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03 junio 2022

Tomando sol

Mi condición de ocioso está alcanzando niveles inesperados de perfección. Tanto así que ayer pensé que era sábado y publiqué mi acotumbrado refrito, pero no señores, era viernes, ya no sé ni en que día vivo. En este período de felices y prolongadas vacaciones lo paso muy contento con dos pesos cincuenta, además me levanto y quedo desocupado.  Tal como comentó mi buen amigo José Pedro en Facebook, la vida me sonríe, aunque a veces con la boca chueca. Pero que diablos, nadien es perfecto.

La cosa es que con esta equivocación me pilla el sábado un poco descolocado y no se me ocurre de que escribir. Pero bueno, abriré una lata de malta Morenita y pondré lo primero que se me venga a la cabeza como he hecho tantas veces antes. Disculpen de antemano las incoherencias, trataré de ser breve.

Estoy dedicado a cuidar a mi querida suegra, que anda bastante complicada, así es que la levanto, hacemos algunos ejercicios de fisioterapia, luego yo levanto 50 veces mi pequeña pesa -lo que me hace muy bien- conversamos algunas anécdotas de familias antiguas de Arica y cosas así. Después que nos quedamos sin tema la dejo sentada en la cocina escuchando radio, luego nos vamos para la casa donde se dedica a hacer sus "sopas de letras" hasta el almuerzo, donde le caliento su crema fortificada de espárragos o lentejas.

Resulta que hoy en la mañana apareció un sol estupendo y mientras esperaba que la veterana despertara me senté en el patio a tomar el sol, cosa que no hacía desde hace años. Ahora han demonizado eso de asolearse, pero yo cuando jovencito era fanático de tirarme al sol para conversar conmigo mismo o fantasear las fabulosas cosas que podrían pasarme en el futuro cercano. 

Creo que así como ejercitar un poco el cuerpo hace bien, fantasear con cosas buenas que podrían pasar en el futuro también debe ser beneficioso. Siempre las cosas del futuro tienen dos caminos: uno bueno y otro malo, antes yo acostumbraba a imaginar el peor de los casos, hasta que mi amigo McDonnell me dijo "mira, preocuparse antes que pasen las cosas es como pagar intereses por un préstamo que no has recibido"

Eso me abrió los ojos y desde entonces siempre dedico un tiempo a pensar que me pasan puras cosas buenas y como sería eso. Por supuesto que no soy de los tontos que creen eso de "querer es poder" o que basta con querer algo intensamente -"decretarlo" como dicen los pitisiúticos- y las cosas deben pasar así. Nada de eso, en el mundo real es mucho más probable que pasen más cosas malas que buenas, pero ¿para qué preocuparse por eso? Cuando quede la cagada me preocuparé, no antes.

Pero bueno, como me pasa tantas veces ya me fui por las ramas. Lo que quería escribir es que mientras me asoleaba esta mañana en el patio, me acordé de la extraordinaria película de animé Porco Rosso, yo no soy amante del animé, ni siquiera de la cultura japonesa que -a mi modo de ver- está llena de marketing y exageraciones, pero la estética de esa película es extraordinaria. La pueden encontrar en Netflix.

Como decía, mientras me asoleaba pensé que estaba igual que Porco Rosso en su playa, me puse entonces a buscar y encontré la imagen en el celular

Enseguida me acordé de una foto que me había mandado desde Belgrado mi primo lejano Perica Bradanovic, que mostraba la playa de Stiniva. Me decía que es la playa más hermosa de Europa y estaba en Vis, la isla de nuestros abuelos ¡y me di cuenta que era idéntica al refugio donde vivía el porcino rojo!
Bueno, esta semejanza no es casualidad, toda la película está basada en paisajes reales del mar adriático y el refugio de Porco Rosso es la playa de Stiniva en Vis, así como muchos otros lugares que aparecen en la película retratan paisajes reales de la costa Adriática, principalmente toda el área entre Croacia y Milan en Italia.
Perica me contaba que todos los Bradanovic del mundo vienen de la isla de Vis, donde hay cuatro ramas de la familia que vivían en las "montañas" (cerritos para nosotros), dedicados a la producción y venta de vinos. Él tiene una linda casa en  Belgrado (Serbia) y está recuperando algo de tierra que tiene en Vis. Me decía que por qué no busco la tierra de mi abuelo y hago las reclamaciones, antes que las confisquen. Dice que un pedazo de tierra allí vale varios millones de dólares porque de toda Europa quieren comprar en esos lugares.

