40 horas de trabajo por semana

Por fin tengo un perro de verdad. Con el gentil auspicio de mis buenos amigos Marlene y Philip hoy llegó a mi casa el Beppy IV, un auténtico pastor alemán schwartz, negro como mi alma y con la guata amarilla. Mirarlo caminar es como ver pasar a un joven mariscal von Hindemburg. Tiene apenas tres meses pero ya se concentra y obedece, tranquilo y con mucha confianza en si mismo. Sin ningún entrenamiento se pone siempre por el lado derecho, junto a mi pie, yo no creía en la genética pero ahora me estoy convenciendo. En un rato aprendió que si se sienta a la lorden de "sit" consigue un pellet. Gran perro, lo tengo durmiendo a mis pies mientras escribo esto. Deutschland, Deutschland Uber alles.

Un poco de economía clásica
"Dondequiera que haya una gran propiedad, hay una gran inequidad. Por cada hombre rico deben existir al menos cinco pobres, y la abundancia de unos pocos supone la indigencia de muchos"

Seguramente los regulares de este Templo del Ocio recordarán de quien es esta frase: la escribió el mismísimo Adam Smith en la "Riqueza de las Naciones" y aunque parezca escandalosa, no hace otra cosa que enunciar exactamente la regla empírica del 80-20, que Pareto describió formalmente como dos siglos más tarde. Y ojo que eso no es algo propio del capitalismo, Pareto mostró que se ha "cumplido "en todas las épocas, lugares y bajo cualquier forma de organización política". De hecho es una regla tan precisa que se valida con datos en cada uno de los informes sobre la desigualdad en el mundo, que publica el World Economic Forum y eso se puede verificar pese a la forma sesgada y tendenciosa con que presentan los datos.

La desigualdad en la distribución de la riqueza no solo es inevitable, sino que en los grandes números se mantiene constante, tal como los muchos otros fenómenos humanos donde esta "ley empírica" se manifiesta, es asombroso.

El gran error de loa clásicos
Otra cosa notable es que muchos errores de Adam Smith y los economistas clásicos que lo siguieron, se han mantenido en el tiempo, uno de los más notables es la supuesta asimetría de poder en el trabajo asalariado, que justifica intervenir ese mercado por el miedo a los efectos de "la indignación de muchos". Aquí copio otro párrafo de la "Riqueza de las Naciones" que seguramente colocará los ojos en blanco a mis amigos de izquierda y derecha

"Los salarios corrientes del trabajo dependen del contrato establecido entre dos partes cuyos intereses no son, en modo alguno, idénticos. Los trabajadores desean obtener lo máximo posible, los patronos dar lo mínimo. Los primeros se unen para elevarlos, los segundos para rebajarlos.
 No es difícil, sin embargo, prever cuál de las partes vencerá en la disputa y forzará a la otra a aceptar sus condiciones."

Si se fijan bien, estas mismas ideas las pudo haber escrito Karl Marx, no hay grandes diferencias. Lo que pasa es que todos los economistas clásicos, desde Smith hasta Marx tenían -en esos años- el mismo concepto equivocado de la Teoría Valor-Trabajo. sería largo de explicar, pero el error consiste en pensar que las mercancías tienen un valor objetivo, que está dado por el costo de las materias primas, más el valor del trabajo agregado, más la plusvalía del capitalista. Marx llegó al extremo de afirmar que el valor "objetivo" de las mercancías no era otra cosa que la acumulación del valor de los trabajos que había costado producirla.

Es algo que a simple vista parece muy lógico, pero lleva a tantas inconsecuencias cuando se examina de más cerca, que antes de la muerte de Marx, el último gran economista clásico, ya era una teoría refrutada completamente por el marginalismo. Karl Marx, tratando de resolver las contradicciones de la teoría clásica, llegó al extremo de dar un valor desproporcionado al trabajo asalariado, afirmando que los asalariados eran los únicos y verdaderos "dueños" de todo lo que se producía, pues el capital no agregaba valor ni era parte legítima del valor.

Así vemos como muchos errores que se le atribuyen a Marx ya estaban en la economía clásica, en Malthus, Smith, Ricardo y los demás. La gente ignorante -muchísimos- creen que el marxismo es una teoría perversa creada exclusivamente para esclavizar a las personas en favor de una camarilla, nada más equivocado, aunque estaba repleto de errores y mezclaba de la manera más contradictoria anarquismo y socialismo, la teoría económica marxista fue el último intento de salvar idea del valor-trabajo de la economía clásica. La mayoría de las cosas sobre las que escribió y exageró Marx ya estaban en Aam Smith y los demás clásicos.

El trabajo asalariado si es una mercancía
Esta teoría equivocada del valor, explica el error de Adam Smith y los demás clásicos, que fueron clarividentes al entender la división del trabajo y como el mecanismo de mercado, dejado en libertad, terminaba beneficiando y creando más riquezas en las personas, no por sus buenas intenciones sino por el solo mecanismo de "la mano invisible", pero no fueron capaces de entender que ese mismo mecanismo de mercado tenía el mismo efecto sobre la mercancía llamada "trabajo".

