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06 junio 2018

Los niños criminales

 
 Hoy murió de dos disparos en la cabeza el cabo 1º de Carabineros Oscar Galindo en un operativo antidrogas. Entre los victimarios, para variar, habían menores de edad, cosa acostumbrada en las guerras de pandillas narcotraficantes. De ser esto efectivo, si el asesino es menor de edad, puede resultar un golpe de suerte: ascenderá en prestigio en el hampa tras haber matado a un carabinero y lo peor que le puede pasar -si lo pescan- es que un juez de menores lo mande a "régimen cerrado" en un Centro Modelo del Sename, con gimnasio, piscina, canchas de fútbol y confortables casas donde los gendarmes no tienen acceso, excepto en caso de riñas, dentro de las casas hacen más o menos lo que se les antoja, porque los monitores del Sename, que son los únicos autorizados a entrar, no pueden ni siquiera mirarlos feo.

Para un criminal juvenil, ir a la cárcel es muchas veces como entrar a un hotel de lujo. Mientras tanto, los políticos hablan hipícritamente de la "reinserción" .¿de qué reinsersión hablan? Los tipos están perfectamente insertados en la sociedad como exitosos criminales y no tienen la más mínima intención de abandonar su carrera, el que le toma asco al trabajo desde chiquitito jamás lo vuelve a ver como una opción. Lo digo por experiencia propia.

Creo que mucho tiene que ver con esto la prohibición del trabajo infantil, con el pretexto que permitir que un niño trabaje en lugar de estudiar es vulnerar sus derechos. ¿Y que pasa con los que odian el estudio? Les puedo asegurar que son muchos, tal vez millones, los que estamos convencidos que los estudios formales no sirven para nada, que colegios, universidades y sobre todo los profesores son, en su mayoría una basura, ganapanes sin vocación ni interés por lo que hacen, convencidos que se trata de un simple trámite para poder cobrar el sueldo. Total, todos saben que lo que se enseña es e gran parte relleno inútil.

En mis tiempos, los que estudiaban eran los que les interesaba el estudio o los especialmente ambiciosos, el resto empezaban a ganarse la vida honradamente, trabajando desde niños. Entraban a las empresas como junior, aseadores y así iban haciendo carrera en el trabajo, algunos incluso terminaban de gerentes. Eran personas respetables, útiles para si mismos y para los demás.

Pero a algún iluminado se le ocurrió que todo el mundo debería tener una profesión universitaria, no solo los más esforzados o los hijos y nietos de los más esforzados, es decir los ricos, La meritocracia era injusta por ser hereditaria, entonces había que ponerle handicaps a los más capaces y regalar oportunidades a los menos capaces. La idea de don Federico Santa María de ayudar "al desvalido meritorio" quedó obsoleta, a los que había que ayudar era a los fracasados, a los que no tenían méritos ni condiciones. Así es como hoy cualquier pelagatos es profesional y tenemos miles de jueces, ingenieros y políticos con la capacidad intelectual de un mono.

Bajo esta ideología igualitarista, el trabajo infantil pasó a ser visto como algo horroroso, que perpetuaba las desigualdades, todos los niños tienen que ir obligados a las escuela, aunque la odien y no tengan ningún interés en ir a perder años de su vida escuchando cosas perfectamente inútiles, siguiendo un juego absurdo que a nadie aprovecha. El resultado es que los rebeldes, que antiguamente se embarcaban o salían a ganarse la vida desde niños, ahora se dedican al tráfico de drogas, un trabajo fácil aunque peligroso, pero con lo que se gana se compensan los riesgos.

La sabiduría popular dice "puedes llevar al caballo a un río, pero no puedes obligarlo a tomar agua", así, puedes llevar -a la fuerza- a un niño a la escuela, pero no puedes obligarlo a que estudie si no le da la gana. Si a eso le sumamos que los niños delincuentes son víctimas de la sociedad, y la sociedad tiene la "obligación" de reinsertarlos, entonces llegamos al callejón sin salida en que estamos hoy.

En el Centro Metropolitano Norte de Til Til, cumple su condena "el Cisarro", delincuente juvenil más famoso de Chile, estará en su cárcel de cinco estrellas por unos años más, leo en un reportaje del diario La Tercera:

Todos los martes se reúne además con Cristián Esquivel, abogado de la Defensoría para revisar el cumplimiento de su plan de reinserción social. “Quedé impresionado porque nunca me imaginé que fuera así. Es bien portado y respetuoso, un adolescente normal con muy buena presencia, afeitado, peinado, con ropa limpia. Se expresa muy bien”, comenta.

Obvio, todo criminal es manipulador y se portará como un perfecto caballero cuando le convenga, él sabe que si "hace conducta" va a salir antes y podrá volver a robar, asaltar y matar si es necesario,esa es su profesión. Pero lo que explica la existencia del Cisarro y de los niños-animales que disparan a carabineros, personas, que roban y destrozan autos y asaltan cada vez que tienen la oportunidad, es esta declaración:

"Según Francisco Estrada, ex director del Sename, la situación se debe a una repetitiva cadena de errores del Ministerio de Salud, de Justicia y Sename, porque no se ha intervenido de manera adecuada y sistemática."  

