2020

Todo pintaba muy mal para este año nuevo, en la tarde andábamos desganados y de mal humor, como pasa casi siempre en esas ocasiones y para remate, cerca de las 10 de la noche se cortó la luz en toda mi cuadra, algo que no pasa nunca pero justo esta vez si ocurrió. Habíamos comprado palometa, que en esta época empieza a llegar en abundancia, para que yo preparara mi world famous pescado con queso a la parrilla, así es que en la completa oscuridad me puse a prepararlo. Mientras en el barrio reinaba la oscuridad más absoluta y lúgubre

Igual me había puesto la camisa que me regalaron mis buenos amigos Stephen y Tristan el 2005, como hago todos los años y esta vez también me puse el gorro del Club de Caballeros Rapa-Nui en memoria de mi gran amigo Marcelo, muerto en 2008, un brindis por su recuerdo

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Bueno, bueno, mientras no falte el trago todo bien, y así fue como poco antes de las 12 ¡volvió la luz! Así es que pudimos comer en la mesa iluminados en lugar de la tétrica luz de las linternas. 

Es feo que yo mismo lo diga, pero el pescado con queso una vez más me quedó delicioso. Y eso que se me olvidó ponerle la panceta ahumada. Cada plato lleva 3 filetes de palometa, pimiento morrón, tomate, mucha mantequilla, muchísimo queso, algo de cebolla, un poco de ahlbaca (o como se escriba), sal, pimienta, merken y cualquier otra cosa que tenga a mano. 

Lo bueno es que simplemente se tira todo adentro del contenedor de comida china, se cierra hermético y se pone sobre la parrilla, la preparación demora apenas un par de minutos. Es un plato que inventé cuando vivía en la casa rodante y casi nunca me ha quedado mal.

El problema es que mi querida suegra anda mal de salud y no había como animarla, yo soy experto en ponerla furiosa con mis bromas pesadas, pero esta vez no había caso y ahí estábamos todos sentados con cara de poto.

A ver, a ver, tendré que pensar en algo para despertar a la veterana. La Pilar tuvo el atrevimiento de subir  su perro a la mesa ¡que descaro!

Un recurso que nunca me falla es darle trago, yo me había despachado casi solo las 12 latas de cerveza, seis chicas y seis grades, porque el Tomas Jr y la Pilar toman poco. Así es que aparecí con una botella de vino ¡esa era la solución!

Si nos vamos a morir que sea bien borrachos y alegres. Todo bien, yo seguí hasta altas horas de la madrugada, llegaron los amigos del Tomás Jr y así la pasamos tomando y convesando tonteras hasta que nos aburrimos.

Curiosamente este año la Municipalidad por primera vez no hizo el tradicional espectáculo de fuegos artificiales, pero el espectáculo pirotécnico duró horas en todos los barrios, es algo muy extraño porque esos elementos están prohibidos en manos de particulares y sin embargo hubo un despliegue enorme ¿quien los trajo, como ingresaron y quien los financió? Una de las muchas cosas raras que se ven por estos días.

En fin, ahora si que no tomo más. 

Tampoco menos.