Recuerdo de manera muy viva una tarde de verano de 1988 el la Costanera Sur. Yo volvía con unos compañeros de la universidad de la Playa El Laucho junto con miles de personas que habían pasado la tarde bañandose, jugando a la pelota o paletando, frente a una de las puestas de sol más lindas que yo recuerde. En Arica todavía todo el mundo se conocía o se ubicaba. Mientras los hijos de comerciantes enriquecidos daban vueltas por la costanera en sus autos con tablas de surf en el techo, nosotros los del populorum nos dábamos la vuelta pie desde la Playa Brava hasta los faldeos del Morro, era un espectáculo impresionante.
Ese fue el último boom de prosperidad económica que tuvimos en la ciudad, a fines del gobierno de Alan García, que fue un desastre para el Perú pero una bendición para Arica y Tacna, por el enorme negocio de contrabando que se armó entre ambas ciudades. Una vez me hicieron una entrevista en el diario "El Comercio" de Lima y dije que a Alan García le debimos levantar sendas estatuas en Arica y Tacna por la cantidad de contrabandistas que se habían hecho millonarios durante su gobierno, recuerdo como se divirtió la gente con esa entrevista porque lo que dije era totalmente cierto.
En mi memoria esa fue la época de oro de nuestra ciudad, al menos para mí era el mejor lugar en el mundo para vivir. En esos años un buen amigo comerciante me ofreció mandarme a vivir a Honk Kong -había estado allá en 1983 y tenía buenos amigos- para que le embarcara su mercadería y la de otros amigos con buenas comisiones, era para hacerse millonario en un par de años- Lo conversé con la Pilar y me dijo "anda tonto, aprovecha, después me llevas" pero ni siquiera lo consideré, irse de Arica en esa época habría sido una locura.
Han pasado 32 años desde que me lo ofrecieron y todavía no me iría de Arica por nada del mundo, pero no puedo dejar de pensar en todo lo que nos han quitado a los ariqueños en todo este tiempo. Muchas de las mejores cosas que tuvo la ciudad se basaban en una especie de informalidad, manga ancha o condiciones especiales que no existían en ningún otro lugar de Chile y a partir de 1990, por culpa de intereses mezquinos nos fueron quitadas una por una.
La lista es muy larga, solo pondré un ejemplo que creo es de los más importantes, de lo que estos políticos infelices nos arrebataron, veamos:
La Isla del Alacrán.
Fue el lugar más entrañable que ha tenido la ciudad durante décadas, leo en La Estrella de Arica
La isla convertida artificialmente en península es en Arica conocida bajo del nombre de "ex isla El Alacrán". Ubicada en la costa del Océano Pacífico, frente al Morro de la ciudad, tiene su origen en el año 1964 cuando se efectuó la unión de la isla con la tierra mediante un camino artificial.
El Monumento Nacional actualmente es un lugar perfecto para pasear y disfrutar una tarde con todo la familia cerca del mar, albergando en su costado norte al Club de Yates de Arica, mientras en el costado sur se ubica un sector muy apreciado para la práctica del bodyboard y surf, como las olas afamadas olas de El Gringo
Esa es la versión oficial, pero yo tengo la otra, en mi Autopsia del Ariqueño Neto escribí:
Con la Isla en el Corazón
El ariqueño neto comienza a ir a la Isla del Alacrán desde su más tierna infancia. A los dos o tres años, cada mes de septiembre el abuelo lo lleva a encumbrar volantines o a pasear los domingos en la tarde, hasta que entra a la escuela.
En la escuela primaria todo el curso se va a la Isla a hacer "trabajos" que consisten en recoger agua podrida, llena de bichos a orillas de las rocas para luego examinarlos en la clase de ciencias naturales.
Cuando llega a la secundaria a veces se arranca de clases para "hacer la cimarra" con sus mejores amigos y se van a fumar los primeros cigarros y a soñar despiertos entre los tetrapodos.
