Refrito del miércoles: cumplí 46 años

El artículo original lo escribí hace exactamente 20 años, el 6 de enero de 2001, justo cuando cumplí 46 años y empecé a preocuparme porque me estaba poniendo viejo. Bueno, han pasado 20 años y leyendo esto me preguntaba cuanto ha cambiado la cosa y si se han cumplido mis lúgubres predicciones de entonces. Casi todas se han cumplido menos dos (i) todavía no me quedo completamente pelado, aunque falta poquito y (ii) estoy más pobre que en 2001, esto último me sorprende porque siempre he pensado que en algún momento futuro voy a ganar plata, pero que diablos, así es la vida, felices 66 añitos para mí. Sin más trámite, aquí va el refrito:

¿46 Años?, Bah!
Dicen que pasados los 40 a los hombres les viene una crisis y la enfrentan de alguna de las siguientes formas:
-Dejan o cambian a su mujer
-Se hacen homosexuales
-Se dedican a jugar al cacho o a pescar en el "Club de Tobi"
-Se compran un auto deportivo
Entre mis planes no esta el cambio de mujer, ni la homosexualidad ni el club de Tobi, así es que me compré un auto deportivo

Un balance rápido
Nací junto con la radio de transistores y tuve la suerte de crecer antes de la televisión. Hay muchas cosas afortunadas que puedo poner en la columna

"Haber" 
Nunca me he enfermado
Nunca he trabajado en algo que no me gusta
Me las he arreglado para vivir trabajando muy poco
Rara vez he tenido que soportar a un jefe
Tengo muchas cosas materiales, desde la casa y el auto hasta una pequeña caja de fondos
Tengo una familia que soporta mis excentricidades y mal carácter con buen ánimo
Todavía me quedan unos viejos amigos y he hecho otros nuevos
Vivo en el mejor lugar del mundo
No soy llorón ni sentimental, pero todavía me emociona una buena película italiana
Todavía me interesan algunas cosas nuevas
Todavía no estoy acabado (eso espero)
En fin, si me pongo a contar mis blessings esto sería muy aburrido. Todo lo demás lo incluyo dentro de un gran "Etc."

También hay ciertos inconvenientes propios de la edad que, en orden de importancia los anoto en el:

"Debe"
Algún día me voy a tener que enfermar
Algún día se me va acabar la suerte con la plata y me voy a quedar en la miseria
Me estoy quedando pelado, canoso y panzón
Todos me dicen ¡por Dios que viejo eres! cuando les digo mi edad
A ver que más..Ah! ya no puedo pasarme una semana entera tomando como a los 25
Bueno, deben haber más inconvenientes que no se me ocurren en este momento, también los colocaré dentro de un "etc."

La pelada
El año pasado tuve algunos problemas de plata y ocurrió lo inevitable: los pelos ingratos comenzaron a abandonar mi cabecita. Con ello  se comienza a materializar algo esperado hace largo tiempo: la calvicie. Mi papá era completamente pelado a los 21 años y yo creía haberme escapado del flagelo, pero los años no perdonan Peor aún el poco pelo que me queda se está poniendo canoso.

En fin, durante muchos años tuve una falsa apariencia de juventud, siempre fui un poco "baby face" y espero que cuando me quede pelado, canoso y gordo al fin me empiecen a tratar con respeto, como a un adulto.

El estado físico
Para mi no ha sido problema, nunca en mi vida he hecho deportes y evito toda situación que implique cansancio o esfuerzo físico, así es que la disminución de la capacidad física ni la he notado, excepto por el penoso hecho que no puedo tomar tanto alcohol como antes.
Dicen que borracho es cuando mejor se nota el paso de los años (por eso ahora yo tomo poco). La foto de la izquierda lo confirma.

Las mujeres
Creo que todavía la edad no me ha afectado en eso, en todo caso yo nunca he sido un casanova y mis "conquistas" han sido  siempre más o menos accidentales. También he bajado de manera notable mis estándares de exigencia, lo que ayuda bastante.

El hijo
Pienso que podemos aprender mucho de los niños. Dominar sicológicamente a un niño, para conseguir que obedezca a nuestros caprichos es una actividad intelectualmente fascinante. Ellos por su parte también pueden darnos clase de manipulación y chantaje sentimental.

Además con mi hijo recién me vine a dar cuenta que mi propio desarrollo mental se quedó pegado en los 10 años, increíble pero antes pensaba que yo había seguido creciendo. No es así, yo soy un caso clásico de infantilismo cerebral.

Las apariencias
Todavía puedo presumir un poco, dármelas de "vivido", "viajado", "experto" y todo eso. Y lo mejor es que todavía, a veces, encuentro a alguien que se las traga.

Como me veo en 10 años más
Igual que ahora en lo fundamental, aunque físicamente más arruinado y con más plata en el bolsillo (espero). Solo me gustaría conservar la salud y a los amigos, el resto es todo de regalo.

La muerte
¿Quien no piensa en la muerte cuando se va haciendo viejo?, bueno, yo he pensado desde chico en eso y espero no tener una larga y sucia enfermedad. Ojalá que me parta un rayo, que explote junto con una bomba o caiga abatido de un certero e inesperado balazo en la cabeza. Ahora, si me muero como los generales (en la cama) mala suerte nomás, es el destino y hay que aguantarlo

La celebración
Espero celebrar mi cumpleaños conversando con mis viejos amigos, entre copiosas libaciones de licor en la entrañable Isla del Alacrán. Eso si que tomaré menos esta vez, ya no me da el cuerpo para una borrachera heavy, son los años hijitos

Estoy escribiendo
con una cerveza en la mano pocos días antes de mi cumpleaños 46 "in vino veritas"

P.D. Sobre Hernán Gallardo, creador de la cumbia: "Un año más" «Era una noche del 15 de Diciembre y con la luna llena en el cielo frente a sus ojos pudo meditar acerca de su vida y los años que atrás quedaban. Recordó sus años de gloría y los actuales, de tristeza y soledad. Pensó en su antigua casa que había perdido y amada su familia que había partido hace pocos años. Llegó a su mente entonces una melodía, la que repitió cantando varias veces hasta ir a dormir. Al otro día, cuando despertó, no podía recordarla, mas al pasar los días se sentó en su piano y pudo recordarla y componerla en su totalidad. Se trataba de una composición triste y melancólica en la cual expresaba toda su pena. Era una balada a la cuál titulo ‘Un año más’” (Clavero et al, 2009: 32)

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