20 noviembre 2020

Refrito del sábado: La amistad



(Publicado originalmente el 27 de mayo de 2019)
De todas las clases de cariño que existen, que van desde el cariño por una camisa o una mascota, hasta el amor romántico, creo que la más sincera, noble y duradera es la amistad. Ganar un amigo muchas veces nos enriquece más que ganar plata, así como es cierto eso de que "no hay enemigo pequeño", también es mucho más cierto que "no hay amigo pequeño". Repasando la triste historia de mi vida, me he podido dar cuenta que el Corcho, un amigo de mis años de miseria, que era casi tan pobre como yo, me hizo un favor fundamental que cambió mi vida, fue lo más importante que me ha pasado, cuando me presentó al gerente de la Importadora California, adonde él me llevó para que me dieran trabajo.

En menos de tres años, a mi amigo lo habían echado, pero yo estaba completamente consolidado en la empresa, empecé a trabajar en 1981 (creo) cuando no tenía ni para comer y vivía en una pieza miserable, donde los dueños, una familia de corazón de oro, no me cobraban porque sabían que no tenía un centavo. En 1983 ya era amigo de todos los subgenrentes de Casio en Tokio y me invitaron pra ir a Jepón por ser "el mejor vendedor" de sus productos, pese a que yo no vendía casi nada. Después de ese viaje pasaron muchas cosas espectaculares y otras pocas malas pero -sumando y restando como decía el general Pinochet- el saldo ha sido bueníimo.

Resulta que toda mi vida cambió gracias a un amigo -económicamente insignificante pero también con corazón de oro- que me hizo el favor que cambió completamente mi historia. Ahora que lo pienso, yo estuve con él pocos minutos antes que se muriera, llevaba un año agonizando y era un esqueleto cubierto con una delgadísima capa de piel. Esa vez converaimos, nos acordamos de los viejos tiempos y cada vez que nos reíamos le venía una tos que no lo dejaba repirar, igual que "el enfermo del jappening", esto nos daba más risa todavía. La cosa es que cuando nos despedimos me dijo "Tomás, tu has sido muy buen amigo, cuando me muera no te voy a venir a tirar las patas en la noche, como a los demás".

Un par de horas después se murió, yo le debo muchos favores a mucha gente que ha sido buena conmigo, pero el Corcho me hizo el favor más importante de mi vida. Y  jamás le dije "gracias", ni siquiera cuando estaba a punto de morirse. Yo creo que estuvo bien, entre amigos no es necesario darse las gracias, porque cuando uno hace un favor a un amigo, lo hace sin interés y sin esperar nada a cambio, ni siquiera las gracias. Eso me lo enseñó otro gran amigo ya muerto, el Pepe Drago, que una vez le quise pagar un favor y me dijo "no compadre, los favores son gratis, no se pagan ni se cobran". Pura sabiduría pop

Es cierto que no todos piensan así. Por el contrario la mayoría ve la amistad como un sistema de negociación e intercambio de favores, puede ser en algunas amistades, pero entre los mejores amigos los favores no se pagan ni se cobran. Ni siquiera se dan las gracias porque no es necesario. Yo tengo excelentes amigos que van desde la prosperidad normal hasta otros podridos en plata, y nunca se me ha ocurrido pedirles un favor, no importa lo mal que pueda estar. Seguramente esa es una de las razones por las que somos amigos, me imagino que una persona con plata nunca sabe en realidad si alguien es su amigo por interés o porque realmente te estima, la mejor manera de resolver eso en jamás pedirle nada.

Creo que eso es lo esencial de la amistad, uno es amigo de alguien simplemente porque le cae bien, porque se siente feliz conversando, pescando o tomándose un trago con él, la mejor amistad es esa, que es completamente desinteresada y se basa solo en la afinidad que tenemos con la otra persona.

Es un asunto muy raro, yo tengo grandes amigos que según todos mis estándares, mis valores y mi manera de pensar son personas despreciables: tengo amigos sinverguenzas, vacunadores, prepotentes, manipuladores, esnob, en fin los peores defectos que yo encuentro en la gente los tienen muchos de mis mejores amigos, otros son admirables desde todo punto de vista, pero eso no influye en la amistad que siento por ellos. Si tengo una historia compartida y me siento cómodo tomando un trago con él, simplemente es mi amigo, sin ninguna condición

Todo esto a propósito que hoy domingo nos juntamos con Jorge García López, un tipo extraordinario que por unos días dejó su latifundio de Paine para volver a darse una vuelta por el desierto, donde vivió y trabajó por tantos años. Jorge fue gerente de Sony Cantolla en sus años de esplendor, cuando era la empresa más importante de Chile, después con otros amigos se fueron a asesorar al Gupo Carsa en Perú durante varios años y volvió a Santiago como gerente de Sony Interncional en Chile.

Hoy disfruta de un confortable retiro en el campo pero a veces le viene la nostalgia de juntarse con los amigos, esta vez se dio la oportunidad y lo tuvimos en Arica, nos juntamos en la parcela del pueblo, en el grupo donde vamos quedando cada vez menos, hay muchos más muertos que los que seguimos vivos. Hacemos apuestas quien va a ser el siguiente que se va a morir y un amigo que vino de Iquique la otra vez, le dijo al que va puntero en las apuestas "calculo que te están quedando solo dos cortes de pelo más". Ahora no quiere cortarse el pelo por ningún motivo.

 En fin, nos acodamos de los amigos muertos y nos reímos mucho, incluso desde la tumba nos divierten y en cierto modo están con nosotros, nos acordamos de viejas historias y contamos por enésima vez los mismos viejos chistes, es decir pasamos una tarde maravillosa. Comimos, tomamos y nos reímos ¿qué más se puede pedir a la vida? Creo que eso es todo, no hay nada más..


2 comentarios:

  1. Muy sentida esta nota, Tomás. Pongamos algo de "Martín Fierro" poema gauchesco de J. Hernández, para acompañar

    Al que es amigo, jamás
    Lo dejen en la estacada,
    Pero no le pidan nada
    Ni lo aguarden todo de él-
    Siempre el amigo más fiel
    es una conducta honrada.

    Uls

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  2. Martin Fierro Ulschmidt, igual que El Quijote tiene sabiduría popular para todo.
    “Me llevó consigo un viejo
    que pronto mostró la hilacha:
    dejaba ver por la facha
    que era medio cimarrón;
    muy renegao, muy ladrón,
    y le llamaban Viscacha”

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"