La inteligencia de Feynmann

Richard Feynmann es uno de mis héroes intelectuales. Cuando entré a la universidad en 1978, lo estaba pasando muy mal en casi todos los aspectos y me preguntaba, cada vez más seguido, si no sería un pobre diablo fracasado. Porque según las métricas convencionales eso era. No me habían admitido en la Universidad Federico Santa María como era mi sueño original, había estudiado dos años técnico electrónico para descubrir que no tenía las habilidades para ser bueno en eso, dos fracasos grandes, uno tras otro me tenían lleno de dudas, y a veces caía en el pesimismo.

Pero la mala racha venía de antes, llevaba casi 10 años de mala suerte y sabía que el pesimismo solo iba a empeorar las cosas, entonces me reforzaba el ánimo, pensaba que estaba haciendo las cosas bien y solo tenía que esperar mi minuto de suerte. Todavía me creía la muerte pese a la abrumadora evidencia en contra y entonces empecé a rezar para negociar con Dios a ver si me arreglaba el naipe "no hay ratón ateo en la boca del gato".

¿Y qué tiene que ver Feynmann? Calma, a eso voy. En mis primeros meses de universidad tenía poco y nada que hacer, porque era competente en las matemáticas básicas gracias a mi paso por Inacap, entonces para no aburrirme pasaba metido en la biblioteca. Allí me hice adicto al Scientific American, a las columnas de Jerry Pournelle en Byte y a unos libros rojos de extraño formato apaisado, que se llamaban "Feynmann Lectures on Physic", me llamaron la atención porque estaban en edición bilingue, una página en inglés y la de enfrente en castellano. No me interesaba tanto la física como mejorar mi inglés.

Pero al poco tiempo de leer esos libros -era una colección de varios tomos- quedé enganchado y me dieron la confianza en mi mismo que tanto necesitaba: si podía entender al menos vagamente esas cosas, entonces no era tan fracasado como todo el mundo -yo incluido a veces- creía. De esos años tomé una enorme admiración por Feynmann, copiaba a mano algunas de sus clases y todo eso, me convertí en un verdadero groupie.

Muchos años después encontré un librito con su autobiografía "¿Está bromeando Mr. Feynmann?", muy entretenida, que lo mostraba como un tipo común y corriente con mucha facilidad para las matemáticas aunque no era un genio de inteligencia ni mucho menos, le midieron su C.I. y resultó de 125, un puntaje alto pero lejos de la categoría de otros genios que han marcado sobre 200 puntos.

Personalmente debe haber sido muy simpático, le gustaba moderadamente el trago y otras sustancias intoxicantes, era muy aficionado a los clubes de desnudistas, que frecuentaba en California, su otro pasatiempo era la cerrajería, le encantaba tratar de abrir cerraduras sin tener la llave. Fue invitado como profesor a Brasil donde se desilusionó mucho de sus estudiantes, criticando la cultura centrada en la memorización y sacar buenas notas en las pruebas, comparándolos desfavorablemente con sus alumnos Americanos. Tocaba el bongó y otros instrumentos de percusión, tocando en una comparsa para el Carnaval de Río. En fin, un tipo notable.

Feynmann se me había olvidado completamente hasta que hace unos días encontré en Youtube su conferencia "El movimiento de los planetas alrededor del sol" de 1964. Se me perdió el link, pero en la apertura de su charla Feynmann dice algo así como esto;

"Quiero mostrarles con una explicación elemental por qué los planetas giran en torno al sol en trayectorias elípticas y no circulares. Cuando digo "elemental" no quiero decir que no hace falta ser inteligente para entender la explicación, todo o contrario, las explicaciones elementales son las que no requieren ningún conocimiento previo, se pueden entender sin saber matemáticas, por eso se necesita estar concentrado en una larga cadena de razonamientos lógicos sin perder el hilo, para lo que se necesita una inteligencia extraordinaria".

Como han escrito muchas veces, esta clase fue una especie de "divertimento" de Feynmann, donde mostró como se investigaba antes de usar modelos matemáticos para todo. Cuando leí "Dos nuevas ciencias" de Galileo quedé maravillado por los largos y tortuosos razonamientos que permitían encontrar relaciones que con matemáticas hasta un niño podría entender fácilmente. Es fascinante, las matemáticas no son para gente muy inteligente sino para simplificar cosas que sin ellas sería imposibles de manejar por su complejidad. Las matemáticas son para los tontos, una ayuda para superar las limitaciones de nuestra capacidad de razonamiento.

Así, parece que hay como dos formas distintas de inteligencia: una (analítica) que es capaz de construir modelos muy complicados para representar fenómenos complicados y otra (sintética) que va al fondo de un asunto muy complicado y le encuentra una representación simple. Maxwell y Einstein tenían inteligencia analítica, Feynmann y otros pocos tenían la inteligencia sintética y eran capaces de construir explicaciones maravillosas de fenómenos complejos, como la de las trayectorias elípticas de los planetas usando solo geometría.

Cuando los analíticos tratan de simplificar usan metáforas, que muchas veces son tan rebuscadas que resultan más confusas que el propio fenómeno que tratan de explicar. Si hay algo cautivante en las explicaciones de Feynmann es que recurre poco a las metáforas o analogías, solo cuando es estrictamente necesario, eso de ir a lo fundamental le permitió ser un gran científico.

Por eso don Richard Feynmann es para mí un héroe intelectual, tal vez no tenía grandes capacidades lógicas o analíticas, pero era campeón para ir al fondo de los problemas y captar su esencia fundamental. Fue rechazado en el Ejército dinde le diagnosticaron debilidad mental, pero fue co-ganador del Premio Nobel de Física en 1965, no tenía un pelo de tonto.

Y si alguien no me cree, las Feynmann Lectures on Physics están todas en Internet, gratis ¡incluso en español! Las acabo de encontrar y son adictivas, doy fe porque empecé a hojear el primer tomo de mecánica clásica, ahora no puedo parar de releerlo, es increíble.