Creo que es interesante, pero no es para mi, ya han pasado más de 100 años y al hacer una reclamación entraría a disputar con gente que ha vivido allí por generaciones y tienen mucho mejor derecho sobre las tierras. Incluso la tumba de mi bisabuelo es una atracción turística porque tiene una estatua en marmol hecha por Ivan Rendic, el padre de la escultura moderna en Croacia, sin embargo varias personas que ni son parientes se han enterrado allí. Por mi está bien, excepto que han puesto unas cerámicas y adornos de muy dudoso gusto a la tumba, pero que diablos, que hagan lo que quieran, a mi qué me importa.

Isabel Allende
Debe tener como trescientos años aunque se conserva perfectamente. Era una treinteañera cuando yo era un chiquillo y pese a que detesto sus novelas -y para que decir cuando habla de política- fue mi ídola en los años 60s y principios de los 70s, creo que es una de las mujeres que más he admirado como persona.
Cuando chico yo era lector fanático de la revista Paula, una revista para mujeres pero con calidad periodística impresionante, todavía guardo en alguna parte un ejemplar desarmado de esos años, cuando era dirigida por Delia Vergara .cuyas ideas políticas son todavía más detestables- bueno, la cosas es que esos fueron los años de oro de Isable Allende, como reportera y con su entrañable columna "Los impertinentes", que artículos más geniales escribió en esos años. También tuvo un excelente espacio en televisión, que era para matarse de la risa.

Tengo una amiga que es igual que ella, no diré quien para que no se crea la muerte, pero tiene esa cualidad de puntuda, pinganilla, desvergonzada y original. Siempre me encantó la personalidad de Isabel Allende, claro que cuando se dedicó a escribir best sellers vendió su alma al diablo, he leído 3 o 4 novelas de ella, las últimas no pude terminarlas y un libro tiene que ser muy malo para que yo no lo termine. 

Su capacidad para redactar es impresionante, me acuerdo de su artículo sobre la citroneta, ese auto educado que saluda a todo el mundo cada vez que para en un semáforo, diablos, me acuerdo y todavía me da risa. Redacta como un gato que juega con los ratones, así de fácil se lee, es increíble la fluidez que alcanza al escribir. 
Todo esto lo recordaba a propósito de un comentario sobre redacción que apareció conversando con dos grandes figuras del periodismo que tengo la suerte de contar entre mis amigos de Facebook  ¡el mundo de Internet es plano! 

En fin, iba a ser breve pero como de costumbre empecé a dar la lata, la charlatanería me gana, ya me tomé la cerveza y ahora me voy a mi sarcófago a leer un rato, Hasta mañana.

11 comentarios:

  1. Si no saben en qué día vives, solo podemos felicitarte, vives bien. Distinto sería no saber qué terreno pisas, eso significaría que formas parte del gobierno de Chile.

    Ya sabes de donde vienes y que el que hereda no hurta. Tomas Bradanovic viene de una familia que hacía vino en medio de las montañas... Me recuerda a esos montañeses que producción whisky clandestino entre las montañas de Virginia Occidental en tiempos de la prohibición, sentados en una mecedora, con una pipa en la boca y una escopeta apoyada en la pared del pórtico de su casa. Buena vida, sin duda.

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  2. Ah claro Maximo, los del gobierno no saben donde están parados, que eso es otra cosa jaja.

