Vuelve el individualismo

Ha pasado muy poco tiempo y la mayor parte de la gente ni se ha dado cuenta, pero yo creo que claramente se está terminando un ciclo de hegemonía social demócrata que empezó después de la Gran Depresión y -aunque no ha desaparecido ni mucho menos- ya está en total declive.

Las ideas social demócratas hasta los años treinta del siglo pasado fueron siempre marginales. Se originaron durante la Ilustración en Francia y el socialismo se trató de implementar en la horrorosa orgía de sangre y resentimiento que fue la Revolución Francesa, después de eso vino la Restauración y las ideas socialistas de desprestigiaron por al menos un par de siglos, pero hubo dos sucesos que gatillaron una vuelta a las ideas socialistas: la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión de los años treinta.

En febrero de 1917, casi un año antes que terminara la Primera Guerra Mundial, se produce la revolución en Rusia, en octubre los Bolcheviques dan un golpe de mano que desencadenó la guerra civil, que finalmente ganaron quedándose en el poder, en diciembre de 1922 se crea la Unión Soviética donde se establece el primer intento de lo que después se conocería como "socialismos reales".

La Unión Soviética al comienzo trató de implementar las ideas económicas y sociales que Karl Marx había propuesto en "El Capital", pero el fracaso fue espantoso, a mediados del primer Plan Quinquenial se dieron cuenta que la implementación era imposible y el país se vio enfrentado a una enorme hambruna. Entonces Lenin establece el sistema que luego se conocería como "marxismo-leninismo", que tenía nada de marxismo aparte de la retórica.

En realidad lo que establecieron en la URSS fue el capitalismo de estado, que fue el modelo de referencia para las social democracias que vendrían después. Se conservaba toda la estructura capitalista excepto los mecanismos de mercado para la asignación de precios, los precios serían asignados por el estado mediante la planificación centralizada. 

"Capitalismo de estado" significaba que el estado era en la práctica el dueño de todo, el gran capitalista que reemplazaba al mercado y a los capitalistas privados, todos los ciudadanos trabajaban para el estado quien repartía según sus propios criterios, al menos eso era en teoría y se decía que era un "paso intermedio en el camino al comunismo". Nunca fue, porque la realidad económica les hizo imposible eliminar el mercado que se desarrolló mejor que nunca, allí nació el primer "mercado negro", que poco a poco los gobiernos soviéticos tuvieron que ir incorporando.

Por esos mismos años, un poco antes, en Alemania, durante la República de Weimar con Paul von Hindenburg, se implementaba la que debe haber sido el primer gobierno social demócrata.  Hindenburg es reelegido y sus políticas de estado de bienestar, que prometían que el estado cuidaría las necesidades básicas del ciudadano "desde la cuna hasta la tumba", terminaron con la conocida hiper inflación y el colapso económico más grande que recuerde la historia de ese país. De ese colapso surgió el nazismo que iba a originar la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, en 1929 se produce el crack bursatil en los Estados Unidos y -como fichas de dominó- este país, igual que la mayoría de los países del mundo, caen en la Gran Depresión, que duró prácticamente diez años, hasta comienzos de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los catastróficos resultados que tuvo el estado de bienestar que se implementó en Alemania, esa idea de un estado benefactor, que cuidaría a las personas desde la cuna hasta la tumba, comenzó a tomar atractivo entre la gente común.

El fascismo italiano y el nacional socialismo alemán ofrecieron su propia versión de estado de bienestar y en los Estados Unidos, la cuna del capitalismo, la influencia de Keynes sobre Franklin Delano Roosvelt lo llevó a implementar un curioso híbrido, la social democrácia estadounidense, que sirvió de modelo, elegido u obligado para muchos otros países del mundo.

La Segunda Guerra Mundial ayudó de manera enorme al auge de la social democracia, en tiempos de guerra todo se pone patas arriba y los principios económicos que son inviolables en paz dejan de tener vigencia, como dijo Galbraith (creo), en tiempo de guerra la gente quema los pianos para pasar el frío de la noche. La cosa es que la guerra le dio un prestigio enorme a la social democrácia, tanto que Roosvelt fue reelegido tres veces  murió como presidente.

En la gran reconstrucción que vino de la posguerra, entre los años 50 y 60, la social democracia y el prestigio de Keynes alcanzaron su punto más alto de popularidad, casi todos los países adoptaron esos modelos, en Estados Unidos y Europa parecía que había encontrado el Santo Grial de la prosperidad, pero ya en los setentas empezaron a verse los problemas.

Pero a pesar de los problemas, la oferta de la social democracia de un estado benefactor seguía cautivado a la gente, que no iba a renunciar así nomas al sueño de que los cuidaran desde la cuna hasta la tumba. Pero la decadencia ya estaba en marcha, Suecia, que había sido uno de los primeros y más entusiastas países en implementar el sistema, cuando vieron que no funcionaba lo abandonaron, y así han seguido muchos países de Europa y otras partes del mundo.

La oferta de estado de bienestar ha sido siempre como una droga, entregando satisfacción y placer a corto plazo pero con una terrible resaca. Fracasó en la República de Weimar, Fracasó en Unión Soviética y China, en Europa, Estados Unidos, no hay lugar donde haya funcionado de manera sustentable porque es un sistema que no crea riqueza sino que la destruye.Ese es su problema fundamental.

Y ahora teneos la globalización, que en lugar de hacernos más homogeneos e impulsar un gobierno mundial, como soñaban algunos, ha pasado todo lo contrario, necesitamos ser más competitivos que nunca y especializarnos en lo que cada uno hace mejor para ser más eficientes.

Es curioso que la globalización que nos han traído los computadores nos lleva de vuelta al viejo y saludable individualismo, nada de andar colaborando forzados como malditas hormigas, ningún representante del "bien común" funciona en el mundo globalizado, por eso tenemos a Japon, una sociedad colaborativa por excelencia, que lleva más de treinta años en recesión. A pesar de Toyota y todo eso, dejaron de ser competitivos hace mucho tiempo, por no saber ajustarse en su momento.

Tal vez en el futuro tiendan a desaparecer los asalariados, cada persona será un contratista, un hombre-empresa que venderá sus servicios a destajo según demanda. Gracias al Covid-19, ya se está vendo lo innecesario que es tener oficinas, pronto la gente se dará cuenta de la inutilidad de las escuelas y universidades. Pero eso es solo el comienzo, porque los que tienen capital también se darán cuenta de lo inútil que es pagar sueldos por tareas que se pueden contratar a pedido. Espero tener edad para ver ese mundo, cuando se cumpla el sueño de Karl Marx y no existan más proletarios ni asalariados en la tierra.