Pasados los quince se las arregla para que el viejo le pase las llaves del auto, o bien le compre una peligrosísima moto scooter y comienza a frecuentar la Isla los fines de semana en la noche, donde se amanece tomando sus primeras cervezas, conversando con los amigos y chequeando a las minas.
Durante los años de la universidad o sus primeros trabajos, la Isla se convierte en un santuario de fin de semana donde se rinde culto a la amistad y se hacen copiosos sacrificios al Dios Baco, muchas veces quedándose hasta el amanecer. Allí es donde se consolidan las más fuertes amistades que, si tiene suerte, lo perseguirán por el resto de su vida.
Luego se casa y llega los fines de semana, pero esta vez en auto propio, a juntarse con sus amigos y las mujeres de sus amigos. Solo cambian los tragos porque se siguen conversando las mismas tonteras y diciendo los mismos chistes, una y otra vez.
Finalmente el ariqueño neto envejece ¿y adonde va los domingos? ¡lleva a sus nietos a encumbrar volantín a la Isla pues!. Con esto se cierra el ciclo.
No debe extrañar entonces que el ariqueño neto lleve a la Isla del Alacrán incrustada en su corazón, es lo más natural.
He escrito mucho sobre lo que significó la Isla para nosotros los ariqueños, era de esos típicos ejemplos como en Arica habían cosas especiales y diferentes, que la hacían un lugar tan lindo para vivir..Creo recordar que a principios de los noventas empezaron los problemas, de un día para otro los carabineros empezaron a hacer redadas para espantar a la gente, como los mismos policías se juntaban a conversar allí unas cervezas en sus días de franco, pasaban primero avisando y casi pidiendo disculpas "son órdenes de arriba, nosotros cumplimos nomas".
Aunque la gente siguió juntándose allí entonces empezó a decaer como punto de reunión. En el año 2012 don Salvador Urrutiaes elegido alcalde y en un acto de infamia procede a clausurar el acceso a la Isla con el pretexto de una "remodelación", durante todo su nefasto mandato no movió un dedo por la supuesta remodelación ni por ningún otro asunto relevante en la ciudad, fue el alcalde fantasma, pero no un fantasma bueno, para nada. La Isla sufrió un golpe mortal, no volverá a ser ni la sombra de lo que fue.
Él nos quitó la Isla, uno de los tesoros de la ciudad. Han pasado 8 años y hasta el día de hoy el acceso sigue clausurado, supuestamente terminaron la famosa remodelación pero sigue sin abrir, la Isla hoy debe ser uno más de esos horribles mamarrachos de nuestra arquitectura pública postmoderna, tal como esas espantosas "plazas de barrio" que terminan abandonadas y en ruinas, porque son tan feas y disfuncionales que a nadie le interesa cuidarlas.
¡Cuantas cosas nos han quitado! Murió el Cuchi-Cuchi, el ex alcalde Paredes, también de ingrata memoria, eliminó los maravillosos chiringuitos de Playa Las Machas, el actual mequetrefe prohibió los campings en Playa Las Machas, donde barrios enteros se mudaban a la playa para vacaciones en uno de los fenómenos más lindos y entrañables de la ciudad.
A las Cuevas de Corazones ahora las llaman "Anzota" y ya no es el arriesgado paseo que solía ser, también le pusieron reja y en la puerta hay que ponerse casco y lentes de seguridad, además de firmar un papel eximiendo de responsabilidad a la Municipalidad en caso de accidente, se perdió toda la gracia y emoción de ir a ese lugar cuando era semivirgen.
Lo peor de todo es que se terminaron las botillerías emblemáticas de emergencia: el Cali, Don Chumingo, Chuminguito, el Chino Kopin, hoy apenas una que otra sobrevive la competencia con los supermercados, porque desde que empezaron a perseguir a los que tomaban en la Isla, la gente se mete a las discos donde se emborrachan como piojos y salen a matarse en el auto a toda velocidad. Nos han quitado tanto los malditos políticos con lo que llaman "democracia". Todo tiempo pasado fue mejor, quien podría dudarlo.