Seguramente debido al concepto errado de valor-trabajo, los clásicos pensaron que el trabajo asalariado no podía ser asimilado a una mercancía, es importante notar que esta idea era solo para los trabajadores sujetos a salarios, porque con los que prestaban servicios por su profesión u oficio los clásicos no tenían problema en reconocer que su venta de servicio estaba sujeta a la oferta y demanda, como cualquier otro bien, y que lo mejor era dejar actuar al mercado de manera completamente libre. Esta extraña diferencia es una de las varias inconsistencias que surgen de la idea de valor-trabajo.

Resulta que el trabajo asalariado si está sujeto a las leyes de mercado, a la oferta y demanda y para todos los efectos el trabajo asalariado es igual a cualquier otra venta de mercancía o servicio. La negación de esto dio pie para la Teoría de la Explotación Marxista, para las leyes sociales de Hindemburg, el estado de bienestar y para todas las justificaciones de la social democracia. El precio del trabajo sube cuando hay mucha demanda, baja cuando hay mucha oferta y de manera similar a cualquier otra mercadería, puede ser forzado por asociaciones sindicales, patronales o directamente por el gobierno de turno.

El precio del trabajo asalariado se fija igual que el de las demás mercancías, en base a los excedentes entre ambas partes: el máximo que está dispuesto a ofrecer el empleador y el mínimo que está dispuesto a aceptar el asalariado, tal como en las demás mercancías.

El mercado negro también pera en esto
Que el trabajo asalariado es una mercancía más y obedece a cada una de las reglas de mercado es algo que podemos ver todos los días, porque cada vez que el estado interfiere tratando de fijar los precios pasa exactamente lo mismo: aparece el mercado negro y la informalidad, que no es otra cosa que los precios reales que tiene el trabajo en la economía real

Por eso cada una de las leyes que se hacen para "defender a los trabajadores" no solo no los defienden eficazmente sino más bien los perjudican creando las condiciones ideales para que crezca la economía informal y el mercado negro del trabajo. Las dificultades para despedir a alguien, la prohibición de trabajar ciertos días o de trabajar durante más horas que las que el gobierno determina de manera arbitraria, la prohibición de pagar sueldos menores que el sueldo mínimo, las leyes sociales y las cotizaciones obligatorias "de cargo del empleador", todas esas estupideces fomentan en primer lugar la contratación al margen de todas las leyes.

Si yo fuese un empresario hoy ¿saben que haría? Reclutaría a puros inmigrantes que andan cesantes, para quienes cualquier suma, que a los demás les parece miserable, para ellos resulta valiosa. Por supuesto que no les haría contrato, ni muerto, todos freelance y si alguno tiene la mala idea de denunciarme hago quebrar la empresa y chao, que vaya a pedir trabajo y sueldos a su abuela. ¿Saben qué? Eso es lo que está pasando ahora mismo. No es la inmigración, sino las leyes que supuestamente "protegen" a los trabajadores lo que causa la cesantía.

Los chinitos millonarios de Vancouver
Sin contar que gracias a la automatización, la mano de obra no especializada -que es una masa enorme- es cada día menos requerida. Recuerdo cuando anduve en HongKong, en 1983, dond llegaron millones arrancando de la China Comunista. No existía prácticamente ninguna ley laboral, los trabajadores podían ser despedidos en cualquier minuto y las jornadas eran tan largas como fuese necesario para el negocio, no existían vacaciones, ni mucho menos sueldo mínimo. ¿Y saben qué, la gente trabajaba feliz, no habían protestas porque todos estaban ocupados ganando plata y los chinos que ern obreros en esos años, muchos son hoy millonarios y viven en Vancouver retirados como nuevos ricos.

40 horas por semana
Unos idiotas, o mejor dicho oportunistas, del Partido Comunista presentaron un proyecto para prohibir que los asalariados trabajen más de 40 horas a la semana, aún cundo quieran hacerlo. No señor, prohibido, nosotros sabemos lo que es bueno para usted. Bueno, si sumamos que hace poco subieron las cotizaciones previsionales "a costa del empleador", que Chile tiene un sueldo mínimo comparativamente alto en la región y que el costo de despedir a alguien es enorme, tenemos las condiciones ideales para que se dispare el trabajo informal.  Y no olvidemos que han llegado como un millón de inmigrantes, todos dispuestos y con ganas de trabajar en negro, con eso tenemos la tormenta perfecta.

El trabajo, como mostraba antes, es una mercancía igual que las demás, sujeta a las leyes de oferta y demanda. Y cada vez que el gobierno de turno interviene en el precio y lo encarece, aparece, como con todas las demás mercancías, el mercado negro. Eso viene pasando desde hace mucho tiempo, pero gracias a los haitianos que trajo Bachelet y los que han traído los calzonudos del actual gobierno, están creando la tormenta perfecta. Al final van a haber cada vez menos trabajos formales, cosa que a mi me alegra muchísimo.

P.D. ¡Pasé agosto! y sin un solo resfriado, parece que este año ya no estiro la pata, igual estuvimos celebrando ayer donde McDonnell con un costillar a la parrilla y unos traguitos, poquita cosa