en La Tarde- ellos deben decidir coscientemente cuanto peligro están dispuestos a correr, cuando trabajan cada vez más cerca del toro arriesgandose a una muerte violenta y dolorosa.
Siempre he desconfiado de los que se dicen valientes o de los que andan acusando a los demás de cobardía, el valor físico está más cercano a la estupidez de un gorila que a la real valentía. Un adolescente que compite en carreras callejeras contra el tránsito tiene mucho de ese valor físico del mono, simplemente no es capaz de imaginarse las consecuencias de lo que hace y mientras más idiota será más valiente. Por eso también los borrachos hacen muchos actos de valentía y por eso en las antiguas cargas de guerra a pie y a cuchillo se repartía aguaardiente a las tropas, para embrutecerlos.
Lo natural es ser cobarde y el verdadero valor es el del que hace lo que se propone a pesar de estar muerto de miedo. Años atrás -por esas cosas raras de la vida- me tocó ir de Arica a Iquique en auto con un tipo que se dedicaba a una de las actividades más peligrosas que existen. La cosa es que se suponía que debía ser una especie de Rambo por sus -no muy legales- actividades, además tenía -tiene- la reputación de persona peligrosa y decidida a todo. Como yo conozco bien el camino y bajaba las quebradas muy rápido el amigo iba muerto de miedo y me decía a cada rato que por favor fuera más despacio, que no se quería matar. Yo no soy ningún loco para manejar y le dije que conocía bien el camino, que no había problema, pero insistio tanto e iba tan asustado que finalmente tuve que seguir a paso de tortuga antes que se muriera de susto.
Le pregunté que como podía llevar una vida tan arriesgada siendo tan aprensivo, me dijo que de no ser tan cobarde estaría muerto hace años. Con el tiempo conocí otras personas que también llevaban una vida peligrosa y todos eran exageradamente aprensivos en cosas que a cualquier persona normal ni siquiera le preocuparían. Es curioso pero esa imagen de los héroes de película o de los terroristas o comandos que no le tienen miedo a nada es completamente falsa, los valientes no duran ni media hora en el mundo real.
Eso era, un pequeño comentario sobre la cobardía que rara vez se aprecia en su justo valor. Hasta mañana.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
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Otro comentario sobre la cobardía obra del controversial Henry Bukowski: "La diferencia entre un valiente y un cobarde, es que un cobarde se lo piensa dos veces antes de saltar a la jaula con un león, el valiente simplemente no sabe lo que es un león. Sólo cree que lo sabe".
ResponderBorrarGran valor Bukowsky y tiene razón, mucha gente es atrevida porque no piensa, los borrachos por ejemplo, están medio anestesiados y se atreven a todo ¡saluti Gladys!
ResponderBorrarYo creo el oficio ayuda mucho. En estos días acá hay mucha noticia por un ataque a una comisaría.
ResponderBorrarhttps://www.youtube.com/watch?v=UZBEA7-pmpA
Unos delincuentes disfrazados de policías intentando liberar un narco. En el video ves cómo una sargento, cuando los ve venir, ni se tira al piso ni amaga rendirse, saca el arma y la balean. Sus compañeros, que estaban en unos escritorios haciendo papeles, se cubren unos segundos pero enseguida responden al fuego. Y en cuanto a los delincuentes, unos locos audaces en extremo: atacar una comisaria un par de tipos !
Creo que es por el oficio, hacen lo que se espera de ellos, dentro de un esquema jerárquico que los entrena. Estos mismos podrían tenerle terror al dentista. Uls
Claro, ya están condicionados a disparar, pero le pueden tener miedo a muchas otras cosas, es muy rara la mente humana, yo creo que en el momento no se piensa mucho en esos casos, el miedo debe ser antes o después. Y claro que suicidas meterse a atacar donde hay cinco policías armados, de repente estaban medios empepados o algo así
ResponderBorrarotra frase es " los valientes mueren una vez y los cobardes mil veces" que es como el reverso de la frase de Gladys.
ResponderBorrarDe todos modos recordemos que "soldado que huye sirve para otra guerra"
Claro, el miedo es fundamental para sobrevivir, lo importante es controlarlo. Mi papá que fue corredor de la bolsa (ahi debe haber perdido la mitad o más de la fortuna que heredó) decía que para operar en la bolsa hay que vivir con miedo, pero nunca asustarse. Nunca le entendí mucho esa cosa, pero supongo que hablaba de controlar el miedo
ResponderBorrar"solo los cobardes se suicidan, los valientes nos casamos y nos exponemos a una lenta y dolorosa agonia"
ResponderBorrarUna perla de sabiduría jaja
ResponderBorrarIgual yo creo que eso de la cobardía del suicida es medio ambiguo. Hay que ponerle sangre y decisión para volarse la tapa de los sesos o hacerse un Seppuku.
ResponderBorrarYo creo que la cobardía o valentía de un suicida es irrelevante, porque es algo que solo lo afecta a él mismo. Ser valiente o cobarde tiene un significado social mucho más importante porque afecta a otras personas
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