    Si, están muy emparentados con italianos, hay Bradanovic Tramontana y apellidos así, dicen que en Vis son flojos y vividores, mi abuelo çtomo trabajó como burro eso si. Y por el lado materno, mi bisabuela aseguraba que su marido era el hombre más flojo de Chile, se le rompían los pantalones en las posaderas porque vivía sentado en el campo, decía "la noche es para dormir y el día para descansar", mi abuelo apenas lo conoció porque murió siendo muy niño

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  3. Ve? de una playa en el Adriático a una en el Pacífico, la cercanía del mar a través de generaciones.
    Yo me crié en el llano absoluto, pero en cuanto viajé algo me atrajeron las montañas más que la costa u otro ambiente. Mucho después caí en cuenta que casi todos mi orígenes son pedemontanos: suizos, lombardos, navarros, argoneses, gente pirenaica o alpina. No voy a decir que es genético, quizás la cultura se va colando a travéz de las generaciones en un montón de detalles. Uls

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  4. Buena Tomás. Aprovecha el sol. Esa demonización absurda que se hace de algo vital es solo moda. Millones de años de evolución al sol han logrado maravillas como la síntesis de vitamina D. Los sombreros y la ropa se inventaron antes de ayer.
    Claro, si vas a estar todo el día expuesto y eres blanco como pantruca , puedes enganchar un carcinoma de piel. Pero nadie hace eso, quizás los salvavidas.
    En cambio la vitamina D, fundamental para los huesos y el sistema inmunológico se sintetiza por la exposición de la piel al sol. Ojalá con los brazos descubiertos y la cara interna de los mismos hacia el sol.
    Es agradable y saludable.

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  5. Ulschmidt, todo debe estar conectado y algún gen del Piamonte o de los apeninos debe andar por ahí, vaya uno a saber.. El gusto por el mar y por el desierto son muy parecidos, ambos son enormes y a primera vista aburridos, algo se debe haber colado por ahí también. Para que decir el gusto por el vino!!!

    Marcelo, que bueno está ese dato. No tenía ni idea que tirarse al sol pudiese tener un buen efecto, ahora tengo otra razón más para continuar con mis costumbres de lagarto

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  6. Dicen los peladores que a Allende alfombro su casa con los sobrantes de sus estiramientos de cara. :-)
    Por supuesto me devore La Casa de los Espiritus, de esos libros que se leen solos, tambien le lei Paula, de comienzo a fin. Pero con lo demas me paso lo mismo que cuentas, a lo mas pagina 18 y chao. No se que es, me paso lo mismo con otra chilena, ni me acuerdo quien es, solo que se la comia Maira. Si, un poco patriarcal, chovinista, etc, la referencia :-)

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  7. Seguro, sus cirujanos plásticos deben haberse quedado con una buena tajada de las regalías de sus best sellers. La Casa de los Espíritus fue un refrito de la historia de su familia que cuenta el gran Joaquin Edwards Bello en "Valparaíso Ciudad del Viento", un librazo. Es una novela preparada como libro de cocina con los ingredientes para un best seller: una buena historia de Edwards Bello, realismo mágico de moda de García Marquez, en fin un pastiche. Espléndidamente redactado eso si.

    La mujer de Maira, seguramente te refieres a Marcela Serrano, también de la época de la Revista Paula, no he leído nada de ella pero me imagino que deben ser bestsellers del estilo de Isabel Allende, con alcance más restringido eso si

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  8. Qué bien Tomás!

    Las generaciones siguientes a los productores de vino están facultadas a dedicarse a disfrutar el vino!

    Linda forma de honrar a los ancestros que trabajaron cerro arriba, dejándose llevar por las bondades del vino cerro abajo...

    Saludos!
    Enrique

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    1. Esto que escribí es obviamente una tontería:

      "Las generaciones siguientes a los productores de vino están facultadas a dedicarse a disfrutar el vino!"

      Lo escribí con la intención de bromear un poco, pero mis ánimos no están para este tipo de bromas.

      De hecho estoy en cama, con dolor de cabeza... con Covid o como sea que se llame la variante...

      Tomás, igual gracias por "seguirme la corriente" jaja!!

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  9. Así se habla Enrique: los antiguos lo cultivaron y los modernos lo tomamos. Antenoche me di un gusto que no hacía desde hace años, me tomé una botellita de 3/4 solito, no soy conocedor de vinos pero no se puede negar que se trata de una bebida noble y sana

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  10. jaja pero Enrique yo no veo tontera en ninguna parte! Estoy muy de acuerdo en que tengo el deber de tomar vino puesto que mis re-tatarabuelos lo cultivaban. A mi me parece perfecto! Además justifica moralmente mi conocida afición al alcohol

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
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Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"