Las pequeñas cosas

Que increíble, estaba ociosamente viendo Facebook y me encuentro con un comentario de Betzabe Norambuena, la menor de la familia Norambuena Jipolou donde viví cuatro años mientras estudiaba en el Liceo de Ancud, entre 1970 y 1973, me dice que están todos los hermanos reunidos en la casa en Ancud, me imagino que es la misma casa de Anibal Pinto que recuerdo en todos sus detalles, un ratito después su hermana Danitza, con quien fuimos compañeros durante toda la enseñanza media me agregó al Facebook, yo no soy mucho de conversar y menos del chat, pero saber que estamos conectados me pone muy contento.

Me los imagino a todos con mucha emoción y vuelvo a los años setenta, diablos, que años viví en esa casa y que gente maravillosa, son de esas personas a las que les debo casi todo lo que soy ahora, alguna vez escribí Menos Mal que los Favores son Gratis y eso si que es cierto, nunca podría pagarles lo que les debo, ni siquiera vale la pena hablar mucho de eso, tampoco tengo mucho que explicar, solo dejar constancia de lo que le agradezco a es familia y a otras personas que han apareido en momentos realmente difíciles de mi perra vida.

Los recuerdos de esos años se me agolpan, nunca tuve años más difíciles y más bonitos que esos, claro, bonitos ahora que los veo en el tiempo, pero si no hubiese sido por los amigos habría quedado cucufato y hoy estaría vegetando en algún manicomio.

Ancud es parte de esas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas, tal como dice la canción, el tiempo ni la ausencia las han matado, están por ahí agazapadas detrás de la puerta y de vez en cuando, en el momento menos pensdo y como por casualidad, me apareen.

Las Pequeñas cosas es sin duda la mejor canción de Serrat y ahora mismo me pondré a practicarla. Mi propósito de año nuevo es poder tocarla en teclado el 2019. Yo lo vi a Serrat en el Festival de Viña de 1970 adivinen donde: en el living de los Norambuena, en Ancud, todos mirando la tele en blanco y negro. Son esas pequeñas cosas...