No entiende absolutamente nada el pobre imbécil, y lo peor es que no está solo, mucha más gente piensa parecido, y mientras tengamos a esos idiotas con derecho a voto y en altos puestos de la administración pública, estos problemas no tendrán solución, al contrario, seguirán escalando.

9 comentarios:

  1. Al otro que hay que encarcelar para siempre es a Lavín. Se volvió loco.

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  2. Cómo ya es normal, en Chile se institucionalizan los incentivos perversos. Este artículo saca aplausos, porque explica y confirma algo que ya me parecía evidente en mis viajes: la bajísima delincuencia que uno observa en los países musulmanes y de Asia oriental se relaciona con una gran cantidad de jóvenes que comienzan a ganarse la vida desde muy temprano y la sociedad lo ve como algo muy positivo. En las familias normalmente se favorece a uno o dos hijos/hijas a seguir estudios superiores (por lo general a quienes les gusta estudiar) y los otros aprenden un oficio, muchas veces como aprendices del oficio paterno -asi ayudan al sustento familiar-, o se independizan pronto o se largan a recorrer el mundo, como ocurre muy a menudo en Marruecos. El estado no se mete a obligarles a las familias como, cuando y cuánto deben educar a sus hijos.
    Y feliz día de Arica, siempre Arica hasta morir... Saludos.

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  3. Anónimo, a Lavín basta con no tirarle fichas. Es un pobre diablo, a mi modo de ver.

    Alejandro, ese es justamente el punto, creo que nos fuimos por un camino muy equivocado hace años copiando a los europeos con sus absurdas políticas igualitaristas, mandando a los niños a estudiar a la fuerza, si lo combinamos con que la educación es -y será- horrible, tenemos todos los incentivos para la fábrica de delincuentes, resentidos y desadaptados sociales que tenemos hoy. Es muy triste que cosas que son tan sencillas de solucionar estén arruinando la vida a tantas personas.

    En países de Oriente y otras partes eso lo tienen claro, en Perú rural y Bolivia también muchos niños empiezan a ganarse la vida desde temprano, aunque los políticos ya están combatiendo eso que es lógico y beneficioso.

    En Tacna conocí a un arquitecto muy exitoso, me contaba que el empezó a trabajar a los 12 años y trabajó hasta que le pagó los estudios completos a tres hermanos, después se puso a estudiar el mismo, para esa época ya estaba forrado en plata y como arquitecto se siguió forrando.

    Yo veo a los pelafustanes que van a la universidad acá, muchos exigiendo poco menos que les regalen el título, por eso estamos llenos de pobres diablos con master y doctorados que no sirven ni para pelar una papa, dedicados a la política, claro. No son todo pero si son demasiados,

    "En nuestro corazón
    hay un himno vibrante para tí
    Clamor de multitud
    juramento de fe en el porvenir
    Tu noble pabellón
    con las glorias de junio se cubrió
    ¡Arica, siempre Arica,
    siempre Arica hasta morir!"

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  4. Hay que eliminar al narco o el narco matara a Chile. Parodiando a Silva Henriquez :-)

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  5. Eso si nos dan permiso los gringos , claro...

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  6. Recuerdo que efectivamente tuve muchos compañeros que habrían preferido estar en sus casas que en el colegio. Incluso yo preferiría no haber tenido que pasar por todo este sistema, pero me porté bien porque no quería tener más problemas de los que ya tenía y de paso aprendí alguno que otro par de cosas interesantes, lo cual desde luego es un porcentaje reducido respecto a la mayoría de las cosas.

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  7. Es cierto que un pibe joven haciendo "changuitas" se ocupa y lleva un peso a su casa.
    Escuchaba un anécdota de los migrantes venezolanos: "acá nadie te embolsa en el supermercado" dicen: En Venezuela al parece unos niños tras las cajas esperan para ayudar a embolsar y reciben propinas. Acá lo hacemos nosotros mismos y si alguien entra a hacer eso, el personal lo echaría.
    A cualquier empleador le da terror tener un seudo-empleado así en su cercanía, miedo a que el caiga el ministerio, el sindicato y el abogado.
    Hemos arrasado con todos los empleos para chicos en las economías modernas. Son un pecado.

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  8. .. a propósito, mi hijo menor, que no sobreviviría sin dispositivos electrónicos a su alcance más de doce horas, se gana unos pesos con la computadora. No sé cómo. Probablemente el FBI caiga alguna vez y me lleve preso, porque el es menor y usa mi cuenta bancaria para acreditar sus ganancias en "Paypal" bitcoins y no se qué más.

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  9. Hace unos días escuchaba en la radio a una iluminada que decía que para una efectiva rehabilitación de los mini delincuentes (mini por la edad, no por ser menos malos), era necesario que se incorpore a la familia y al colegio....
    ¿Se les habrá pasado por la cabeza a estos iluminados que lo más probable es que la familia esté completa en la cárcel, el colegio hace años que lo abandonó?
    Típico de los que dictan cátedra desde un escritorio y no conocen la realidad

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"