En estos tiempos de pandemia, me he dado cuenta de lo mucho que hemos perdido a manos de sacoweas legendarios, devenidos en gobernantes, legisladores, jueces y tribunos. Desde 1990 a la fecha, nos empezaron a quitar la libertad de a poco, desde el 2000 que empezó esta fiebre legislativa, con leyes "con nombre y apellido" cuya efectividad y aporte son definitivamente nulo. Bajaron el limite de velocidad e impusieron los lomos de toro, por ejemplo, pero no pararon que nos subieran el TAGs, nos coartaron la venta de copete en fechas especificas, la ley emilia, la ley cholito, la ley zamudio, todas leyes weonas que en resumen no han servido para lo que fueron creadas.
ResponderBorrarUna lástima por lo de la isla. Pero esta en nosotros el pararles el mambo a los corruptócratas.
La ley cholito no me preocupaba, porque solo tengo perro en el campo y esos son “ilegales”. Hago con ellos lo que se me ocurre así que no me importó.
BorrarHasta que empezaron a meterse con las vacas y caballos y chanchos etc. Todo por un perro negro callejero de m..
Que gente mas buena!!!
Altar para ellos.
La ley emilia me la pasaba por la raja. Nunca he dejado de tomarme un copete en reuniones ni restaurantes, sin excesos, pero como siempre lo hicimos.
Pero mis amigos ahora no quieren chupar y manejar. La multa es muy cara dicen.
Harto más fómes se han puesto.
La ley zamudio tampoco creía que me afectaba, ya que teniendo maricones en la familia, los he respetado siempre. Cada uno hace con su poto lo que se le antoje y son discretos.
Pero hace un mes, había dos maracos besándose en la terraza del restaurante que frecuentamos con los amigos.
Me produjo repulsión y me cagó la onda. Ahora están enyegüecidas.
A propósito, ¿porque yo soy un hijo de puta intolerante y facho por sentir repulsa ante cosas que para ellos son naturales y les nacen?
La repulsión, yo no la provoco de adrede, solo me nace. Pero SUS sensaciones son respetables. Las mías igual de inevitables son un crimen.
En suma, no me daba cuenta que me estaban afectando con todas sus mierdas y que también me estaban quitando mi isla del Alacrán.
Igual que en la historia de “primero vinieron por los judios, pero yo no era judio... etc etc, nos han cagado de a poco pero sistemáticamente.
Que hijos de puta!!!!
José, Marcelo, exactamente, da una mezcla de risa y rabia que se enjuagen la boca con "la dictadura" cuando la verdadera dictadura en Chile empezó en 1990,
ResponderBorrarCuanta razón tenía Stuart Mill cuando escribió que la peor dictadura, la más hipócrita es la que imponen la mayorías, e insoportable como lo políticamente correcto, la dictadura de los nuevos cartuchos se ha venido imponiendo y nos aplasta, cada día peor, son una de las peores plagas, maldito sean
Me llama la atención todas esas "Leyes" con nombre, por ejemplo, la ley Emilia hasta el día de hoy no conozco a nadie que cumpla condena como corresponde por chocar a alguien y darle muerte, todo bajo los efectos del alcohol. Me suena a leyes efectistas nada más, que en la práctica no sirven para escarmentar. En todo caso con una cerveza ya me mareo un poco, por lo que evito conducir, sé que no andaré con los reflejos muy óptimos en esas condiciones.
ResponderBorrarMientras mas viejo soy, mas entiendo a D-FENS (vean "Un día de furia", protagonizada por Michael Douglas. un dato curioso de esta pelicula es que sirvió de inspiracion a la banda Iron Maiden para componer "Man on the Edge")
ResponderBorrarjaja hay que mantener la calma nomas, nada de días de furia
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