Receta del domingo: donuts waffles

Mi finado amigo Tom McDonnell tenía por costumbre soñar despierto, igual que yo, y cuando nos tomábamos unos tragos solíamos planificar negocios para el futuro. Así, a medida que el alcohol nos llegaba al cerebro íbamos imaginando en detalle y escala como iba a ser el negocio que nos haría millonarios.

Primero fueron las longanizas T&T que llegamos a hacer algunas de prototipo. Incluso en un momento iluminado invntamos el slogan perfecto: "in pork we trust" ¡no podímos fallar!. Pero con los requisitos de calidad de mi amigo el costo salía a precio de oro, mucho más caras de lo que habíamos calculado, así es que solo las comimos nosotros y nuestro buen amigo el arquituerto, que para colmo no le gustaron mucho.

Otros se habrían desanimado, pero Ruperto no se rinde. En otra regada conversación, Tom se acordó que en Holanda había una sensación con los waffles, rellenos de crema, cubiertos de chocolate y cosas así, la gente hacía largas colas para comprarlos. Me contó que él tenía una receta infalible para hacer los mejores waffles del mundo, que no costaba nada hacerlos y cuando viajó a Las Vegas se trajo de vuelta una prensa de waffles y un enorme transformador que pesaba poco menos que un auto compacto. Creo que el sobrepeso en el avión le costó un ojo de la cara, porque yo le encargué un estabilizador de cámara que también era pesado y bultoso. En fin, la cosa es que llegó con los aparatos.

Pero los waffles solo se hacían de 4 cada vez, lo que era inapropiado para venderlos como negocio. Y nuestro sueño de venderlos en la casa rodante cerca de la playa, con McDonnell disfrazado como un estrafalario cocinero italiano, se quedaron en el proyecto. Tom no necesitaba la plata, pero quería hacer algo para mantenerse ocupado. En fin, tampoco nos resultó pero cada vez que nos juntábamos Tom hacía los waffles que quedaban exquisitos. A mi me gustaban sin nada, el sabor y la textura tostada con que salían era delicioso.

Revisando hace unos días uno de sus notebook que me quedó en herencia, encontré la famosa receta y como también heredé la máquina waflera, puse manos a la obra y me salieron a la primera. Ahora mi repertorio de chef tiene dos platos, el primero es el pescado con queso en la parrilla, con lo que me luzco cada año nuevo y ahora son mis famosos waffles, que cada día me quedan mejor. Aparte de eso soy incapaz de freir un huevo, pero como yo soy generoso, aquí les pongo la receta, que es sencillísima y deliciosa.

Donuts waffles (8 unidades)
Ingredientes
2 tazas de harina
2 huevos
2/3 taza de azucar
2/3 taza de leche
1/3 taza mantequilla derretida
1 cucharadita de sal
1 1/2 cucharadita de polvo de hornear
1 piza de nuez moscada
1 cucharadita esencia de vainilla (opcional, eso es invento mío)

Preparación

Se echa todo junto en un bowl y se bate hasta dejar toda la cocina salpicada con la maldita mezcla. Lo que queda en el bowl debe estar así

Las medidas no necesitan ser exactas, como sea siempre queda bien. Luego precalentamos la wafflera un par de minutos

Aceitamos con un pincel las superficies de calor

Le echamos el menjunje

Cerramos y esperamos a que se apague solo ¡voilá!

Se les puede echar cualquier cosa: mermelada, manjar, chocolate, crema batida, helado o lo que sea, pero la masa es tan rica que a nosotros nos gusta comerlas solas, son deliciosas sin necesidad de echarle nada, muy fáciles de preparar y no hay que lavar demasiadas cosas después de prepararlas, una receta ideal para un flojo como yo. Si no tienen wafflera se pueden hacer en un sartén como un panqueque, queda igial de delicioso pero sin la forma de los cuadraditos. Es una gran receta, la recomiendo a ojos cerrados.